Gerflix Series Presenta - Cap1 "Mi madre, mi muñeca"

“Sentado en mi sala”

Me hacia la paja mientras miraba el video de una rubia, una a la que había grabado hace solo unos días y es que me encantaba hacerlo……vaya forma de cogérsela y con el anillo puesto, eso sí que era poner los cuernos con descaro.

-          Rayos, papá me está llamando, ¿qué querrá?, ¿Alo?

-          Hola hijo, tu madre no me contesta, ya estoy llegando.

-          Vale, aquí te esperamos papá.

-          ¿Está contigo?

-          Si, solo que esta……algo ocupada. Dije viendo hacia el segundo piso y en especial su dormitorio

-          Seguro limpiando o lavando la ropa ¿no? Que maravillosa mujer, la llevare a cenar esta noche.

-          No estaría mal, de paso te da la noticia.

-          ¿Qué noticia Gerardo?

-          Prefiero que te lo diga ella, es un tema de esposos.

-          Bueno, sea lo que sea ya estoy llegando con su torta de piña que me pidió.

“fuertes gemidos”

Provocados por un orgasmo intenso.

-          ¿Qué es eso? ¿Alguien grita o me parece?

-          Sí, pero el ruido viene de la casa del vecino, al parecer trajo otra chica de la calle.

-          Caramba, ese Raúl no cambia y ni se cuida el calentón, cualquier día va terminar preñando una prepago.

-          Yo también pienso lo mismo papá, capaz hasta ya lo hizo.

-          ¿Tú crees? Ojalá no me llame para ser el padrino, jajaja.

-          De esa ni te libras, va ser como tu hijo, jejeje.

-          A poco, bueno, ya estoy a nada de llegar, cuelgo.

-          Vale, adiós.

Subí al segundo piso y viendo un short de jean con un calzón enrollado dentro, toqué la puerta.

-          El toro está llegando.

-          Gracias champ, ya termino de llenarle las tetas a su vaca, un minuto.

-          Jejeje, como cambiaron las cosas.

…………………..

Hace aproximadamente un año. -

Tarde un tiempo en enterarme lo que hacía mamá cuando se quedaba sola o supuestamente salía con sus amigas y no es que fuera ingenuo, solo que ocultaba tan bien su promiscuidad, si, quien lo diría, con ese rostro angelical, con ese porte de señora, con esas prendas reservadas, y es que era tan natural en el engaño que hasta papá mordía el anzuelo con su tierna sonrisa.

-          Mi amor, estoy volviendo el martes, quizás por la mañana.

-          Ok gordito, no sabes lo mucho que voy a entrañarte. Dijo en camisón y dándole un abrazo con beso

-          Te amo y discúlpame por lo de anoche.

-          No importa, ya será cuando regreses.

-          Si es que no llego cansado, el trabajo me está matando.

Aquello despertó en mí una duda mas no una sospecha, ya papá casi que ni la complacía y mamá como si nada parecía no tener esa necesidad marital.

-          Tu solo preocúpate en trabajar, yo sabré como hago. Dijo toqueteándole su nariz

-          Aff, es casi humillante, que siendo mi esposa una mujer hermosa tenga que hacerlo como una adolescente.

-          Es lo mismo amor, igual me vengo, no hay diferencia, bien contenta quedo.

-          Bueno, al menos saber eso me deja tranquilo.

-          Si y ya ve, vas a llegar tarde.

Le dio el último beso y como de costumbre se despidió de nosotros.

-          Me las cuidas hijo.

-          Dale papi, cuenta conmigo, jejeje.

-          Adiós mi princesa.

-          Adiós papi, no olvides traerme lo que te pedí.

-          Sino lo traigo me regreso, eso dalo por hecho.

Sofía se trepó en su espalda pues como ley de la vida papá e hija eran inseparables, así como yo con mi mami, y quizás fue eso……lo que me impulso a darle la mano.

-          Jirafa pedilona.

-          ¿Qué has dicho tonto?

-          Como se ve que tus orejas están bien alto, jejeje.

“acercándose chinita”

-          Podría golpearte hasta que vomites y mamá no te escucharía. Dijo sacándose conejo de los nudillos

-          Ay caray, eee… ¿ya no aguantas bromas Sofí? Recuerda que soy tu hermanito menor, debes darme cariño.

-          Ven. Dijo abrazándome y llevándome

-          Ya ves que, si nos entendemos, ¿qué me vas a dar? ¿un besito?

-          Si, quieres con lengua o pico. Dijo mostrándome sus dos puños

-          Eee……como que mejor no me das nada.

-          Elige. Dijo rabiando

-          Ay caray, porque recurrir a la violencia Sofí si podemos resolver nuestros problemas como personas civilizadas.

-          No, yo soy mona, no evolucione, elige.

Retrocedí y para suerte mía mi chipote chillón apareció cual salvador.

-          Epa, más te vale que corras jirafa.

-          ¿Así? Dame eso.

-          No ves que pesa, tu mano de niñita no podrá sostenerlo.

-          ¿A no?

Me lo quitó y lo partió en dos con su rodilla, dejándome como Elmo.

-          Ahora quien podrá ayudarme.

-          Nadie, eres mío y te voy a partir igual que tu chipote mamon.

-          Es chillón hermanita, chillón.

-          No, mamon porque el que va chillar eres tú, de los madrazos que te voy a dar.

-          Ay caray, otra vez el escritor poniéndome una hermana loca, ojalá se te acabe la coca cola cuando escribes.

En eso paso mamá llevando la ropa sucia y Sofí no tuvo de otra que disimular, abrazándolo por el cuello al buen Gerardo, pero rascando su cabeza.

-          ¿Todo bien chicos?

-          Si mamá, como siempre, solo ayudaba a mi hermano con su tarea de la prepa, ¿verdad?

-          Si mami, Sofí está más avanzada. Dije sintiendo el ardor

-          ¿Y ya terminaron? Porque necesito que me des una mano hijo.

-          Por supuesto mami, estoy presto a los quehaceres.

Me fui con ella caminando como Chaplin mientras Sofí quedo mirándome chinita.

-          Espero te saques buena nota hermanito.

-          Yo también o no te pido más ayuda, jejeje.

Ya abrazado a mi madre agradecí al escritor.

-          Yo sabía que ibas hacer algo para salvarme.

-          Cállate puto, agua de los platos te voy a dar para que tomes, nadie se mete con mi coquita…ahhh…sabrosa.

Viernes. -

Ya con papá de viaje por el trabajo, Sofía iba a casa de una amiga después de clase, ambos estábamos en la misma prepa y soñábamos con ir a la universidad, ella iba más adelantada por cierto pues en edad me llevaba un año, yo 19 y ella 20, éramos los mimados de la clase pero si bien mi hermana tenía carácter para no dejarse molestar a mi contrariamente me faltaba, por eso a veces le pedía ayuda, y bueno, regresando de clase yo si compartía la tarde con mi madre, pues éramos inseparables, hacíamos postres, veíamos pelis, me ayudaba también con alguna que otra tarea, pero a la vez, como ya iba anocheciendo me hacía recordar que mi amigo me estaba esperando, pues tenía esa costumbre, al no estar papá irme a jugar los videojuegos con mi único y mejor amigo, por lo que triste siempre dejaba a mi solitaria madre en casa, al menos eso pensaba, en mi inocencia.

Pues……

Si bien ya me había ido volví por las baterías del mando, encontrando una música de fondo en la sala, a bajo volumen nomas y dos voces que platicaban muy afectuosamente.

-          ¿Que?

8:15pm.

En principio pensé que era un familiar o un vecino, pero no, era un amigo del Gym según me dijo.

-          Solo voy para mantenerme en forma, me cuesta ponerme durita.

-          A ti te costara, pero a los que te vemos no.

-          Oye, que cosas dices, jijiji.

-          Mira, si yo entreno tu cuerpo va poder aguantar……más peso.

-          ¿Seguro? ¿Y no me va doler tu rutina? Porque se ve que lo tuyo no entra fácil. Dijo mordiéndose un dedo

-          Tal vez te duela al comienzo, pero una vez ensanchemos ese fofo pellejo va agarrar tamaño muscular.

-          Ay no sé, capaz luego me lo dejas bien grande y mi marido se va dar cuenta.

-          Todo musculo se recupera, es difícil reventar uno, pero claro……quien sabe. Dijo burlón

-          Creo que me voy arriesgar, jijiji.

-          Eso me gusta Sara, las mujeres que se arriesgan.

De pronto se acercó bebiendo su vino y al ver que ella no lo rechazo hice presencia.

-          ¿Mami?

-          ¡Ay!! Gerardo ¿A qué viniste cariño? Hubieras tocado el timbre.

-          Solo vine por mis baterías, ¿quién es el señor?

-          ¿El? … (arreglándose el cabello nerviosa) …es un amigo del Gym, se llama Carlos, Carlos te presento a mi hijo, Gerardo.

-          Hola chiquillo. Dijo dándome la mano con cierta burla

-          ¿Están bebiendo?

-          Es solo un vinito hijo, para platicar mejor.

-          Así es chiquillo, y ya que nos hemos conocido, porque no me das tu número.

-          ¿Que?

-          Quiere ser tu amigo Gerardo, no seas descortés.

-          Aja, además de ahora en adelante voy a ser el entrenador de tu madre y es bueno irnos conociendo, para entrar en calor. Dijo burlón

-          Eee…bueno, este es mi número.

-          De paso así supervisas la dieta, ya que el plan es que no se hinche… (viendo su abdomen y mordiéndose los labios) …pero quien sabe, sino se cuida puede haber efecto revote.

-          ¿Que?

-          Ya cariño, ve por tus cosas, se hace de noche.

-          Ok mami.

Subí a mi cuarto y bajando mamá se aseguró de quitarme la llave.

-          ¿Y cómo voy a entrar?

-          Yo te abro, además vas a venir en la tarde, estaré viendo televisión.

-          Bueno, está bien mami, adiós señor.

-          Adiós chiquillo, dulces sueños. Dijo bebiendo

-          Mi amigo se ira en un rato, solo vino a entregarme unos batidos, pero igual hazme un favor.

-          ¿Cual?

-          No se lo comentes a tu padre, el aún no lo conoce, ¿ok?

-          Eee…vale, ya mañana te veo mami.

-          Así me gusta hijo mío, obediente.

Me dio un beso en la frente y me acompaño hasta la puerta, despidiéndome a lo lejos con la mano como si me estuviera yendo a la prepa.

-          Te pones tu pijama antes de dormir.

-          Ya mamá, ya sé, no digas eso en la calle, jejeje.

-          Siempre serás mi bebe.

Sin saber lo que acontecería la vi entrar de vuelta a casa, algo que terminaría agradeciendo después, ¿así la dejó? ¿En ese estado?

……………………

“Habitación de mi amigo”

Nos la pasamos jugando hasta las 5 de la madrugada, momento donde el sueño empezó a tocarnos, ya era muy tarde y habíamos jugado lo suficiente.

-          Dejémoslo en empate.

-          Si, ya mañana te gano, jejeje.

-          ¿Apagas la luz?

-          Si.

Nos recostamos y el primero en privarse fue mi amigo, luego yo iba cerrando poco a poco los ojos, cuando en eso…recibo un mensaje en mi celular.

-          ¿Que? ¿Tan tarde?

No iba a revisarlo, pero como tenía el teléfono en la mesita de noche lo termine agarrando.

-          ¿El señor Carlos?

-          “un regalito pendejo y deje la llave debajo del tapete, por si quieres volver antes”

Me acompaño el mensaje con un video y dos emoticones, el de un biberón negro y el de las tres gotas de lluvia.

-          Que se le ocurre mandarme a estas horas.

Confiado lo abrí, quedando impactado con la imagen, en ella salía mi madre semi desnuda (sin pantalón y sin blusa), pero no solo eso, no, estaba jalando tremendo pollon que ni siquiera le cabía en la mano. 

Para colmo….

-          Me vas a reventar los condones con esto.

-          Maldito negro vergon.

-          Más te vale que no me arruines la concha.

-          Calla y traga perra.

-          Bien que ya la quieres.

Era para no creerlo, ¿acaso esa mujer era la misma que me despidió sonriente desde la puerta?

-          No, ¿qué ocurrió?

Con un estrujón en el estómago me levanté de la cama y salí corriendo hacia mi casa, encontrando una calle muy oscura.

-          ¡Mami!!

-          ¡Mami!!

-          ¡Soy yo!!

-          ¡Gerardo!!

Cegado en lo que había presenciado toqué desesperado, una y otra vez, pero nadie me abrió, ahí recordé lo que su amigo había escrito “la llave esta debajo del tapete” en principio dudé o tal vez en el fondo no quería hacerlo, pero levantándolo efectivamente encontré la llave.

-          Si no entro, nunca sabré lo que paso.

Apreté el puño y agarrando valor ingresé, viendo sobre la mesa de centro la botella de vino totalmente vacía, la copas a medio terminar y lo más preocupante…un calzón rojo, con un hilo en la parte trasera y que no recordaba nunca haberla visto lavándolo, como si se lo hubiera comprado o peor, lo tuviera guardado en secreto.

-          No.

-          ¿Dónde está?

-          ¿A dónde se fue?

La busqué con la mirada, pero no estaba por ningún lado así que tragando saliva subí corriendo a su cuarto, encontrándola como nunca pensé verla.

-          ¿Ma-mami?

La mujer que me dio la vida, la que no mataba ni una mosca, la que se encargaba de la casa como toda señora de familia, estaba tirada frente a mis ojos, no solamente desnuda, no, sino con las piernas abiertas, cubierta de semen y los preservativos que usaron regados por toda la habitación.

“despertando una sensación extraña”

A la vez que trataba de asimilar el momento comencé a sentir un cosquilleo en la entrepierna y una ansiedad por ver al hombre que la dejo así, no para recriminarle sino para verlo sometiéndola, es más, lo imagine encima de ella, follandose se cuerpo liquidado.

-          Rayos.

No sabiendo lo que me ocurría apague la luz y la deje dormir tranquila, por ahora lo mejor sería no decir nada.

“volviendo”

La ansiedad no se había ido, pero pude dormir en breve, lo curioso, es que me la pasé soñando a mi madre con distintos hombres, aquella situación no se iba de mi cabeza y tal vez en el fondo……deseaba ver más.

-          ¡Gerardo!!

-          ¡Gerardo!!

-          ¿Eh? Dije despertando adormilado

-          ¿Qué te pasa?

-          ¿De qué?

-          Estas mencionando el nombre de tu madre, de que te deje ver, ¿qué cosa quieres ver?

-          ¿En serio? Rayos, no sabía que hablaba dormido.

-          Pues sí y estas muy raro.

-          Lo siento Pablo, no es nada.

-          Ya me levantaste, mínimo harás el desayuno.

-          Claro, yo lo preparo, para tu mami también.

La señora Rebeca, era amiga de mamá de la infancia y si con alguien salía a todos lados era con ella, pero lo curioso y que recién noté es que se parecía mucho a ella, en personalidad me refiero, haciéndome suponer que algo sabia o inclusive que algo compartían, por cierto, ella era madre soltera y se embarazo al mismo tiempo que mi madre, por eso compartía edad con Pablo.

“sentados en la mesa”

Como de costumbre la charla era sobre la prepa y de las cosas que hacíamos, eso sí, dejando entrever que en estas semanas irían juntas a ver al entrenador de futbol que había temas académicos de que conversar, por supuesto que eso despertó mi sospecha, apenas eran unos puntos por deporte y además, ya nada sería como antes, ahora sentía……que había algo detrás de todo.

-          Me avisa cuando va señora Rebeca.

-          Dale Gerardo, tu mami quedo en llamarme.

-          Ya veo, ¿ella coordina la cita?

-          Si, tiene el número del entrenador.

-          Casi nunca me avisa cuando va, ¿se suelen reunir seguido?

-          Es que es una reunión de notas precioso, es normal que te aburras, por eso seguro no te avisa y si, como buenas madres que somos nos reunimos una o dos veces al mes.

-          ¿Juntas?

-          A veces, si estamos desocupadas en horario.

-          Ya veo.

Terminamos el desayuno y como a eso de las dos de la tarde pase a retirarme, era sábado y si bien mamá gustaba mucho de cocinar aquel día no lo hizo por obvias razones.

“en casa”

-          Hola mami. Dije al verla pasar en bata y con una botella de energizante en la mano

-          Hola cariño, ¿te divertiste mucho? ¿Jugaste?

-          Eee…si, ¿y tú?

-          ¿Yo? Dijo extrañada

-          Sí, me refiero a tu charla con tu amigo, ¿fue divertida?

-          Ay si… (sonriendo)…todo es broma y risas con él, me cae de maravilla.

-          ¿Volverá a venir?

-          No sé, si le pido otros batidos quizás.

-          Ya veo.

-          ¿Porque? ¿Te agradó?

-          Si, tiene su…carisma.

-          Ay que bueno oír eso, solo no olvides lo que te pedí mi amor.

-          ¿No decírselo a papá?

-          Si, ahora que venga se lo voy a presentar, porque si no luego se me pone celoso, jijiji.

-          Rayos, si eres bien santa mami, no creo.

-          ¿Mi cara ayuda no?

-          Sí, mucho, jejeje.

-          Ay que cosas estamos diciendo, si parece que me hubieras visto haciendo algo, jijiji.

Me acaricio el mentón y subiendo las escaleras recordó….

-          Pedí comida hijo, por si tienes hambre.

-          ¿Tú no vas a comer?

-          Más tarde, ahorita quiero descansar.

-          Vale. Dije viendo su durazno hinchado tras esa bata, como suponiendo todo lo que se movió

Así pasó el sábado y mientras me debatía si el domingo seria tranquilo o lo aprovecharía al máximo, termine confirmando mi teoría, si papá no estaba era una hembra suelta en plaza, ya cuando este regresara volvería a ser la doña de su casa, mientras tanto a ordeñar más pollas.

“medio día”

-          ¿A dónde iras mami?

-          Raúl me invito a la alberca y con este calor como negarme.

¿Invitación del momento? No, mamá despertó temprano y se aseguró de hacerme la comida, más aun……

-          ¿Y puedo ir?

-          No cariño, Rebe llevara a su amigo y es seguro que vamos a tomar, no es buen ambiente para ti, además te vas aburrir entre adultos, no tendrás con quien jugar.

-          Ya veo, y ¿Beberán mucho?

-          Ni hablar, soy una mujer casada, yo me controlo, pero si lo suficiente para pasarla bien, además habrá parrilla. Dijo sonriente mientras se daba los últimos retoques de labial

-          ¿Me traes?

-          Eso sí, con un buen chorizo como me van a servir.

-          ¿Chorizote?

-          Si hijo, bien grande y gordo. Dijo haciendo la “O” con sus dedos

-          Vaya, cuidado te atores mami.

-          No, resbala perfecto, con la chelita claro, jijiji.

Así termino de alistarse, con un conjunto playero bonito, de blusa, pareo y sandalias.

-          Qué te diviertas.

-          Gracias cariño, no llevo llave.

Salió tal cual, pues la casa del vecino quedaba al costado, así que solo espere que diera la vuelta mirándola por la ventana.

-          Creo que ya.

Salí rápido y me escabullí entre las plantas.

Menuda comida de tierra me metí, pero ni modo, ya estaba del otro lado esperando paciente que llegara.

-          Ya llego el mío. Dijo el vecino al escuchar el timbre

-          Como te alegras cuando Rubén se va de viaje, ¿no?

-          Si tuviera cola, la muevo, jajaja.

Dentro ya estaba la señora Rebeca y el que mamá llamó como su amigo, pero más parecía su macho por la forma como la tocaba y le daba de besos.

“abriendo la puerta”

-          Hola Sarita, bienvenida al matadero.

-          Ya llegó tu cerda cabron.

Como habrá sido la complicidad que se tenían, que se tiró de rodillas al césped y le desabrocho el pantalón, comiéndole la verga ahí mismo.

-          Ohh…la mujer de mi amigo sí que sabe saludar.

-          Vino con hambre, Rubén la tiene a dieta, jijiji.

-          Pues para eso estoy yo, para alimentarla por ambos labios.

-          Ya pasa Sara, te va ver alguien y la vas a liar.

-          Si, estarás de espalda, pero ese culazo es inconfundible. Dijo agachándose para nalguearlo, pero ni así lo soltó mi madre, parecía una becerra recién nacida

Caray, ver como estiraba la lengua en ese tronco marrón, como chupaba su hongo y como se atragantaba sola, limpiándose la saliva, me hizo entender……que no la conocía como suponía.

-          Creo que tú te emocionas más que yo cuando se va tu marido, jajaja.

-          Solo te diré, que mi chochito se moja cuando me dice que se va de viaje. Dijo remangándola

-          Joder, el pobre Rubén chambeando y la mujer exprimiendo pollas, jajaja.

-          Ya sabía cómo era, aun así, se casó conmigo, es su culpa no la mía. Dijo rabiando y haciéndole una puñeta a toda velocidad, si parecía querer su semen ahí mismo

-          Ohhh, pero seguro cree que cambiaste.

-          Que lo siga creyendo, que soy bien feliz follando con mi anillo. Dijo enseñándole el dedo

-          Joder, todavía lo traes, eso es de cochinas.

-          Cállate.

No chupo más, sino se la succiono, como una aspiradora de sacar semen, hasta que el vecino se corrió, si, con la puerta abierta y mamá a sus pies, uff, no saben lo que fue ver eso, si tenía los labios hinchados y las mejillas llenas, tratando de contraer la garganta lo más rápido posible para tragarlo todo, dios mío, si hasta me pareció ver por el tronco como iba bombeando su leche a chorros, ¿y creen que dejó caer algo? No, lo poco que resbalo por su boca se lo recogió con el dedo.

-          Ohhh…va matarme esta guarra.

-          Buenos tardes vecino, un gusto, ¿ya pagué mi invitación a la parrillada? Dijo sonriente y sacudiendo la lengua en su hongo

-          Hija de…ohh, claro que sí, adelante vecinita.

Uno pensando que ese labial mancharía una mejilla, pero lo que termino manchando fue un pene.

“una señal a todo lo que vendría”

Ya no había dudas, mamá era coñito calentón y aprovechaba los días que se quedaba sola para hacer de las suyas.

Pero primero vino la comida…y el plan para su noche.

“los hombres asando la carne y ellas en la cocina cotorreando” 

-          Guapo tu amigo Rebe, creo que me lo vas a prestar un día.

-          Va, no es la gran cosa, pero si el único que me contestó el teléfono, ni de broma iba a quedarme escuchando como te destrozan la cuca.

-          Y dime ¿riega bien flor?

-          Todos en mi lista de lecheros lo hacen, así que contenta voy a quedar.

-          Yo no agarro más al Raúl, lo dejare tranquilito hasta la noche, sino después no la pone tan tiesa. Dijo haciendo el gesto con el brazo y el puño

-          Ay amiga, tu siempre tan cañera.

-          Mira quien lo dice.

-          Bueno, somos. Dijo sonriendo cómplice

-          Hace semanas que estoy esperando esto, ya el viernes me dieron un buen polvo y hoy no va ser la excepción.

-          ¿Qué tal el negrito? Dijo bebiendo su botella

-          Ese no era negrito Rebe, era negrote, con decirte que no me cabía en las dos manos, me atoro el coño y la boca, desgraciado hijo de puta, qué noche la que me dio. Dijo sonriente y sobándose la mandíbula

-          Mejor sóbate abajo, jijiji.

-          También. Dijo haciéndolo

-          Pero cuenta cuenta, como fue. Dijo chismorrona

-          Según yo me quise sentar encima para cabalgarlo, pero me hacía parar el culo a cada rato.

-          ¿En serio?

-          Si, su cabeza me mataba, es más, cuando logré meterme el cascote me hizo respirar como el día que parí a mi Gerardo, jijiji.

-          Ay dios mío, como no estuve ahí para darte ánimos a nalgazos, “Sara, Sara, tu puedes, baja la conchita, te faltan solo veinte centímetros más” jijiji.

-          Jodete (sacándole el dedo medio sonriente).

-          Te sacaría el dedo también pero mejor te lo meto por donde te gusta, jijiji. Dijo juguetona y llevándolo a su durazno

-          Oye, jijiji.

-          Y dime amiga, ¿lograste sentarte?

-          No, quede acuclillada, con la verga del negro adentro, él tuvo que moverse para empezar la despellejada, porque yo tenía miedo de resbalar y que me la sacara por la boca.

-          Mierda, como abra quedado ese hoyito al día siguiente.

-          Acalambrado a mas no poder, pero igual no me deje, le di batalla como buena Portillo que soy, a mí con negros. Dijo sacando pecho

-          ¿Hasta dónde?

“riéndose con la cabeza agachada y cubriéndose la cara, como sabiendo que había perdido”

-          Hasta donde pude, esa cosa me hizo orinar como perra, como una puta perra, hubieras visto como terminaron las sabanas, dios, ni recuerdo en que momento me desmaye.

-          ¿Cómo así?

-          Pues amanecí en mi cama, bañada en leche, bañada. Dijo marcando los lugares de su cuerpo

-          Uy, unos huevos acorde a su manguera (mordiéndose los labios), pero supongo que igual te habrás cuidado.

-          Sí le puse, pero noqueada una nunca sabe.

-          Oye Sara ¿Te acuerdas de mi accidente?

-          Si, jijiji, ¿y descubriste quien fue? Dijo bebiendo de la botella

-          No, ninguno de los dos que conocimos en el bar me contestó.

-          Que hijos de puta, si yo hubiera estado en mis días creo que también me preñaban, mi calzón llegó repleto de semen, tuve que botarlo.

-          Yo ni pude encontrar el mío, le manché el carro al taxista, felizmente no se dio cuenta, jijiji.

-          Que noche aquella, nunca había despertado en un motel, tirada desnuda y con dolor de concha.

-          Ese día nos excedimos, Sara tenemos hijos y tu hasta marido.

-          Si, tienes razón, voy a cambiar. Dijo aguantándose la risa

-          Claro y yo voy a buscar la nena para la parejita, jijiji.

-          Ay que haría sin ti, eras tan loca como yo. Dijo abrazándola

“las pinkis del barrio”

………………………..

Ni bien estuvo la parrilla comenzaron a llenar la pancita, cual combustible, todos comiendo a montón, sabiendo seguro que más tarde quemarían todas esas calorías con mucha facilidad, es más, la que comía mas era mi madre mientras el vecino la observaba burlón.

-          Boquita come…paga.

-          Jijiji, yo pensé que me invitabas de corazón.

-          ¿Quieres más?

-          Ya pon, igual voy a tener que pagar, jijiji.

“llenos y llenas, bajándolo con vino”

……………………….

Así pasaron a las tumbonas donde platicaron entre risas y cervezas, buen rato diría, ya maso menos al promediar las cinco de la tarde empezó la verdadera rumba, con mamá poniendo música.

-          Vamos, hay que terminar de bajar la comida para la gozadera.

-          Sara quiere estar ligerita, para poner los pies en las orejas, jijiji.

-          A ti te los van a poner detrás del cuello, jijiji.

Cada uno con su pareja, se la pasaron bailando hasta abajo y hasta que la misma luna alumbro, las botellas también comenzaron a caer por montón y de lado había quedado eso de “no tomare mucho, soy una mujer casada hijo”, pero claro, ahora entendía que todo era parte de su plan para poder hacer sus cosas.

“ebrias y en estado salvaje”

-          Ya iré a chillar, ¿dónde pusieron los condones?

-          En mi cartera hay dos tiras.

-          Gracias amiga, tu siempre cuidándome. Dijo abrazándola

-          Después de lo que paso tengo que hacerlo, jijiji.

-          Te quiero Sara.

-          Yo también.

Se despidieron con un piquito y los primeros en partir fueron la señora Rebeca y su amigo, que no aguantándose las ganas se levantó la falda y se dedeo el coñito, ahí me di cuenta que estaba depilada, que lindo lo tenía, luego mamá al quedarse a solas con el vecino no tuvo mejor idea que quitarse el bikini y meterse un chapuzón en la piscina, si, con las tetas al aire y esa concha peluda que tenía, rayos, si hasta supuse haber salido como un mono.

-          Te vas ahogar cabrona.

-          ¿Así? Pues sálvame si quieres esta conchita.

Mamá nado de lado a lado y el vecino que también estaba picado no tuvo de otra que ir por su gallina, solo que, al verlo que estaba llegando mi madre salió de la piscina y comenzó a correr por toda la casa, uff, lo increíble se veían esas tetas rebotando, con el agua cayendo de su cuerpo.

-          Ya no quiero.

-          Soy la esposa de tu amigo.

-          Su culona se respeta, jijiji.

-          Me importa un carajo Rubén.

-          Ven acá.

-          Ese gordo culo es mío.

-          No se salva esta noche.

Le dieron varias vueltas a la casa, tropezando de lo ebrios que estaban y recién cuando mamá subió al segundo piso supuse lo que estaba pasando, pues ya más nadie bajo.

“la hora de la verdad”

Ni bien me abrí paso por la casa empecé a escuchar los gemidos de la señora Rebeca, como lo suponía, detrás de esa apariencia dulce había una mujer salvaje, a la que no pude evitar darle un vistazo, uff, si se la estaban follando en el aire, sin ninguna chance a bajarse, solo a recibir y aguantar tremenda culeada, pero bueno, a la que quería ver era a mi madre, que no es por exagerar pero la emoción me desbordaba, cada paso, cada escalón, era acercarme más ella, al fin la vería, al fin la escucharía, con un hombre que no era  mi padre, solo de saber eso el cosquilleo me aumentaba, así que ni bien comencé a oírla corrí desesperado, asomándome y presenciando su infidelidad.


Waoo…

Simplemente wao, mis manos me temblaban, mi corazón latía con fuerza, dios mío, no saben lo que fue ver eso, el culo horrendo del vecino y el durazno precioso de mi madre, ¡uniéndose en el medio!!

-          Rayos mamá.

-          Eres una puerca.

-          Si se ven los corazones saliendo cuando te llena.

“de la punta a la base y hasta que sus bolas chocaran con su ano”

Uff…

Ni que decir del gemido que soltaba cada vez que le sumergía entero el trozo y le ajustaba los labios.

-          Como puede caberle todo eso ahí.

-          Si se supone que solo estabas con mi padre.

-          Mendiga putita.

Y como sabía que este momento no se iba a repetir saque mi teléfono echándole un par de fotos, solo que…como todo un voyeur amateur…olvide apagar el flash.

-          ¡Ahhhh!!… ¿Que fue eso?

En mi desesperación quise ocultarme, pero no solo se me cayó el teléfono, sino que me vio.

-          Rayos, ya la ca…

-          ¿Gerardo?

-          ¡No!!

Corrí como si no hubiera una mañana, mientras ella gritaba que volviera.

-          ¡Ven acá muchachito!!

-          ¡Qué vengas he dicho!!

-          ¡Gerardo!!

Pero poco me importo, solo quería llegar a casa y clavar con maderas la puerta de mi cuarto.

“Ya en la calle”

Le estaba dando duro a mis piernitas, pero mamá salió desnuda y me alcanzo en el patio, agarrándome de la camiseta.

-          ¡Gerardo!!

-          Ay caray, ¿qu-que se te ofrece mami?

-          ¿Qué hacías aquí? Te dije bien claro que te quedaras, me has desobedecido.

-          Vine por un poco de comida, es todo, lo juro.

-          No puedo creer que me vieras así y encima me tomaste una foto, ¿que piensas hacer con eso? Eh.

-          Tranquila mami, no se lo mostrare a papá, solo que….

-          ¿Qué cosa? Habla.

-          Me agrado verte así y quise tener un recuerdo.

-          ¿Como?

-          Sí, no estoy molesto ni voy andar de chismoso, me gustó lo que hiciste.

“Mamá quedo sorprendida”

-          Vaya, no contaba con eso, ¿lo dices en serio? ¿No me estas mintiendo?

-          No, y te prometo que no se lo contare a papá.

-          Ay cariño y yo que estaba sudando frio, es más, ¿estás seguro?

-          Jejeje, que sí, guardare tu secreto.

-          Hermoso mi bebe, sabía que no ibas a delatarme.

-          Ya, vuelve, te va dar frio ahí abajo.

-          Si hasta echo un horno, jijiji, dios mío, ya mañana hablamos mejor, ahora estoy borracha.

-          Dale, diviértete mami.

Se dio media vuelta y regresó, ¿pero creen que vino? No, la rumba continuo al día siguiente y creo que no la dejaron irse, quien lo haría, con tan suculento culito, así que la encerrona prosiguió, más todavía con el amigo de Rebeca, que no se despegaba de mi madre, estaba como un perro, con el pene erecto tras el short y queriendo montarla, a como dé lugar, costándole un poco, pero al final logrando que ella le aflojara, y es que pudo resistir hasta donde la fuerza le dio ya que el desgraciado la puso más ebria y viendo que no podía pararse ya, era solo cuestión de tiempo para sobarse las manos.

…………………….

“viendo al vecino tirado en la tumbona”

-          Estoy cansado joder, mucha chela.

-          ¿Tan poco aguantas?

-          Ya son dos días, pedazo de soquete.

-          Jajaja, anda a dormir nomas Raúl, aquí te la cuido yo.

-          Si si cabron, más te vale no tocarla, te estoy viendo.

-          Si solo bailamos amigo, nada más.

-          Sara, a tu casa, vamos, hazme caso guarra.

Pero mamá ni lo escucho siguió moviéndose al ritmo de la música, literal como una títere ya que el tipo la controlaba a su antojo, si quería pegadito la atraía de la cintura, si quería hasta abajo la tomaba de las caderas, si quería alzarle la pierna la levantaba y si se le antoja manosear su cuerpo solo lo hacía, mendigo, la cara que ponía al sentir las lonjitas de su abdomen o la piel acolchonada de sus nalgas.

-          Me mata el sueño carajo.

-          No vuelvo a tomar así.

 “cayendo al césped”

Ya Rebeca se había ido más temprano y a este solo le quedo esperar que el vecino se durmiera, cosa que no tardo en pasar, saboreando al fin la única prenda que llevaba mi madre, su pareo amarrado.

-          Ahora sí.

Forcejeo con ella y la termino llevando arriba.

“siguiéndolos”

Por supuesto que ni pude dormir estaba esperando ansioso su regreso, pero claro, como aquello nunca se dio volví a espiarla por la tarde.

“cargándola sobre su hombro mientras le jalaba la tela para quitársela”

-          No te resistas rubia.

-          Que es un pene más para ti. Dijo desnudándola

Se aseguró de llevarla al cuarto del fondo para que nadie la escuchara y ahí, en un colchón tirado en el suelo la termino colocando en cuatro.

-          Ohh, que terrible culazo.

-          La puta que te remil pario.

Se quitó el short con rabia y como habrá estado de encañonado que su polla apenas dio un rebote de lo dura que estaba.

-          Espero vuelvas a la tribuna.

-          Porque verte de nuevo va ser una pasada.

-          Señora Portillo ¿no?

Burlón se colocó detrás de ella para meterle el pene piel con piel, como si fuera el dueño de su conchita, si cuando la sumergió entera y la saco bañada en sus jugos no pude creerlo, se había atrevido a tanto y encima…no le tuvo ni una pisca de misericordia, la monto como una perra.

Ploff!! Ploff!! Ploff!! Ploff!!


“muñeca chillona”

Si con el vecino gimió gustosa, ahora con este lo hacía de una forma salvaje, que barbaridad, era mi madre en su estado más puro y animal, pero, aun así, en su embriaguez, sabía que algo no estaba bien, quizás la sensación, el sonido, no sé, ella conocía muy bien su vagina así que quiso mirar, pero este le enterró la cabeza en el colchón.

-          Joder, y pensar que la semana pasada jugué futbol con tu marido.

-          Donde nos peleamos.

-          Esto si es cobrársela con interés.

-          Ohhh.

-          Para que aprendas a no ponerte saltón.

-          Cornudo hijo de puta.

-          Se lo raspo peladazo.

-          ¡Como si fuera mi puto coño!!

Mamá se dejó llevar por su orgasmo y perdiendo la cordura solo tuvo cabeza para gemir, arañar el colchón y contraer los deditos del pie, y fue en ese momento donde este no tuvo reparos en venirse dentro de ella, que locura, que desbordante de emoción, el ver como otro hombre que no era mi padre le llenaba la concha con su semen.

Para colmo…

“arremetiéndola con cada chorro”

-          Ohh, puta de mierda.

-          Haber si tienes el valor de contárselo.

-          ¿Estas escuchando?

-          Mira que iré fijo al siguiente partido.

-          Para meterte el dedo.

-          Así como lo hice hoy.

-          ¡En esa conchaza peluda!!

Le termino de vaciar los huevos y le metió tremenda nalgada, que le marcó la mano y la dejó tirada con la lengua afuera.

“un final soñado”

Claro, que más pudo esperar recibir aquí, ¿una colcha? ¿un cuarto con la luz apagada? si no solo vino a follarse al vecino, sino que coquetona y sedienta por el alcohol en vez de irse con su amiga se quedó a embriagarse más con el tipo, dejándose manosear la vagina durante los bailes y como era obvio…...regalarle su culo para sacarle toda la leche.

“mi linda y tierna mami”

Si, aunque suene paradójico, ahí estaba tirada, con la piel enrojecida por todos lados, la misma que me aconsejaba estudiar y parecía no matar ni una mosca, vaya, creo que algo fluía de mi entrepierna.

-          Ahora si me largo.

-          Ya tengo lo que quería.

Se vistió y saliendo de la casa corrí detrás de él.

………………………

-          Hey, buena hembra, ¿no?

-          ¿Eh? ¿Quién eres tú?

-          Soy su hijo, Gerardo.

-          Chiquillo pendejo, que haces mirando a la putilla de tu madre, ¿te la jalas o qué?

-          Algo así, dime, ¿no te gustaría repetir?

-          ¿Me estas jodiendo? ¿Me quieres ver la cara? Dijo enfadándose

-          No, hablo en serio, con papá presente.

-          ¿Que?

-          Si, va ser mejor, ¿no?

-          Si me estas jodiendo juro que te va ir muy mal.

-          No, hablo en serio.

-          ¿Y cómo harás eso?

-          Déjamelo a mí……, ¿eres?

-          Marcelo, Marce para los cuates.

-          Bien Marce, dame tu número y veremos que hacemos.

-          Dale.

Me di la mano con él y si bien no me agradaba…era un marrano por naturaleza.

-          Si, este señor va complacer el morbo de mis ojos, jejeje.

………………………….

Así paso el lunes y pude darme el lujo de no ir a la prepa, por obvias razones, mamá aún seguía con el alcohol en la sangre y solo quería pasar la resaca, si hasta me pregunto en la noche como me fue en clases, pero bueno ya el martes se recuperó y volvió a sus vestidos holgados, su bincha en la cabeza, su delantal en la cocina, así que no pude faltar, la diversión había terminado, por ahora, pues……papá también llegó ese día, en horas de la mañana.

“Volviendo de la prepa con mi hermana”

-          Hola papi, ¿qué tal estuvo tu viaje?

-          De maravilla princesa, te traje lo que me pediste.

-          Ay que emoción, te quiero papi. Dijo abrazándolo

-          ¿Y tú Gerardo? Como te fue? ¿Me cuidaste a tu madre?

Mamá estaba tomando su jugo de naranja, pero casi se atora de la risa.

-          Por supuesto papá, nos la pasamos viendo películas.

-          A qué bueno, ¿pero porque no me contestabas amor?

-          Es que me presto su celular papá, para un zoom, yo me quede sin batería.

-          Ya veo.

-          Ahora tengo algo importante que decirte.

-          ¿Qué pasa Gerardo?

-          Como se viene el campeonato inter prepas, invite a un amigo para que me entrene.

-          ¿A quién?

-          Se llama Marcelo.

-          ¿Que? ¿Te refieres al hombre con el que juego?

-          Sí, me lo recomendó el entrenador, así que no puedo dejarlo pasar.

-          No, imposible, no me llevo bien con ese tipo, es mal educado.

-          Pero papaaaá……hasta mamá tuvo el placer natural de conocerlo.

“atorándose”

-          Tss!! Tsss!!

-          Cuidado Sara.

-          Lo siento, tome mucho creo. Dijo limpiándose

-          Y dime, ¿De dónde lo conoces? No recuerdo habértelo presentado la vez que me acompañaste al futbol.

-          Es amigo de Rebeca, solo intercambiamos saludos.

-          ¿Pero fue agradable o no mami? En lo que intercambiaron. Dijo mirándola a los ojos y recordando cómo le salpicaba los jugos de su conchita

-          Bueno, tiene lo suyo cariño. Dijo jugando con mi nariz

-          ¿Pero ese tipo en mi casa? ¿Y con mi hijo? Si casi nos peleamos.

-          Rayos, en ese caso podría ser un buen momento para firmar la pipa de la paz.

-          No lo sé Gerardo, no me agrada.

-          ¿Me ayudas mami? Dije haciéndole cosquillas en la pelvis

-          Jijiji, vamos mi amor, es solo un entrenador, no mescles temas personales en esto, además Gerardo va necesitar prepararse bien.

-          Es que no sé Sara.

-          Hazlo por tu hijo, casi nunca lo conscientes, todo es Sofí.

-          ¡Mamá!!

-          Perdón hermosa, pero es la verdad, no lo niegues.

“entre labios le dijo, te jodiste como sabiendo cosas de ella”

-          Bueno, está bien, igual va estar en el patio.

-          Quien sabe papá, a veces para entrenar hay que formar equipos, ¿o no mami? Jejeje.

-          Sí, es un juego colectivo. Dijo bebiendo su vaso y mirándome de reojos

-          Uno dos, uno dos, de atrás hacia adelante, de arriba abajo, a que va estar bueno el entrenamiento, lo puedo sospechar mami. Dije palmeando su trasero por encima de su jean

Ahí soltó una risita y papá siguió leyendo su periódico.

……………………..

……………………..

Así paso la semana y como ya había quedado previamente con Marcelo, termino viniendo el sábado por la mañana, para el entrenamiento chochal.

-          Cariño, ¿seguro que quieres traerlo?

-          ¿Lo dices por lo que te hizo?

-          ¿Estuviste ahí?

-          Si, vi cómo te follo y te lleno la vagina de semen.

-          Dios mío y no hiciste nada cabron.

-          Tu cara decía otra cosa, como cortarte ese momento.

-          Ay qué vergüenza, mi hijo ya sabe lo que soy.

-          Tranquila mami, esto apenas empieza y vamos a pasarla bien los dos.

-          ¿Que?

-          Cámbiate, ponte ropa deportiva, de preferencia algo cortito.

-          No hablas en serio.

-          Si, o no me digas que no te rascaste cuando le pedí a papá que viniera.

-          Ay hijo, no sé qué estés tramando, pero te advierto que soy débil.

-          Si, justo por eso vas a venir conmigo.

Me termine de atar las zapatillas y baje a esperarlo.

………………………

-          Sabes que puedo pagarte otro entrenador o hacerlo yo mismo.

-          No papá, él sabe jugar, me va enseñar bien.

-          Que incomodo va ser esto, no responderé por lo que pase hijo.

-          Tranquilo, y cámbiate.

-          ¿Que?

-          Necesitaremos uno más para jugar.

-          ¿Cómo que uno más?

-          Sí, yo, Marce, mamá y tú.

-          ¿Tu madre aceptó jugar?

-          Sí, me dijo que era una experta con las pelotas, jejeje.

-          Dirás pelota.

-          Sí, eso mismo papá, ahora cámbiate, no hagas lio.

-          Bueno, si tu madre va jugar no puedo quedarme de brazos cruzados, seguro se va querer lucir el granuja.

Dejó su periódico y mientras subía a cambiarse mamá bajó llevando la ropa sucia.

-          ¿Lo convenciste? Dijo extrañada

-          Sí, fue fácil, jejeje.

-          Ay hijo, no puedo negar que tengo miedo y a la vez un cosquilleo.

-          Yo también, vamos, todo saldrá bien, tu solo…diviértete.

-          Dejare esto en la lavandería y me cambio, ¿vale?

-          Vale.

En lo que fue y regreso sonó el timbre de la casa.

-          Debe ser él, le abres.

-          No, mejor ve tu mami.

-          ¿Yo?

Mamá sonrió coqueta y arreglándose el cabello fue hacia la puerta.

¡Ring!! ¡Ring!! ¡Ring!!

-          ¿Quién es?

-          Marcelo.

-          ¿El que me dejo el regalito el otro día?

-          Ohh… ¿no está el cornudo por ahí?

-          Subió un rato. Dijo abriendo la puerta

-          ¿Y qué tal? ¿Pegó? ¿Voy a ser padre?

-          En tus sueños, esta pancita no se llena fácil. Dijo palmeándose el abdomen

-          Ven acá rubia, hoy tampoco te perdono.

“besándola con lengua y mordiéndole el labio”

-          Oye, espera, no, mi marido está arriba.

-          ¿Y qué? Que se entere, así te vienes a vivir conmigo.

-          Jijiji, estás loco, soy una mujer casada.

Como escuche que papá venia les avise rápido.

-          Hey, mi padre.

-          Joder. Dijo soltándola, volteándola y dándole una nalgada, que hasta la hizo brincar

-          ¿Que fue eso? ¿Que sonó?

-          Fui yo papi, aplaudí con mis manos. Dije haciéndolo

-          Ya veo.

-          Hola Rubén, que tal, espero no me guardes rencor por el golpe, jajaja.

-          No que va. Dijo molesto

-          Yo iré a cambiarme, ustedes arreglen sus asuntos.

Mamá subió y papá bajó las escaleras, dándole la mano.

-          Solo lo hago por mi hijo.

-          Y yo también, me agrada el chaval.

-          ¿Qué tanto lo entrenaras?

-          Lo que sea necesario, su campeonato está cerca.

-          Más te vale que haga muchos goles o no te pagaré.

-          Bueno, me cobrare con tu esposa entonces. Dijo burlón

-          ¿Como?

-          Tranquilo, relaja el chiquito, ¿debe tener dinero no?

-          No, ella no trabaja.

-          Joder, yo pensé que sí, ni modo, tendré que hacer un buen trabajo entonces, jajaja.

Nos pidió salir para ir empezando.

……………………….

Y como a eso de los diez minutos, mientras calentábamos, mamá hizo aparición, trotando y de qué forma, si hasta podía imaginar cómo le iba creciendo la polla al Marcelo, caray, solo ella, la medicina para la impotencia hecha mujer.

-          Diossss, creo que ahí viene tu mujercita Rubén, si, es ella. Dijo burlón y viendo como rebotaban sus nalgas, como si esa parte de su cuerpo fuese su cara

-          Caray Sara, ¿no había un pantalón?

-          No mi amor, voy a jugar al futbol y lo mas cómodo me pareció esto, mira como muevo mis piernas. Dijo pateando

-          Pero…está un poco corto ese short, no cubre nada. Dijo jalando la tela

-          ¿Nada? No seas exagerado.

-          Si, mira, tu trasero esta al aire.

-          Ay, lo que pasa que tengo el culo muy gordo (mordiéndose el dedo coquetona) no me culpes por eso.

-          Si amigo, deberías dar las gracias más bien, jajaja.

-          Ya vez tonto, Marce si agradecería tener una mujer como yo y no andaría fastidiando, además… ¿qué tiene? Si estamos entre amigos.

-          Si papá, además Marcelo es mi profesor, creo que lo estas ofendiendo.

-          Si Rubén, y te voy a disculpar, solo porque me enseñaron al igual que tu santa mujer, a poner el cachete, digo, la otra mejilla, jajaja.

-          Discúlpame, no volverá a ocurrir.

-          Eso espero o le diré que te dé de nalgadas. Dijo mamá jalándole la oreja y poniéndose de espaldas al Marce

-          Si Rubén, te daré unas que te van a dejar el culo como un tomate, joder, que prietas están. Dijo abofeteando el aire

-          Está bien, ya entendí.

-          Entonces empecemos.

Este se acercó y a la volada le jaló el short hacia arriba, para que su durazno se lo comiera como un hilo.

-          ¡Ay!!

-          ¿Estás bien amor?

-          Si, solo me tropecé. Dijo sonriente y sin sacarse nada, es más, trotó en su sitio para que le rebotaran y este se lo mirara

-          Bueno…ya que somos varios, lo mejor sería ejercitarnos en grupo, eso ayuda a mejorar la comunicación y por ende el desempeño en el equipo.

-          Ok, yo haré grupo con mi….

-          No no, espera Rubencito, el mejor grupo siempre es papá e hijo, te lo dice un profesional.

-          Si papi, ven conmigo, tú me enseñaste a patear el balón.

-          Ya ves, de razón no llegaste a un equipo, te falto mentalidad.

-          Si mi vida, anda ve con nuestro Gerardo.

-          ¿Y tú?

Abrazándolo al Marce y este burlón poniendo la mano en su cintura.

-          Yo haré grupo con tu señora, pero tranquilo, te la cuidare muy bien, casi ni se cansará.

-          Tal vez me haga salpicar el sudor, pero nada más gordito, jijiji.

-          Sara ¿No te sentirás incomoda?

-          Para nada, es solo un entrenamiento, relájate.

-          Va-vale.

-          Bien, primero vamos a correr, diez vueltas a la manzana, vamos.

-          ¿Irán atrás?

-          Si, debo supervisar a mi pupilo, ¿algún problema?

-          Eee…no, ninguno.

Se notaba el miedo en sus ojos pues mamá estaba más buena que nunca, ¡en su pulpa!!  como culparlo, encima iba de risitas y miraditas con el entrenador, dejándose tocar a confianza.

-          Uno dos, uno dos, moviendo las piernas.

-          Vamos que no vinimos a holgazanear Rubén.

Así comenzamos a correr y si bien al inicio mantenían una distancia corta, esta se fue aumentando poco a poco y no solo eso, sino que mamá se reía de rato en rato, golpeándolo juguetona y hasta saltando sobre su espalda.

-          ¿Todo bien amor?

-          Si Rubén, perfecto, el Marce es un bromista, me hace reír mucho, jijiji.

-          ¿No puedes acercarte más?

-          No, no tengo el físico de nuestro hijo, ya estoy maciza y veterana. Dijo viéndose los pechotes como si tuviera la polla del Marce en medio, si hasta se mordió los labios y lo vio de reojos para que este se diera cuenta de su travieso pensamiento

-          Si Rubén, deja que vaya a su ritmo, ya no es una chiquilla… (en voz baja y viendo sus enormes pezones marcando su top) …es mejor que eso, joder, que buenas ubres.

-          ¿Qué dijiste?

-          Nada amigo, que sigas corriendo hombre, voltea.

Acelere el paso para alejarnos un poco más, cuando en eso, sin darnos cuenta, ya ambos habían desaparecido.

……………………….

-          Espera Gerardo, ¿a dónde se fue tu madre?

-          Tal vez fue por un energizante, ya se le veía cansada.

-          ¿Y Marcelo?

-          Seguro la acompaño, son grupo, ya no te preocupes.

Lo anime a continuar y a la vez los busqué con la mirada, sí que fueron escurridizos, se ocultaron bien, pero en uno de los tantos callejones se habían metido, detrás de un contenedor, ahí vi a Marce, con el buzo en las rodillas y empujando rabioso su pelvis, de atrás hacia adelante, rayos, se estaba follando los pechos de mi madre, mientras esta le aprisionaba las tetas con fuerza y le estiraba la lengua para lametear su hongo.

Fue tremendo, pues también…mamá había puesto las rodillas sobre unos cartones viejos.

-          ¿De qué te ríes hijo?

-          De nada papi, sigamos, ya casi cumplimos las diez vueltas.

Pasar, pasar, pasar, y verle la cara de zorra cachonda con los pechos cada vez más asquerosos era una auténtica delicia, el cómo chorreaba la saliva de su boca de los escupitajos que le soltaba para que le resbalara mejor o el líquido pre seminal que se iba colando en sus rosados melones y que llegaron a colgarle de un pezón, uff, si ganas no me faltaban de tomarle fotos para irme directo al baño, pero…si algo podía faltar…ellos se encargaron de regalármelo.

…………………..

-          ¿Que? ¿Es Sara? ¿Saliendo del callejón?

Mamá salió bebiendo una botella de agua y con el polo un poco suelto pues este le había sacado los pechos por el escote, creo que de milagro no lo rompió, pero eso no fue todo, la había hecho sudar tanto que la tela traspirada traslucía sus pezones erectos.

-          ¿Amor? ¿Qué hacías ahí?

-          Nos cansamos de correr y entramos un ratito a descansar.

-          Si Rubén, amablemente le traje el botellón de leche, digo de agua. Dijo burlón

-          ¿Que?

-          Ay este Marce, siempre tonteando para hablar, jijiji.

-          ¿Me compras agua papá?

-          Si, va-vamos, ¿no quieren algo?

-          No, nosotros iremos yendo a tu casa Rubén, para ir estirando.

-          Bien pensado Marce, con lo que me gusta estirarlo, jijiji.

-          Bu-bueno, al rato los alcanzamos.

Al parecer no fue suficiente manoseo con el trote y la pedazo de rusa que le hizo, ya que ni bien regresamos de la tienda no los encontramos.

-          ¿A dónde se fueron ahora?

Como papá se dispuso a entrar rápido grité.

-          ¡Mami!! ¡Mami!! ¡Ya llegamos!!

………………………

No tardando en aparecer, solo que…Marcelo venía con una erección terrible en el buzo, si, como si la hubiera sacado antes del clímax y mamá…no solo lo acompañaba adormilada o dándose aire con la mano, sino que no puedo evitar rascarse el monte de venus y hasta abrirse de piernas para sacarse el calzón de la vagina, pues creo que se le estaba pegando con cada paso.

“manchando el short”

Creo que aquello fue una señal, de cómo la tenía……pobre mami, ni ella misma se dio cuenta al acomodarse.

-          Sara, ¿te orinaste?

-          ¿Yo? (viendo la mancha en su entrepierna) ay, debe ser el sudor.

-          O una tela muy delgada diría, no le absorbe nada y encima se la marca.

Marcelo se lo estiro hacia arriba y clarito se le dibujo la pata de camello.

-          Uff…no digo. Dijo burlón, al ver como se la había dejado de hambrienta

-          ¡Amor!!

-          Estas no sirven, tienes que botarlo Sara.

-          ¿Seguro entrenador? Es mi favorita.

-          Bueno, no puedo con eso, pero ya sabes cómo se pone cuando babeas, digo, cuando sudas. Dijo soltándola

A lo que papá confundido le quiso dar una solución.

-          Si te gusta esa prenda haré que le pongan más tela en la costurera.

-          Si gordito, por favor, me sentí casi desnuda, jijiji.

-          Sara, no digas eso delante de Marcelo.

-          Ay amor, somos adultos, ya no exageres, ni que no hubiera visto una veterana peluda en su vida.

-          Ohh…jajaja.

-          Sara, eso fue mucha información, no debiste….

-          Ya, mejor sigamos entrenando, no me gusta cuando te pones así.

-          Lo siento, solo que…

-          Ya Marce, que sigue. Dijo ofuscada

-          Vamos a estirar, así evitamos las lesiones.

-          Vale, ¿te ayudo?

-          Si, vengan.

…………………………

Fuimos al patio trasero y ahí en el césped le pidió que se echara, boca arriba, mientras él se arrodillo a la altura de su cabeza.

-          Esto es bueno para los muslos, los hacemos fuertes.

-          ¿Hago algo? ¿O solo me quedo quieta?

-          No, levanta las piernas Sarita.

Ahí pensamos que simplemente las estiraría, pero no, este las sostuvo y las fue llevando hasta sus orejas, levantándole las nalgotas del césped, ¿pero creen eso fue todo? No, las separo de par en par y echando humo de las narices quedo mirando con rayos x su entrepierna, si hasta podía ver en sus ojos como se reflejaba el peludo chochon que guardaba ese shortcito, fue tremendo, la desnudo con sus gestos.

-          Oye, jijiji.

-          ¿Qué le estás haciendo a mi mujer?

-          Calmado, solo mira lo duro que se pone ese muslo, ¿apoco no está fuerte?

-          Si Rubén, no seas mal pensado.

-          Esto es lo primero que debes hacer Gerardo, moviendo las piernas de lado a lado y cruzándolas, ¿te quedo claro?

-          Si Marce.

-          Ahora pasemos al siguiente.

Solo que…en vez de dejar caer sus piernas, este le agarro el short con todo y calzón, y lo jalo para levantarla dándole un volantín, menuda vista se dio, con toda la raja de su culo de principio a fin.

-          ¡Ay!!

-          Joder, discúlpame Sara, pensé que tenía buen elástico, jajaja.

-          Yo igual, pero ni eso tiene este short barato, jijiji. Dijo acomodándose

-          Más barato lo que guarda. Dijo bajito

-          Oye, jijiji.

-          ¿De qué hablan?

-          No fastidies Rubén.

-          Pero…eres un irrespetuoso Marcelo. Dijo encarándolo

-          Hey, fue un accidente amigo, no te pongas saltón, ¿o quieres otro madrazo? Eh.

La cosa se iba a poner picante, pero mamá se metió para calmar las aguas.

-          ¿Eres sordo o qué? ¿No escuchaste que fue un accidente?

-          Pero se te vio todo.

-          Lo sé, no soy ciega, ya bájate, no vas a pelear con el entrenador de mi hijo.

-          Si papá, ya cálmate, estamos aquí para divertirnos no para pelear.

-          Ves, tonto. Dijo golpeando su pecho

-          Bien, ¿seguimos?

-          Si Marce, no le prestes atención.

-          Está bien, lo siento, no volverá a suceder. Dijo dándole la mano

-          Ok Rubén, no te preocupes, eres su esposo, lo entiendo.

“sonriendo cómplice con mi madre”

………………….

-          Ahora viene uno de mis favoritos, es muy bueno para el equilibrio.

-          ¿Escuchaste papá? Con eso ya no caeré.

-          Si Gerardo, atento.

-          Acompáñame Sara, aquí, aquí está bien.

La llevo a la pared y ahí le pidió que se pusiera de cabeza, si, así como escuchan.

-          Pero me voy a caer, no soy tan buena en eso.

-          Tranquila, para eso te traje cerca de la pared.

-          A vale.

Mamá lo intento con sus brazos, pero volvía a caer de pie, fue recién con la ayuda de Marce que pudo colocarse de cabeza.

-          La idea es que lo hagas sin apoyo Gerardo, pero en caso no puedas así prácticas.

-          Entiendo.

-          Ahora…a medida que vas avanzando, vas abriendo las piernas y colocándolas a los lados, así, mira.

Las pegó contra la pared, como si le estuviera haciendo un 69 y le estuviera comiendo el coño despatarrada, si hasta lo saboreo, viendo su entrepierna acolchonada por su vello púbico.

-          Oye, jijiji.

-          Le hago esto a tu madre porque si no se cae (sonriendo burlón) pero presta atención, así vas a poner las piernas y las vas a ir balanceando.

-          Vale.

-          Por cierto Rubén, ¿aquel no es tu vecino?

-          ¿Quien?

Al momento que papá se giró, este le hizo a un lado el short y le metió el dedo en la concha, revoloteándola y haciéndola que no solo se aguantara los gemidos con muecas, sino que cayera sobre su espalda, uff, pero ahí no quedo todo, antes de que papá volviera a mirar este le metió un bofetón a su peluda vulva.

Splashh!!

-          Joder, hasta el olor es brutal. Dijo olfateando su dedo

-          ¿Sara? Caray, te caíste.

-          Que rico Rubén, digo que tortazo. Dijo balbuceando

-          Ohh, discúlpame amigo, tu vecino también me distrajo, mendigo inoportuno.

Entre los dos la ayudaron, pero papá al darse cuenta de su short rápido lo acomodó.

-          Dios mío, esto si está muy pequeño.

-          No debiste ponértelo Sara.

-          ¿Sara?

El gancho con el dedo fue fulminante y sumándole el raspado que le habrá metido, era normal que estuviera como atontada.

-          ¿Estás bien?

-          Si, si, no pasó nada, fue solo por la caída.

-          ¿Te golpeaste?

-          No, fue más el susto.

-          Lo siento Sarita, el vecino me distrajo.

-          Si, pobre que venga por azúcar, nada le voy a dar.

Mamá sentada se recuperó, pero mirándolo ya de forma sedienta a Marcelo.

-          Por ahora dejaremos aquí la clase de estiramiento, ya tu madre nos ha ayudado mucho Gerardo.

-          Sí, le voy a traer un refresquito, se lo merece, jejeje.

-          Ay gracias cariño y bien fría, que estoy quemando. Dijo sonriente y dándose aire con la mano

-          ¿Te diviertes Rubencito? Dijo burlón

-          No mucho, solo lo hago por mi hijo.

-          Pues ahora vas a pasarlo mejor.

-          ¿Que?

A lo que ayudaron a mamá a ponerse de pie fui por la jarra de limonada, sirviendo a todos y quedando listos para….

-          Ahora vamos a jugar, ya va siendo hora. Dijo con la pelota y su silbato

-          ¡Siii!! Grité emocionado

-          Y como se ve que ustedes son inseparables, Gerardo, vas a formar equipo con tu madre y yo con el cabron de tu padre.

-          ¿Eh?

-          Vamos amigo, ¿no aguantas una broma? Jajaja.

-          Si mi amor, ya relájate, todos la estamos pasando bien. Dijo mamá abrazándolo y reconciliando

-          Ok cariño, solo porque tú lo dices.

-          Bien, un arco aquí y uno allá.

Mientras lo armábamos con papá me di cuenta que en el centro del patio mamá le metió un apretón de bulto al Marce, pero no cualquier apretón, sino agarrando bolas y tronco, si hasta se lo marco clarito en su mano poniéndole cara de guarra.

-          Ops, me equivoque de pelotas, jijiji.

-          Hija de…ya vas a ver lo que te voy hacer. Dijo retorciéndole el pezón

-          ¡Uhm!!  Que macho tan malo, tiembla mi conchi…

-          ¿Sara? ¿Qué ocurre?

“empujándolo”

-          Nada gordito, solo me está dando unos tips para dominar el balón.

-          Ya veo, igual no te va servir, nunca fuiste buena con el futbol.

Para que le hizo esa broma, mamá se puso chinita.

-          ¿A no? Pues ahora vas a ver, yo fui delantera igual que mi hijo.

Marcelo dio el silbatazo y bola al aire mamá la dominó.

-          Toma cariño.

-          Ábrete mami.

-          Con lo que me gusta abrirme, jijiji.

Espere que papá se acercara a marcarme y bombeada se la tiré, parándolo de pecho y haciendo que estas se sacudieran.

-          Joder, para morderlas.

-          ¿Morder que Marcelo?

-          En la marca pues Rubén, así, mismo italiano.

Le dio un toque en el talón y mamá cayendo hacia atrás lo hizo encima de él, pero este como buen cerdo ya la estaba esperando y agarrándola de la cintura en el césped le metió dos bultazos a su culote, como si se la estuviera follando, pero lo más tremendo fue que su polla se sacudió dentro del buzo, como si no llevara calzoncillo.

-          No, para Marcelo. Dijo papá presenciando la escena

-          Oye, jijiji, eso es falta, ¡falta!!

-          Si, saca mami.

Se paró y riéndose aún…miro a papá como diciendo que pasa.

-          Buena marca ¿no?

-          No del todo. Dijo serio

-          Juega hijo, hay que anotar.

Mamá sacó rápido y me dio el pase cerca del arco, ahí quise devolvérselo, pero como vi que Marcelo se pegó a ella para hacerle marca personal preferí eludir a papá.

-          Atento que te paso.

-          No, claro que no Gerardo. Dijo volviendo a concentrarse pues seguro creyó que su mujer no lo había notado

-          Que si papi, jejeje.

Pero era impasable, así que luego de tres intentos alcé la cabeza para ver donde estaba mi madre y sí que casi me rio, el Marce le había metido toda la mano dentro del short y por el bulto que le hacía era evidente la sobada de coño con el dedo adentro que le estaba haciendo.

-          Rayos, toma mami.

-          ¡No!!

-          Que si, jejeje.

Se lo lancé y este rápido marcó a distancia, a lo que mamá recibió la pelota mareada.

-          ¿Qué ocurre amor? ¿Ya te cansaste? ¿No que ibas a demostrar lo buena delantera que eras?

-          Cállate Rubén, Marcelo es todo un experto en la marca, sabe tocar sin balón. Dijo sonriente

-          Defiende bien, pero yo mejor, ¿o no hijo?

-          No, Marce es mejor, jejeje.

-          Con que con esas tenemos.

Fue a quitarle el balón, pero mamá me lo pasó y luego yo a ella, haciéndole camotito.

-          Epa, que forma de jugar, que forma de bailar un rival, estas quedando como un toro, jajaja.

-          Si papá, ole.

-          Ole amor, jijiji.

-          ¿Vas a dejar que esos dos te hagan un cornudo Rubén?

-          Claro que no, ahorita se los quito.

En un acto de desesperación papá se barrió para quitármela, pero rápido salte y lo eludí.

-          A por el gol mami.

-          Si, vamos.

Le quisimos hacer el dos uno a Marce, pero este más astuto le dio el espacio a mi madre para que corriera.

-          Toma, anota.

-          Allá voy.

Rebotando las nalgas iba corriendo a todo galope y claro, eso no iba a pasar desapercibido por Marce que llegando con ella en vez de barrerse lo que hizo fue jalarle el short, para deleitarse con ese desnudo cachetón, uff, encima estaba sudadito, pero no contento con ello el muy guarro estiro el dedo medio para que mamá al correr se lo apretara justo a la altura de su ano, no saben lo que fue ver eso.

-          ¡No Marcelo!! ¡Tú dedo!!

-          ¿mi qué Rubén? Dijo burlón y haciéndose el desentendido

-          Ya casi llego hijo, voy a chutar.

Mamá sabía lo que pasaba pues se giró riendo, es más, creo que tomó el camino más largo.

-          Ya, gol mami.

-          Aquí va.

Ni bien patio vi cómo se detuvo para celebrar y a la vez…vi como ese dedo avanzo hasta la mitad, provocando que ella se parara de puntitas, se mordiera los labios, y sorprendida quedara mirándolo.

-          Golazo Sara, entro hasta el fondo, jajaja.

-          Que tonto eres. Dijo golpeando su pecho juguetona

-          Caray, súbete el short Sara, te lo volvió a bajar.

-          Si, ya voy, que aguerrido es para defender, jijiji.

Ahí papá se acercó y al oído le dijo.

-          ¿No te toco? Porque si lo hizo yo….

-          No Rubén, cálmate, no pasó nada, mejor aprende de él, sabe defender muy bien, casi evita el gol.

-          Pero…yo vi que…

-          ¿Todo bien amigo?

-          Si, si Marcelo. Dijo serio

-          Bueno, ya ganamos entonces, anotamos. Dijo mamá bailando

-          ¿Espera Sara, merecemos una revancha no?

-          Si quieres perder otra vez, no hay problema, jijiji.

-          No, ganaré, porque vamos hacer equipo, quiero a la goleadora, claro, si Gerardo nos deja.

“mamá mirándome con esa sonrisa de guerra, si hasta podía oler la pólvora quemando los pelos de su chochon”

-          Adelante, yo quiero ganarle a mi mami, jejeje.

-          Bueno, entonces queda.

Me agrupe con papá y bola al aire comenzó el segundo partido.

-          Vamos Rubén, a poco quieres que te lleve como en los fulbitos.

-          A ver si te sale.

-          Me va salir todo con tu mujer en el equipo, hasta la última gota.

-          ¿Que?

-          De sudor pendejo.

Forcejearon en la marca, pero Marce termino eludiéndolo.

-          Ah, como siempre, ahora ábrete Sara, voy a meterte la bola en profundidad.

-          Ahí voy, mételo con todo, jijiji.

Se lo lanzó y corriendo detrás de mi madre pude alcanzarla, pero no evitar el gol.

-          Gol, Marce gol.

-          Ni un minuto joder, somos tal para cual, ven acá.

Mamá saltó encima de él para celebrar y este como todo un macho pone cuernos le agarro las nalgas, haciéndola brincar para que sus pechos le golpearan la cara.

-          ¡Sara!!

-          Ay amor, cuando metas tu gol celebras como quieres, déjame a mi ahora.

-          Pero…

-          Si, gol, gol, esa es mi goleadora. Dijo en una fiesta con sus tetas

-          ¿Lindo gol no Marce?

-          Ohh, el mejor de todos. Dijo deleitándose con su escote

-          Pues vamos por otro, quiero seguir celebrando, jijiji.

-          Ok preciosa. Dijo bajándola y dándole una nalgada

-          Hey, tampoco te pases.

-          Es una felicitación pendejo.

-          Si Rubén, no exageres, así se tratan en el futbol.

-          Aff, ya me estoy cansando de este confianzudo.

Nos volvimos acomodar y esta vez como papá se puso celoso no dejaba pasar a Marcelo por nada del mundo, hasta que vino mamá y lo barrio por detrás, fue sublime, como ella ayudo a su macho.

-          ¡Hey!!

-          Nada gordito, no seas niñita, juega, jijiji.

Me hicieron el dos uno y esta vez mamá anoto de cabeza.

-          Carretilla Sara.

-          Si, agarra.

Mamá se apoyó de manos y este levantándola de los muslos la pegó bien a su bulto, llevándola por toda la cancha y hasta dándole una vuelta a papá.

-          A que no viste venir esa Rubén.

-          No, fue por detrás.

-          Como le entre a tu esposa al comienzo, por detrás, debe haberle gustado tanto que lo hizo contigo, jajajaja.

-          ¿Que?

-          Estoy hablando de futbol caraja, ¿otra vez mal pensando?

-          Si amor, debería darte vergüenza, suponiendo delante de nuestro hijo.

-          Lo siento, es que yo….

-          Entiende cabroncete, aquí no pasa nada, es solo un entrenamiento, ¡un jodido entrenamiento!!

Le metió un bultazo a mi madre que no solo le hizo sonar las nalgas, sino que la tiró al césped como una bolsa de carne.

-          ¿Pero qué haces?

-          Jijiji, serás tonto, jijiji.

-          ¿Qué cosa? ¿Otra vez? ¿Nunca has celebrado de esta forma?

-          Si, ya bájale Rubén, ni yo me molesto y tú sí. Dijo sacándose la tela del durazno pues se le había metido bastante

-          Uff, como debe estar eso.

-          Jijiji.

-          ¿Qué dijo?

-          Nada, a jugar.

-          Pero Sara…

-          Ahí está pues, ¿no que era mala en el futbol? déjame celebrar tranquila mis golazos, que te meto otra hostia.

Esta vez papá no iba a dejar que Marce pasara, así que me pidió ayuda en la marca, solo que…mamá lo empujo y corriendo pidió el balón.

-          ¡Hey!! Eso es falta.

-          No seas quejón, nada que falta, jijiji, aquí, tíramela aquí.

-          Rayos papá, se va sola.

-          Corre hijo, alcánzala.

Por más que lo intente mamá volvió a marcar, siendo el tercero y la goleada.

-          ¿Te monto Sara?

-          Si, dale.

Mamá se puso a cuatro patas y en vez que Marce se subiera a su espalda el muy puerco lo hizo a la altura de su rechoncho culo, encima agarrándole la cintura y avanzando con ella mientras arremetía como un mono.

-          No te pasas idiota, estas muy abajo.

-          ¿En serio? Joder Rubén, no me había dado cuenta, no te molestes tampoco, jajaja.

-          ¿No viste lo que te hizo Sara?

-          Ay ay ay, estas exagerando todo, ya me estas cansando.

-          Si amigo, ¿qué sucede? ¿Celoso porque no puedes hacer tu gol y celebrar?

-          Me voy. Dijo papá ardido

-          Siempre con tus escenitas, no sabes perder tonto.

Papá se metió a la casa y Marce oliendo el aroma de esa conchita le dijo abriendo sus nalgas, con los carnosos labios del coño saliéndose por un lado y por el otro…el orificio enorme que tenía, pidiendo a gritos que lo taponearan.

-          ¿Y ahora? ¿A dónde vamos? El pene me va estallar.

-          Yo tengo un buen lugar donde puedes guardarlo.

-          ¿Este? Dijo lamiendo su raja con todo y short, y hasta atreviéndose a meter la lengua por un lado para lamer su vagina

-          Oye, jijiji, tranquilo, estamos en el patio.

-          ¿Entonces? Dijo metiéndole el dedo

-          Habla cariño.

-          Jejeje, tu sí que lo sabes todo mami.

-          Por algo no tengo pelos en la concha, ¿qué hacemos?

-          Hay que usar las pastillas que tiene para dormir.

-          Nooo, ¿va ser en la misma casa? Jijiji, mi hijo sí que es aventado.

-          Vamos entonces. Dijo levantándola a la fuerza y llevándosela del pelo, como una puta de la calle

-          Ay dios mío, porque habré nacido hembra, jijiji.

-          Y tan culona mami, jejeje.

-          Sí, no conozco lo que es hacer el amor, solo me violan, jijiji.

-          Te voy a reventar ese coño. Dijo sacándose la verga

Wao…

Esa postal fue tremenda, la forma como se la llevaba con el pene afuera más duro que una roca, me hizo delirar.

-          Oye, tranquilo, mi esposo puede ver por la ventana.

-          Correré el riesgo.

-          Cabron, ganas no te faltan de que me bote para llevarme contigo, ¿no?

-          A que comes que adivinas.

-          Polla, jijiji.

Me adelante para entrar primero pues Marce estaba en brama, ya no le importaba nada, solo quería sentir la concha peluda y empapada de mi madre, con decirles que las venas de su miembro estaban enormes, al borde de estallarle.

“papá entrando a la ducha”

-          Hola hijo, ¿todo bien?

-          Si papi.

-          ¿Se fue Marcelo?

-          Todavía, me mando a comprar soda para despedirnos.

-          Ya veo.

-          ¿Quieres un poco?

-          Sí, tengo sed.

-          Bien, ahorita te llevo un vaso.

A lo que papá se encerró en el baño les hice una seña para que pasaran.

-          Mete adentro ese gordo culo, vamos, en tu propia cama te voy a dar.

Pero le hice una seña a mamá para que lo retuviera en el sillón, aún era muy peligroso para ir a su dormitorio, más todavía con papá despierto.

-          Aquí Marce.

-          No, hay que ponerle los cuernos en su propia cama, donde duermes con él.

-          Que no, yo quiero polla aquí, tengo hambre.

Lo tuvo que empujar y recostándose a su lado se la comenzó a mamar, ahí el tipo cedió pues mamá era toda una maestra para la felación.

“un minuto de recreo”

Apenas ese tiempo la dejó servirse ya que subiendo las dos piernas al sillón le empezó a follar la boca de costado, atragantándola y haciendo que la saliva comenzara a chorrear en cantidad, pero lo más delicioso era que mamá sufriendo amagaba con retroceder para luego volver a tragársela más, deformando la cara y llenándose de fluidos.

-          Te voy hacer un hijo maldita puta.

-          Y me voy a ir.

-          Pero de que te lo dejó en la panza te lo dejó.

Amenaza a la vista que mamá respondió estirando la lengua para atragantarse aún más, ya hasta miedo me dio de que pudiera escucharlo mi padre.

………………………..

“cesando el sonido de la ducha”

Ahí tuve que correr para intervenir, pero al ver que ninguno de los dos quería despegarse tuve que agarrarla del short para empujarla hacia atrás.

“la raja del culo a la vista”

-          Que va salir.

-          Su leche si, ya me la tomé un poco. Dijo sonriente

-          Rayos mamá, toma esto.

Le di un cojín para que se limpiara, pero no me dio tiempo de dárselo al Marce.

-          Ay mierda.

Mamá pensó rápido y le cubrió la polla con el cojín, así mismo puso de su cuerpo para que no viera que tenía el buzo en los pies, felizmente papá seguía molesto y apenas los vio, pasando de largo hasta las escaleras.

-          ¿Crees que el pendejo se levante?

-          No lo sé, pero el riesgo me pone. Dijo mordiéndose un dedo

-          Ohh, no me voy a contener ni un poco, con eso ni cuentes.

-          Nunca he hecho esto, tengo una mezcla de ganas y miedo, que sensación más rara. Dijo acariciándolo felina

-          ¿Miedo? Si tienes los pelos del coño más alborotados que el de una loca, joder, que rico que esta. Dijo estirando su short para asomarse y ver el matorral

-          Ya vuelvo, esperen mi señal.

Como vi que papá entró a su habitación, con vaso en mano subí a darle el alcance.

…………………..

-          ¿La soda hijo?

-          Si papi, aquí tienes.

-          Gracias, y perdón por arruinarte tu entrenamiento.

-          No que va, entiendo que no se llevan tan bien.

-          Si, ese Marcelo me caga, desde que lo conocí en el futbol siete no lo paso con nada, encima ahora muy pegado a mi Sara.

-          Ya conoces a mamá, es muy alegrona, es normal que se divierta así.

-          Sí, pero de todas maneras voy a ponerle un ojo encima a ese Marcelo, siento que algo trama.

-          ¿Y si me lo dejas a mi papá?

-          ¿En serio?

-          Sí, yo puedo cuidarla y de mí no va sospechar nada.

-          Tienes razón, y sabes que…es lo mejor, así sabré que pasa entre ellos.

-          ¿Algo más? Antes de ir a…espiarlos.

-          No, ya ve, y mañana me cuentas, me siento cansado. Dijo sobándose los ojos

Le había disuelto en polvo su pastilla para que pasara desapercibido y ya se lo había tomado todo.

-          Debe ser el ejercicio, ya estás un poco viejo papá, jejeje.

-          Si, voy a descansar.

En eso….

“un jadeo”

Pero el que se vocifera cuando hay algo bien adentro, bien profundo, que queda ahí buen rato, anchando y enloqueciendo una vagina.

Uff…

Fue brutal, casi desesperante, ni su garganta pudo soportarlo, así que supuse que se la había dejado ir entero de un solo golpe.

-          ¿Que fue eso? Dijo con intención de levantarse

-          Nada papi, ya duerme.

-          No, escuche algo.

-          Que no es nada, duerme.

Acaricie su cabeza y a los pocos segundos se echó a los brazos de Morfeo.

-          Rayos, esos dos no se aguantaron mi señal.

Salí del cuarto y asomándome por la baranda vi a la pareja de amantes, poniéndole los cuernos a mi padre, en su propia casa, en su propia sala, donde tantas veces compartimos tardes de familia, ¿de qué forma? En la alfombra, tirados, completamente desnudos y todo sudados, en un intenso misionero, si, de esos que hacen sonar el monte de venus y hacen volar las tetas como si se fueran a despegar del cuerpo.

Pam!! Pam!! Pam!! Pam!! Pam!!

-          Oigan, al menos se hubieran bañado, par de cochinos, jejeje.

-          No cariño, así es más rico, ¡Ahhh!!

-          Que puedes esperar de una cerda como tu madre, mientras más asqueroso el sexo mejor para ella.

-          ¿Y el preservativo?

-          Ay verdad, ¡Ahhh!! ¡Ponte uno Marce!!

-          No, hay que darle un hermanito a ese estupendo muchacho, uno cachetón y vergon como su padre.

-          ¡Cabron!! ¡Ahhh!! ¿vas a permitir eso cariño? ¿Qué le llenen la conchita a tu linda madre?

-          No te quejaste de la primera, menos ahora que no lo paras, allá tú puta, que no le cierras las piernas.

-          ¡Gerardo!! ¡Mi panza!! Ahhh!! Dijo pelando los ojos y palpándose el abdomen

-          Ves, ¿ya voy eligiendo el nombre? Jejeje.

 

CONTINUARA….

Comentarios

  1. Primer capítulo de la nueva serie espero sea de su agrado, me costó mucho subirlo por el formato mismo del blog que se cuelga a cada rato pero ya ni modo quería poner los gif, saludos a todos y comenzaré dentro de pronto el cap4 para ir dándole caña a la serie.

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  2. muy buen comienzo de serie, me gusto mucho la incorporación de los gifs

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. No fui yo, debe haberle detectado como spam seguro el sistema del blog.

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  4. muy buena serie, cuando publicas el cap 2?

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