Gerflix Series Presenta - Cap5 "Mi madre, mi muñeca"

“unos días después”

Esperando que papá se fuera al trabajo, para llevarme de la mano entre risas y corriendo, pues sí, no fue el primero ni el ultimo de nuestros encuentros y a la vez encontramos un lugar especial para ello, así estuviéramos solos.

………………………

Con decirles que ni el día del paseo perdonamos al cornudo de papá, o era yo o era ella, pero siempre alguien proponía y el otro obedecía.

Toc Toc Toc!!

-          ¿Qué pasa amor?

-          Estoy buscando a Gerardo, para que me ayude a meter las cosas al auto.

-          Pues debe estar afuera, aquí no está.

-          ¿No sabes donde se metió?

-          Capaz fue por un helado, me dijo que quería chuparse algo. Dijo aguantándose la risa

-          Ya veo, en caso regrese le dices que venga, estaré abajo.

-          Ok gordito, yo te lo mando.

“escuchando sus pasos y como se alejaba”

Sin duda la sangre Portillo corría por mis venas y esa mañana, mientras mamá recogía mi ropa sucia y me despertaba con el ruido, se dio cuenta de mi carpa de circo en la sabana, oh si, por lo que mordiéndose el dedo sonriente y guiñándome el ojo, supe que iba a darme una mano, como buena madre mimadora que era, así que mientas mientras me preparaba para la ducha entro al lugar que ya parecía nuestro cuarto de hotel, echando llave.

-          Al fin. Dije quitándome el pantalón

-          Échate mi vida, te voy a dar tu dulcesito.

“tirándome al piso, con medio cuerpo desnudo”

¿Para qué?

Pues….

-          Si la metes con condón no cuenta como madre e hijo, jijiji.

-          Cállate puta…!Chomps!! ¡Chomps!!...por quien me tomas a mí.

-          Vamos cariño, concha es concha y polla es polla, adentro no hay sangre que valga, solo lechita.

Me estaba queriendo volar la cabeza, pero firme seguía lamiendo y jalándome el ganso, fue en ese transcurso de tiempo, que papá toco la puerta pues estaba alistando las cosas para el paseo, (metiéndole un dedito en el culito, mientras hablaban) a lo que ella tan pervertida como yo me comenzó a succionar el dedo, aquello fue brutal, al punto que rogaba para que mi padre se fuera, y ya cuando al fin lo hizo, no pude más, su culo combinado con el sabor y el hedor de su peluda vagina sucia, eran demasiado afrodisiaco para mí, pues como de costumbre la cachonda nunca se bañaba antes, siempre me la daba de un día o dos, para ponerme como un toro en brama, sí, eso hizo que me corriera con una desesperación que ella misma tuvo que cubrirme la boca.

-          Eso cariño.

-          Suéltalo todo.

-          Vamos.

-          Quiero verte ese tronco seco.

Para colmo me la agarro y pajeandome a toda velocidad hizo que mi semen saliera disparado con más fuerza, eso fue tremendo pues mi polla parecía un chisquete de carnaval.

-          Asiii.

-          Buen chico.

-          Mami está contenta.

Pero por si algo faltaba, cuando me retorcía, esta me limpio la verga con la mano y llevándosela a la boca la comenzó a lamer por los lados más grumosos.

-          Tu abuela me decía.

-          Que en la leche tierna estaba la fuente de la juventud.

-          Por eso se enfiestaba uno o dos al mes.

-          ¿Se los follaba? Dije exhausto

-          No, solo los ordeñaba, pues….

-          ¿Qué cosa?

“Riendo traviesa”

-          Soy muy fértiles y por un descuido uno de apenas dieciocho cumplidos la termino preñando, en su misma fiesta de cumpleaños.

-          ¿Que?

-          Sí, pero lo perdió, como muchos bebitos que le hicieron.

-          ¿Cómo así?

-          Pues se metía de todo mi madre, su útero no estaba sano, encima follaba como salvaje, la panza no le duraba mucho.

-          Ya veo.

Nos dimos un piquito y tomando mi ducha rápida la deje para ella hiciera lo mismo, pues ya estábamos tardando mucho.

……………………

“ya en el patio”

-          Gerardo, ¿dónde te metiste?

-          Fui por un helado papi, estaba muy bueno.

-          ¿Así?

-          Si, como para chuparle los pelos, digo los dedos.

-          Jajaja, ese sentido del humor, muy común de tu madre.

-          ¿Soy su hijo no?

-          Eso sí, ahora ayúdame con esto.

-          Vale.

Íbamos a partir como en una hora y si bien al comienzo cuando le dije que iría Marcelo como mi entrenador se incomodó, con las palabras de mi madre y la mía lo terminamos convenciendo.

……………………

-          Ya estoy gordito. Dijo saliendo la reina de casa

-          Fua, que guapa mi esposa. Dijo abrazándola

-          ¿Así? Pues no lo había notado, jijiji.

-          Sube, yo iré por mi maleta.

Con todo listo en el auto y faltando solo mi padre, esperamos que volviera.

-          Sube amiga, la chupa polla adelante, jijiji.

-          Cuidado con mi hijo eh, te estoy vigilando tonta.

-          ¿Comparte no? Tampoco te quedes con todo, jijiji.

-          No, es mío y yo suya, ¿o no mi vida?

-          Si mami, jejeje. Dije mientras sentía la mano de Rebeca metiéndose dentro de mi short

-          Hola Sara, ¿me extrañaste? Dijo Marcelo burlón y sacudiéndose la polla

-          A ti no, pero a eso si, jijiji.

-          Sube, tú vas con papi.

-          ¿Manejaras?

-          Si, el viaje es largo y necesitamos dos pilotos.

-          Entiendo.

Mamá iba a subir, pero justo en ese momento….

-          Espera espera, un minuto.

-          ¿Qué cosa?

-          Cuando yo manejo, solo permito que suban personas con ropa interior, ¿tú la traes?

-          Oye, como voy a llevar la gallina al aire con mi marido, jijiji.

-          Ver para creer, o te vas en taxi cabrona.

-          Pero mi esposo puede salir. Dijo sonriente

-          Yo vigilo.

-          Estás loco.

-          Vamos amiga, yo traigo.

-          Si mami, mira. Dije levantando su vestido floreado y deleitándome con su bombacha cachetera

-          ¿No está un poco grande Rebe?

-          Ay amiga, me gusta el sexo, pero tampoco que me revienten como a ti, jijiji.

-          Vamos Sara, arriba, hay que inspeccionar.

-          Ok, pero vigila eh.

Mamá subió su faldita de playa y debajo apareció una tanguita roja de las pequeñitas.

Con decirles que su peluche lucia hinchado en la entrepierna, de lo ajustado que estaba.

-          Ohh, una vuelta por favor.

Mamá no se hizo rogar y dándola vimos cómo sus laterales se metían en clavado hacia su regordete culo, pero por si fuera poco, este era tan grande que la raja estaba al aire.

-          Pero que maldita guarra, Ohhh, ¿eso te pones cuando sales con tu marido? Dijo jalándosela

-          Y eso que escogí la más grande para el viaje.

-          Por la con…

Mamá escucho la puerta y bajándose la falda entro rauda al auto.

-          Disculpen la demora, no encontraba mis llaves.

-          No te preocupes Rubén, la pasamos de maravilla esperándote.

-          ¿Así? Dijo confundido

-          Sube.

-          Sara, ¿iras adelante?

-          Si gordito, sabes que la reina siempre va de copiloto.

-          A vale, no hay problema.

Ya con todos abordo, emprendimos el largo viaje a las playas del sur, donde pensábamos quedarnos unos días, para disfrutar la arena, de los locales y por supuesto……los mojitos, así que cuando llego la madrugaba y ya habiendo pasado varias horas escuchando música, haciendo bromas y comentando todo lo que haríamos, como era normal el cansancio nos invadió, siendo la primera en caer Rebeca, luego mi padre y luego yo, quedando solo Marcelo y mi madre para que este no pestañara.

-          ¿Una chelita?

-          Sí, pero dámela en la boca, tengo las manos ocupadas.

-          Jijiji, ok.

Los acompañé todo lo que pude, pero el sueño hizo su trabajo, cuando en eso, no sé en qué momento, pero me desperté en medio la oscuridad, con el auto detenido y moviéndose de forma rara.

-          ¿Eh?

Adormilado me sobe los ojos y asomándome para preguntar…...grande fue mi sorpresa.

-          ¿Pero qué hacen? Dije viendo a mi padre como roncaba y con el miedo que despertara

-          Shh, disculpa cariño, el Marce se me estaba quedando dormido y no tuve de otra para reponerlo. Dijo abriendo y cerrando la boca en silencio

-          Joder, que rico chochito y ni una queja para entregarlo.

Que afortunado era todo hombre que estuviera cerca de ella pues literal como decía Marcelo no le costaba nada abrirse de piernas, era como si supiera que nació para complacer, que ese coño estaba metido en su entrepierna, pero le pertenecía a quien la pidiera.

-          No se muevan tanto, el carro. Dije viendo cómo se sacudía

-          Es tu madre la que está encima, a mí no me reclames nada.

-          Carajo mamá, bájale un poco.

Me asintió con la cabeza, pero claro, su chochito la nublaba y si esta pedía más caña para chorrearse ella simplemente obedecería.

-          Hija de…eso, así, muévete más rico.

-          Ohh, que culazo dios mío.

Su agitación también comenzó a escucharse más fuerte, era todo o nada, lo supe al ver su rabiosa cara, por lo que solo me quedo rogar para que mi padre no despertara, y saben que, felizmente tenía el sueño profundo.

“ambos besándose”

Ahí me doblegaron y aplastándome el bulto disfrute la escena pues el ver esas areolas grandes y sus pezones erectos sobándose con el pecho peludo de su amante, fue brutal.

-          Uff, esos son los melones de mi padre. Dije alucinando

-          Jodida puta tetona.

No tarde en sentir algo caliente dentro mi calzoncillo, mientras ellos uniendo sus lenguas iban calmando sus ansias de sexo, aunque claro, solo por el momento. 

“abriendo la puerta sonriente”

Y calurosa saliendo a tomar aire con la cadera desnuda.

-          Caray mamá, tapate ese pelambre. Dije burlón

-          Un segundo cariño, están que me sudan los pelos. Dijo despegándose todos los que pudo

-          Ohh, cochina de mierda, nunca te afeites.

Marcelo se quiso reír, pero se aguantó.

-          No se ha movido ni un poco, de razón que aprovechas.

-          Lo conozco hijo, he dormido a su lado por años, lo hace como un oso.

Confiados estábamos, cuando en eso, papá se movió y pareció despertar.

-          Carajo.

-          Ay no, vístete.

Marcelo se subió los pantalones y mamá sin acomodarse la tanga se bajó la falda.

-          ¿Qué pasa? ¿Ya llegamos?

-          Eee…aun no papi.

-          ¿Gerardo?

-          Si.

-          ¿Qué ocurre? Marcelo?

-          Que hay Rubén, solo nos detuvimos un rato, tu mujer quería ir al baño.

-          ¿Baño? Dijo somnoliento

-          Si mi amor, solo que me da miedo la oscuridad.

-          Caray, ¿justo andábamos por aquí? Dijo viendo la carretera oscura y el bosque frondoso

-          Urgencias son urgencias amigo.

-          Eso sí, ¿ahora Sara?

-          Tengo ganas, acompáñame.

-          No, ni hablar, sabes que le tengo fobia a los bosques, más si están a oscuras.

-          Que cobarde eres.

-          Yo no Rubén, que te parece si acompaño a tu esposa, a lo que tu revisas el coche para tu ruta, ya te va tocando.

-          Te lo agradecería, de paso estiro un poco las piernas y veo que falta.

-          Ok, vamos entonces Sarita.

-          Por favor Marce, vigila bien, estoy aterrada.

Mama lo dijo sonriente, sabiendo que no orinaría tranquila y hasta quizás ni usaría papel para limpiarse.

“dejándose abrazar por la cintura”

-          Hey hey, tampoco te pases.

-          Es para cuidarla mejor, no te exaltes.

-          Si gordito, aquí puedo caer muy fácil.

-          Bueno, pero vuelvan rápido.

Se metieron entre los árboles mientras papá se puso a revisar el coche.

“diez minutos más tarde”

-          ¿Cómo que ya están tardando no?

-          Eee…creo que sí.

-          Anda ve mejor, no vaya ser que les haya pasado algo.

-          Rayos papá y porque no vas tú, ese lugar tiene pinta de que vive pie grande por ahí.

-          ¿En serio? Dijo asustándose

-          No del todo, pero está bien, iré por ellos. Dije mosqueado, pues el lugar estaba muy oscuro

“siguiendo la ruta”

No podía evitar tropezarme o escuchar sonidos raros, como de animales, pero claro, la paranoia también me invadió y sentía que alguien me seguía, de verdad era un bosque muy tenebroso y para colmo de colmos, comencé a escuchar el quejido de una mujer.

-          Puta madre, ¡la llorona!!

-          Me va llevar.

Cagado en los pantalones empecé a retroceder y ya estaba por correr, cuando en eso, escuché que la llorona se puso a sumar.

-          Mas, mas, dame más, asii.

-          Pero que cara….

Pegué oreja y respirando aliviado supe lo que estaba pasando, no era la llorona sino la putona, por lo que cuando me acerque no sabía si todavía seguía orinando o no, pues Marcelo la estaba haciendo chorrear como caño malogrado a punta de vergazos.

“falda colgada en una rama y el calzón tirado, en una de sus sandalias tipo griega”

-          Lo único que me agrada del cornudo.

-          Es que no tiene los cojones para destrozarte la concha.

-          Ohhh.

-          Fuese otro.

-          Que ibas a llegar ajustada a tu edad.

-          ¡Ahh!! ¡Dale las gracias!!

-          Tu perra, porque por él es que no te follas puro negro mandingo.

-          Y no te bailan los labios.

-          ¡Ahh!! ¡Y quien dice que no me los cojo!!

-          ¿Los aguantas?

-          No.....!Ayy, que rico entra!! Dijo pelando los ojos

-          Ya vez, ese coño aún no está preparado, pero vamos ayudar un poco, para que otros puedan comer también.

-          Déjame bajar la pierna para que apriete más, ¡Uhm!!

-          ¿Quieres correrte?

-          Siii…Ahh!! Por favor.

-          Ok perra, báñame la polla.

En eso me llamó mi padre y agarrando la llamada me acerque hablando para que me escucharan.

-          ¿Si papá? Diga.

-          ¿Todo bien hijo?

-          Si, ya los encontré y de qué forma, si los vieras, jejeje.

-          ¿Qué hacen?

-          Están muy juntos, demasiado diría, como unidos el uno al otro, para cuidarse mejor claro.

“Ambos mirándome con una sonrisa de oreja a oreja y sin detenerse”

-          ¿Que suena? ¿Alguien se está quejando?

-          Si, son unos animales, se están apareando. Dije burlón

-          Cuidado, no vayan a ser lobos.

-          No que va, es un perro y una perra bien peluda.

-          ¿Así? Igual cuidado, no vayan a estar hambrientos.

-          Ahí si tienes razón papi, pues se nota que tiene un hambre voraz la hembra. Dije viendo como ese tronco aparecía y desaparecía hasta su base

-          No vayas a darle nada o los puede seguir.

-          No, ya estamos volviendo.

-          Vale, el auto ya está listo.

Colgué la llamada y Marcelo levantando una de las piernas de mi madre hasta arriba le arremetió con todo el chochito.

-          Hey Marce, está bien que no la hayas visto en semanas, pero tampoco la tiene de goma, jejeje.

-          Mira bien esto, porque me late que así te hicieron.

En esa postura, preste atención y pude ver todo el grosor del tronco, anchándole el pellejo como un chicle y no solo eso, no, lo que más llamó mi atención fue ese conducto en medio, que iba de los huevos hasta el hongo, pues sintiendo un estrujón, imaginé a un hombre sin rostro, en mi casa, reventando a mi madre con las patas bien abiertas y viendo como su rabo finalmente bombeaba su semen a montón, fue quizás…...la curiosidad por saber quién había sido mi progenitor.

-          Rayos.

-          ¿Qué pasa chaval?

-          Acaba, tenemos que volver.

Aun consternado, me pregunté si esa imagen en mi cabeza había sido real o solo una alucinación mía, pues muy en el fondo sentí miedo.

-          ¡Ahí te va todita cabrona!!

-          ¡Y chúpala hasta la última gota!!

Marcelo se vino dentro sin ningún impedimento de ella y es más, cuando se acuclillo para vérsela apenas le salió un colgajo muy delgado, ahí me convencí más, que no podía ser hijo de mi padre y que a la vez pudo ser cualquiera, pues ese coño era tremendamente goloso y le bastaría un descuido a ella, a mi madre, para preñarlo sin problema.

Ahora la pregunta era……¿quién fue? ¿Porque no me dijo nada? ¿Lo conocía? ¿Fue en una noche loca? Pero claro, solo mamá conocía la verdad.

-          Cabron, que rico la metiste.

-          De nada culona, de nada.

Se vistieron y si bien al volver ya no había nada en su vagina, el precio de la caña tenía que pagarse.

-          ¿Qué paso amor? ¿Te duele el estómago?

-          Un poquito, debe ser por el viaje y que todavía no comemos nada.

-          Si, ya casi llegamos, medio día más.

-          Ok, aguantare nomas, como toda una campeona, jijiji.

Agarrándose el monte de venus se sentó y mientras papá conversaba con Marce, esta se levantó falda y sonriente le metió una palmada a su vulva.

-          Ya vez, por andar pidiendo polla sin descanso.

-          Luego tengo que mentirle yo a mi marido.

-          Peluda tonta, jijiji.

Así emprendimos el viaje nuevamente y ya por la mañana llegamos a uno de los hoteles de la playa.

“papá separando los cuartos”

-          Eslo más económico que tenemos.

-          Ya que más da, igual es un viaje de placer. Dijo sacando su billetera

-          Oh si amigo, de mucho placer, jajaja.

“Mamá tirándole un codazo juguetona”

-          Aquí tiene señor, habitación matrimonial, y habitación con dos camas.

-          Gracias.

Al parecer tenía planeado una mini luna de miel, de último momento, pero claro, mamá cariñosa como siempre acepto el regalo de su esposo, ¿pues no iba a decirle con quien se iba a comer la miel no?

-          Ya nos hacía falta Rubén.

-          Tiempo no salíamos y tiempo que no paseábamos, hay que recuperar el tiempo perdido, somos jóvenes aún.

-          Si mi amor, tu llévame a donde quieras. Dijo dándole un piquito

-          Yo llevo las maletas.

El descarado de Marcelo no solo se cargó los equipajes, sino que iba dándoles cumplidos, como que hacían una linda pareja, que él era afortunado de tenerla, y que seguro muy pronto tendrían un hijo más, por supuesto que lo último lo dijo con cierta burla que mamá pillando se reía.

-          Bien, yo descansare un rato, vine manejando toda la noche y debo recuperar energías.

-          Vale gordito, ya luego nos alcanzas entonces.

-          ¿Irán a la playa?

-          Si y a beber algo, hace mucho calor aquí.

-          Ok, diviértanse.

Papá entro a su habitación y mamá para no molestarlo llevo su maleta a la de nosotros, ahí comenzó el plan y los preparativos, para un viaje lleno de sexo, sudor y lágrimas.

-          ¿Qué va pedir mi traviesa amiga para su luna de miel? Jijiji.

-          Sino es mucho pedir……polla a dos manos. Dijo cogiendo nuestros bultos

-          Epa. Dije viendo como lo aplastaba y me miraba a los ojos sonriente

-          Hasta de sobra vas a tener, ¿o no chaval?

-          Oye, jijiji, es su hijo.

-          Una goma y asunto arreglado. Dijo besándola

-          No precioso, no caigas, yo te voy a dar la mía. Dijo Rebe alzando su vestido y haciendo a un lado su braguita, para enseñarme la conchita depilada, si hasta me dio ganas de tirarme encima

-          Que puta eres, es el amigo de tu hijo, jijiji.

-          Uy si, mira quien lo dice, si te contara Gerardo, jijiji.

-          Cállate, y tu mi chulo, revienta a esa puta por chismosa.

-          ¿Ahorita?

-          Si, dale, metete en medio. Dijo empujándome

-          Rayos.

Mientras mamá se puso a chupar la polla de Marcelo (supervisándome) yo incrédulo me fui acomodando entre las piernas de Rebeca, pues no podía creer que me dejara tan fácil, pero bueno, supongo que así de generosas eran las amigas, la suerte de todo aquel que saliera con ellas.

-          Duro cariño, quiero que suene como mi coño. Dijo golpeando su puño con la palma de su mano

-          Jodete, jijiji.

Estaba nervioso, no lo puedo negar, pero una vez que me puse el condón y lo deslicé en su cosita la cosa cambio y las risas se fueron.

-          Ahhh…Gerardo.

-          Quien más putita, quien más.

En ese momento lo lamente por mi amigo, pero el coñazo de su madre estaba riquísimo (mojadito y calientito) así que agarre cintura, le saque los pechos del vestido y me la folle como manda el manual, haciendo volar sus melones.

“gimiendo y sus sandalias cayendo de sus pies”

-          ¿Como su padre? Dijo burlón

-          ¿Cuál de todos? Jijiji.

-          Me agrada tu hijo.

-          A mí también, sobre todo porque salió igualito a mí.

Mamá agarro el pie de Rebeca y chupándole los dedos la hizo estremecer aún más, pero ahí no quedo todo, no, Marce también quería pellejo y levantando la falda de mi madre se la metió erecto y sin condón (solo escupiéndole el hoyo) por lo que ella comenzó hacer más escándalo que su amiga.

-          ¡Ahhh!! ¡Hijo de puta!! ¡mi chochito!!

-          Ohh, que culo tan guarro.

Con semejante cachetón en sus manos, este no se midió y le dio con todo, convirtiendo el cuarto de hotel en uno de motel, pero aquello no fue el problema, muchas parejas también venían aquí, sino el escándalo, pues mamá en su salsa parecía una prostituta sacada de la playa (jadeando sin pudor) y como al costado estaba el cuarto de mi padre, creo que se le fue la cuerda, pues este vino a tocar la puerta, asustándola y dejándola pálida.

-          Hey, dejen dormir, o voy a llamar a recepción.

Todos nos callamos y aguantándonos la risa esperamos que se fuera.

-          Rayos.

-          Sara, ¿no te puedes estirar la concha con un dildo? Siempre nos miran raro cuando salimos de un motel, porque será. Dijo burlona

-          Es que la de Marce duele, jijiji.

-          ¿Duele? ¿O te gusta gritar como perra?

-          Las dos cosas, jijiji.

-          Si tonta, hasta con el enano aullaste la otra vez.

-          Oye, jijiji, no cuentes eso.

Felizmente papá no vio donde nos metimos y si bien ellos la cortaron para más tarde yo si pude continuar con Rebe, que cual gatita gemía con mi verga.

-          Despierta, mantén los ojos en el frente. Dijo fastidiándola

-          Cállate Sara, no me desconcentres. Dijo adormilada y despatarrada de piernas y brazos, totalmente entregada

-          ¿Y tú cuando me jodes?

-          Vamos Gerardo, torea un poco más, ya voy a llegar.

-          ¡Rebe!!

Como ella la ignoro, mamá se vengó, de algún momento supuse.

-          Aun no me olvido cuando me orinaste en la jeta.

-          Jijiji, déjame tonta, no seas así.

-          Pues que pena.

Mamá se subió a la cama y plantándole el peludo coño en la cara, se lo restregó como lavando ropa.

-          Oye, jijiji.

-          ¡Chupa!! ¡Chupa!!

La verdad, hubiera preferido que estirara la lengua y se la pasara por donde quisiera, pero no, Rebe le agarro los pelos con los dientes y peor todavía mamá ni se detuvo, ¿saben lo que fue ver eso? Por poco me vuelvo loco, al punto que desesperado remangue su falda hasta sus pechos (viendo su terso cachetón, su espalda desnuda y sus deliciosos orificios) para sin pensarlo meterle lengua a su ano, si, así como escuchan, le enterré la cara en medio.

-          ¡Ahhh!! Gerardo.

-          Ohh, eso chaval.

Pero ahí no quedo todo, no, la puerca todavía se abrió las nalgas e hizo que su arito se contrajera para que se comiera la punta de mi lengua.

Al ver eso, se lo empecé a sacudir por dentro, para intentar limpiárselo entero, pues no me importo nada, ese ano me voló la cabeza.

-          Ohhh.

-          Que familia joder.

-          Que familia.

Y si Rebe pensó que se había salvado pues muy equivocada estaba, cegado en mi lujuria le di metralleta a su vagina, por lo que en cuestión de segundos no solo me vine, sino que lo hice arrancándome el preservativo y tirándolo todo en la rajota de mi madre.

-          ¡Ahh!! Cariño.

Con su cara de guarra me recibió todo, ni siquiera se cerró las nalgas, no, fue hasta que me quedara seco y los mocos le quedaran colgando del vello púbico.

-          Siempre cagandome el palo, ¡puta!!

Splash!!

Dijo nalgueándola fuerte y haciéndola reaccionar…

-          Jijiji, vamos a bañarnos para salir.

-          Claro, y yo con la pequeña goteando ¿no?

-          Me la debías, estamos a mano, jijiji.

-          A mano te voy a dar después. Dijo rabiosa y llevándosela del pelo

-          Ayúdame cariño.

-          Lo siento mami, no me meto en pelea de gallinas, jejeje.

Así se fueron las amigas a tomar su ducha y al cabo de quince minutos ya estaban de vuelta, pero……sin toallas, todas desnudas y con la piel fresca, eligiendo la ropa o mejor dicho el bikini que usarían, fua, ya había descargado, pero no saben lo que fue ver eso, pues ambas eran un par de pibones.

-          ¿Qué te vas a poner Sara?

-          Tanga.

-          Ok, yo también me pondré una entonces.

-          ¿Para ir como hermanas?

-          Sí, pero de leche, jijiji.

-          De pura leche caliente y espesa. Dijo mamá, como si pajeare un pene y le tirara encima el chisguete a su amiga

-          Ay, me vas a dejar ciega, jijiji.

-          Te acuerdas de ese cabron que tenía un litro en los huevos y nos dejó con los ojos ardiendo.

-          Que hijo de puta, ni papel nos dio, tuvimos que buscarlo a ciegas, jijiji.

-          Ay que cosas no nos ha pasado, jijiji.

Se comenzaron a poner los bikinis y cuando pensé que coronarían con un pareo para taparse y unas sandalias de las planas, grande fue mi sorpresa, pues estaban dispuestas a salir en traje de baño y calzando unas zapatillas, como buenos culos de trinchera.

-          ¿Llevamos cartera?

-          No, somos mujeres, que nos inviten todo, jijiji.

-          Pero luego van a querer cobrar. Dijo Rebe mirándonos coquetona

-          Bueno, acostumbradas estamos, no serían los primeros en pasar el pene por nuestros culos. Dijo mamá, como si aquello fuera una tarjeta de cambio

-          Ok, vamos entonces.

Así salimos del hotel y mientras yo y Marcelo decidimos darles un breve espacio, sobre todo para apreciar el paisaje (saben a qué me refiero) ellas traviesas y juguetonas se comían la pasarela, lo cual fue maravilloso, pues hasta ahora no caía en cuenta como termine domando a mi madre y a su preciosa amiga, sin duda, era el chico más afortunado de la tierra, si hasta la polla me zumbaba.

-          Al de tu madre se lo voy a dejar tirando mierda por todo el cuarto.

-          Epa.

-          Ya va ver lo que es bueno, sí, sigue moviéndolo así cabrona, te lo voy a partir en dos.

Marcelo era un semental y echando humo se la juraba a mi linda mami, a lo que ella, escuchando lo hacía peor, como queriendo provocarlo más.

-          Ya Sara, te va arrancar el calzón, oye, no te agaches, jijiji.

-          No, no tiene los huevos para hacérmelo en la calle. Dijo desafiándolo

-          Oye, sí que estás loca, un día de estos alguien te lo va hacer.

-          Hasta entonces, hay que escaparnos, anda. Dijo sonriente

-          ¿Rebelión?

-          Si, para que luego nos azoten los culos.

-          Jijiji.

De la mano corrieron y como no íbamos apurados, decidimos seguirlas caminando, hasta una tienda, ahí entrando las vimos buscando productos, pero ya no estaban solas, ya no, como dos perras sin correa habían encontrado dos nuevos dueños, si, unos sugars.

-          Hey Marce, ¿qué hacen?

-          Tu solo observa chaval y aprende como se ganan la vida. Dijo burlón

A lo que en principio no entendí, pero luego sí que pillé, vaya vaya, que sensación más rara, el sentir como mi madre ofrecía su cuerpo con ligeros movimientos provocativos, es más, por la cara asquerosa del viejo supe que pudo oler su vagina y lo que realmente buscaba esa rubia.

-          Hola, ¿crees que esto me sirva para protegerme del sol? Dijo acercándose melosa

-          Hola preciosa (viéndola de pies a cabeza, tras sus lentes oscuros) si, es bloqueador.

-          ¿Pero no es muy caro? La verdad no creo me que alcance. Dijo haciendo trompita

-          ¿Cuánto trajiste?

-          ¿Yo?

Buscando por sus laterales y por si fuera poco jalando su triangulo, para que este viera si llevaba algo de dinero enrollado en la concha, fua, como una jodida billetera de zorra, eso fue mortal, pues el tipo viendo sus pelambres chorreo saliva de la boca y seguro también del ciclope.

-          Ay no, no traje nada, ahora me voy a quemar. Dijo tristona

-          Tranquila, todo se puede arreglar.

-          ¿En serio? ¿Me vas a comprar tú? Dijo emocionada

-          Sí, eso no es nada para mí.

-          ¿Entonces puedo llevarme una bebida y unos lentes más?

-          Toma lo que quieras.

-          Ay que bueno eres, ojalá tuviera un hombre como tú. Dijo abrazándolo

-          ¿Eres soltera? ¿Estás de paseo?

-          No, estoy casada y ya parí dos veces. Dijo dándose aire a la entrepierna, como para dejarle en claro todo lo que sudo para hacerlo

-          Ohh ¿Así? ¿Ya te hicieron pujar dos cabezas?

-          Si. Dijo abriéndose de pies y simulando un parto sentada

-          Jajaja ¿y dónde está tu macho?

-          No es macho, es un marido tonto y lo dejé bien dormido en el hotel, para que no fastidie.

-          Con que te gusta ir sola por ahí no. Dijo echándole el humo de su puro en la cara

-          Si, así me divierto más.

-          Carajo, con que tenemos una señora juguetona por aquí.

-          Sí, ¿no quieres jugar conmigo?

En eso el tipo se dio cuenta que su amigo ya abrazaba a Rebeca, con demasiada confianza y la vez las amigas también se miraron.

-          ¿Se conocen?

-          Si, vinimos juntas.

-          ¿Qué son?

-          Hermanas de leche. Dijo mamá pajeando el aire

-          Oye, serás tonta, jijiji.

-          Hey, porque no damos una vuelta. Dijo el tipo de Rebe

-          Sí, tenemos un deportivo afuera, para señoras hermosas como ustedes.

-          ¿Así? ¿Haber? Nunca me subí a un deportivo. Dijo mamá emocionada

-          Pues entonces vamos.

Salieron de la tienda, mientras yo y Marcelo mirábamos la escena, pues ya no eran solo los bloqueadores o los lentes o las bebidas, no, a mí no me engañaban, ellas disfrutaban el sentirse unas mujerzuelas, unas putipobres, de tíos adinerados, si hasta iban oliendo a perfume barato, una postal brutal, para dos amas de casa que en unos días volverían a esa imagen de respetuosas y hogareñas, que locura, hasta ya podía imaginarlas chismeando en ropa vieja.

-          Sube preciosa. Dijo abriéndole la puerta a mi madre

-          Ay gracias.

-          Y ponte cómoda.

Pero…

En el momento que mamá se inclinó para ver el coche por dentro y tocarlo, este no se aguantó la regordeta vista y aprovecho para darle una nalgada seguido de unos apretones de durazno, a lo que ella volteo para sonreírle coquetona y dejarlo que solo se sirviera, como pagando el precio de estar ahí.

“manoseándola a placer”

Cintura, espalda, cadera, muslos, ya se estaba yendo de lanza con la mano…

-          Pero que hermoso, ¿cuánto vale uno de estos?

-          Más de lo que puedas imaginar, es de colección.

-          Mi esposo apenas compro el suyo, y con préstamos bancarios.

-          ¿No trabajas?

-          No, soy la reina de casa, jijiji.

-          De que te sirve ser una reina pobre.

-          Eso sí, ¿pero qué hago? No estudie nada.

-          Como que hago, si aquí tienes tu pase a la fortuna. Dijo rascándole el chochito por encima de su bikini

-          ¡Ayy!! travieso, mi tela es muy delgada, jijiji.

-          Se ve que necesita abrir los ojos y yo puedo darte una mano.

-          Sí, me queda claro, me la estás dando entera, jijiji.

En eso el otro tiro a Rebe dentro del coche, con el trasero empinado y montándola con ropa.

-          Oye, tampoco me la violes, jijiji.

-          Ohh, tú también entra, que esperas. Dijo calentándose con la escena

-          Ya voy, ya voy.

A nalgazos la metió y cerrando las puertas no solo dieron una vuelta sino cuatro, a toda la costa, pegando una velocidad que hasta el motor sonaba con fuerza, que animalada de coche, pero claro, al volver bajaron la velocidad, al punto de detenerse, ahí pensé, bueno, fin del paseo, rieron, bebieron y seguro se las mamaron como agradecimiento, pero no, al ver que no salían, supe que estaban pagando con otra cosa.

-          Ven Marce.

-          Oh si, jajaja.

Hicimos que caminábamos por la acera y como la luna era polarizada, él se asomó por un lado y yo por el otro, no solo viendo a Rebe con las zapatillas tocando el techo y las piernas encima de unos hombros, sino también a mi madre que le daba unos brutales sentones a una pequeña pollita, pero que postal para lasciva, el ver ese enorme y regordete culazo satisfaciendo una cosita con esa, uff, con decirles que ni el preservativo le ajustaba a ese viejo y más bien parecía haberse puesto una bolsa de chupetes.

“retorciéndose con la amazona que tenía encima”

Y sin bien no se podía escuchar nada, por la forma como se sacudían sus nalgas con el impacto era obvio que mamá igual buscaba correrse, polla era polla, pues al menos la tenía bien dura para su placer, y ni que decir de la expresión del viejo, que incrédulo miraba como le destrozaban el pene, desapareciéndolo por completo y sin ningún problema, uff, pobre, acostumbrado quizás a otro tipo de mujeres, más jóvenes, más amorosas, más tiernas, más de sugars, toda delgaditas (riéndome burlón) pues en su cabeza y en sus ojos se notaba la desesperación, de ver como esa señora que le había dicho ser casada y con familia, se castigaba de esa forma tan salvaje la entrepierna.

“bajando un poco la ventana por el calor que emanaban esos cuerpos batallando”

-          Hey Marce, me late que va dejar las muchachitas, jejeje.

-          ¿Alguna vez la has seguido al mercado?

-          No.

-          Pues yo que tu mejor lo hago, porque no creo que gaste nada con el carnicero, jaja.

Aquello me hizo recordar, las cosas que se compraba en línea sin decirle nada a mi padre, pues no había forma de que lo hiciera sola, ella no trabajaba, tampoco recibía mensualidad, era lo justo que tenía para la comida y la ropa, ¿será que se las buscaba por otro lado? ¿Cómo decía Marcelo? Eso me dio mucho que pensar.

“dándole lechita en la boquita”

A la mas buenorra, si, ya saben a quién me refiero….

Pues Rebe tenía lo suyo, era simpática no lo niego, pero a quien querían matar a vergazos era a mi culonaza madre, una mujer de 1.80, con carita fina, cabellera rubia, tez blanca, unas tetazas enormes, unas piernas musculosas, una cintura de guitarra con lonjitas que agarrar y además de eso…un par de cachetotes, que antojan a cualquier marrano para darle un beso negro de los buenos, pero por si faltara algo, mamá también cometió el error de entregarse en bandeja, pues este iba a ser el inicio de su calvario, trabajar como nunca en su vida y con el sudor de su……

-          No te la pases perrita, espera la segunda descarga de tu papi.

Pero claro, qué mujer de clase media/baja no quisiera tener estos amigos, sin importar el precio, es por eso, que cuando ambos dijeron para correrse en su boca, mamá sonriente se puso de rodillas y uno a uno les estiro la lengua.

-          Abre grande la boca puta.

-          Eso.

-          Así tienes que tragar mi leche.

Y si bien el que le toco no estaba tan dotado, el que si estaba con Rebe no tuvo reparos en dejarle claro, quien era el más cabron.

-          Vamos Becerra.

-          Toda tuya.

-          Disfrútala.

-          Que la próxima va directo por el chocho.

-          Provecho amiga, ni se te ocurra sobrarme. Dijo Rebe adormilada y sobándose la vagina pues parecía tener hincones

-          Ven. Dijo mamá con la boca llena

-          No no, no me jodas, jijiji.

A lo que esperando que le vaciaran los huevos, ella se acercó a su amiga y prácticamente cogiéndola del cuello le estampo un beso apasionado, que hizo desparramar todo el semen por sus bocas, pero ahí no quedo todo, no, mamá al separarse y ver el desastre que había lo que hizo fue recogerlo con su lengua (lamiendo mejilla, mentón, cuello y asiento, si, no le importo donde hubiera caído, ella se lo comió como si fuera miel).

-          Ohh, como me agrada esta señora, se ve que es bien decente.

-          Carajo (sobándose el pene) la follada que me ha pegado, es para volverse loco.

-          Si, lo vi, debí cogérmela yo.

-          Tranquilo, ya tendrás lo tuyo, estas mujeres siempre vuelven.

“las amigas mirándose con una sonrisa cómplice”

Como tramando algo quizás….

-          Gracias por las cosas que nos compraste.

-          Si, era lo menos que podíamos hacer por ustedes. Dijo mamá sonriente y moviendo la cola cerca de su pene

-          ¿Lo menos? Dijo el tipo con ganas de atravesar su cachetón y sacárselo por la boca

-          Sí, porque si hay otros regalitos......(tirándole el culo y comiéndose apenas su hongo) ……nosotras……podríamos ser aún más agradecidas.

-          Dame tu número. Dijo metiéndosela toda y delirando como un animal

-          ¡Ahhh!! Pelado no, travieso. Dijo mamá huyendo y sobándose el chochito

-          ¿Numero?

Ahí pensé que no lo haría, pero dictándole como nunca antes lo hizo, creo que esta vez vio una oportunidad y no quiso desaprovecharla, ¿qué tramaba?

-          Vivimos en ******.

¿Hasta le dio su dirección?

-          Justo estábamos buscando dos secretarias.

-          Aja, dos como ustedes nos caería de lujo.

-          Por mi normal. Dijo Rebe

-          Yo sí tendría que hablar con mi marido, nunca he trabajado. Dijo mamá

-          Bueno, no hay nada que no se pueda solucionar, al menos para nosotros.

-          Si, tú vas a llevarme el café, con un tangón bien metido en el culo, eso dalo por hecho.

-          Jijiji, ay Rebe, será trabajo de oficina, pero se ve que nos van hacer sudar las nalgas como perras, jijiji.

-          A ti será, yo si voy a trabajar, jijiji.

-          Bien, esperamos su llamada entonces.

-          Si, disfruta tu paseo, ya hablaremos luego.

“una despedida inolvidable”

Como para que ese teléfono suyo sonara sin parar….

Pues, en vez de dar un beso en la mejilla o un piquito, lo que hizo mamá fue despedirse de sus vergas (acercándoles la cara, acariciándolos y hasta hablándoles con ternura) para acto seguido (rabiosa cual abusona) darles una chupadota con succión a cada uno al punto que termino con los labios hinchados en cada hongo, uff, creo que de milagro no se corrieron otra vez, a lo que Rebe para no quedar mal también lo hizo, pero riéndose tímida y solo dándoles un piquito a cada hongo, como diciendo, no soy tan cochina como mi amiga.

-          Adiós.

-          Nos vemos, se me cuidan, jijiji.

-          Ohh, joder, te imaginas si la llevamos a cerrar cada negocio.

-          Lo sé, todos vamos a ganar aquí.

Así salieron las dos, contentas y moviendo la cola, pues el hecho de trabajar para esos dos las hacia ilusionar, claro, sin importarles que tipo de trabajo les asignarían y no es por nada, pero ya todos sabíamos lo que pasaría en esa empresa, no sé si de día o de noche, pero alguien terminaría con el calzón en un taco.

-          El mío quedo encantado, no va parar de llamarme, te lo aseguro.

-          De razón le pusiste ganas Sara, jijiji.

-          Tonta no soy, además, ya va haciendo hora de generar algo, no me la voy a pasar toda mi vida dependiendo de Rubén.

-          Oye, tranquila, recuerda que estas casada.

-          No me importa, les llevo el anillo si quieren, para que me revienten más duro las nalgas ¿viste ese coche?

-          Jijiji, si, se ve que tienen mucha lana.

-          Ay Rebe, así termine con los billetes enterrados en el ano, se los voy a sacar.

-          Jijiji, serás.

Si yo quede piedra, Marcelo por poco se atora, pero ni modo, tampoco iba a juzgarla, papá no ganaba lo suficiente y si ella podía generarse un mejor estilo de vida pues bien por ella, además, no pretendía dejar a mi padre, ¿o sí?

“yéndose con Rebe hacia la playa y bebiendo sus coronitas”

………………………….

-          ¿Qué quieren comer? Dijo Marce

-          Unos mariscos y unas conchas bien grandes, dicen que son afrodisiacos por aquí.

-          Ay Sara, a ti no te hace falta, jijiji.

-          Lo sé, pero igual quiero ver cómo me pongo. Dijo sonriendo picara

-          Ohh, joder, ¿te calmas en algún momento?

-          No, para eso tengo mi casa, ahora quiero todo.

-          Ya escuchaste Marce, complace a mi amiga.

Este hizo el pedido para todos y trajeron una fuente enorme.

“sentados en unas tumbonas de madera, bajo la sombra de un techo de paja”

-          Salud.

-          Salud…Salud…Salud.

No podían faltar las chelitas y brindando empezó el banquete, lo curioso de todo esto, es que mamá se chupaba entera las conchas, dejándolas completamente secas.

-          Ay que rico, gracias por la comida Marce, y cumpliste tu sueño, mira, me hinchaste la pancita. Dijo palmeándose, como lo hacían con su culo

-          Cuidado Sara, si es hembra y le haces eso te va salir cañera, jijiji.

-          ¿Así? (viéndose) pues ella tiene que ser peor que su madre. Dijo sacudiendo la lengua

-          Serás…jijiji.

-          Ohh, y cuando te vas a dejar de cuidar eh, ¿cuándo lo hacemos realidad? Dijo abrazándola por la cintura y queriendo besarla

-          Cariño, defiende a tu madre, yo lo decía de broma. Dijo empujándolo juguetona

-          En serio mami, me he dado cuenta que no te cuidas con Marcelo ni con el vecino, toma más precauciones, uno nunca sabe, nada es 100% seguro.

-          No, son poquísimos los que dejo darme a pelo y es porque los conozco, sé que no me van a dejar nada como la otra vez (bebiendo) además, confió en mis métodos anticonceptivos, no hay de qué preocuparse.

-          Bueno, allá tú mami.

Como el sol iba pegando fuerte, decidí meterme con Marce al agua, mientras ellas quedaron recostadas en las tumbonas.

…………………………

“dándome de codos”

-          ¿Qué ocurre?

-          Olvidé decirles que no traje la billetera.

-          ¿Que? Pero yo tampoco llevo dinero.

-          Ta madre, tendré que volver nomas.

El mismo chico que nos trajo la fuente, al parecer había vuelto para cobrar y al escuchar la negativa llamó a su padre, solo que este vino encabronado, con su machete enorme en la mano y no dudando en jalar del tanga a mi madre, es más, no le rompió los laterales de milagro.

-          ¡Ayy!!

-          Con que no quieren pagar eh.

-          Ya le dije, ¿ves que tengamos bolsillos?

-          Se nota que todo les gusta de gratis, pero conmigo se equivocaron hijas de puta. Dijo cortando con su machete el hilo y los laterales

-          ¡Ayy!! ¿Qué haces?

-          Van a barrer, van a trapear o van atender, pero de qué pagan pagan carajo.

Marce iba a correr para solucionarlo todo, pero sintiendo un cosquilleo hice que se detuviera.

-          ¿Que?

-          ¿Y si dejamos que todo fluya? Dije sonriente

-          Jajaja, ¿seguro?

-          Sí, hay que castigarlas por lo de antes, así como se regalan a viejos ricos no creo que tenga problema con esto.

-          Jajaja, bueno.

Las levantaron a las dos y a patadas las fueron llevando a su choza, un restaurante/bar, donde al parecer atendían al público, lo curioso es que, como mamá llevaba la ropa interior cortada tuvo que agarrarse por delante para que esta no se cayera.

-          ¡Gerardo!!

-          ¡Gerardo!!

Me hice el que no escuchaba y eso desato aún más la furia de mamá, que entendió, estaba perdida.

-          ¿Vamos?

-          Por supuesto, pero hay que mantenernos alejados.

-          Vale.

Ni bien entramos al área, vimos que las metieron a lo que supuse era la cocina, ahí tardaron mucho por lo que haciéndole un gesto a Marce le dije que ya volvía.

“asomándome”

Los dos, si, los dos, padre e hijo negros y en chanclas, habían puesto a esas dos hermosas mujeres, de rodillas y a chupar sus sucios penes, si hasta tenían requesón (viéndolo mamá con asco y no sabiendo por donde pasar la lengua) pero claro, tuvo que cerrar los ojos y chupar con todo el hueso, pues el tío con el machete en la mano la amenazaba para que se atragantara todo lo que pudiera, como buena puta de la calle, a lo que está obediente y rabiosa no solo lo hacía sino que de rato en rato le escupía el rabo con desprecio, pero ahí no quedo todo, no, al terminar (en su boca y no pudiendo pasar tanto pese al esfuerzo, de lo espesa y grumosa que salía, además del sabor horrendo que tenía) mamá acabo vomitando y con un dolor de mandíbula bien canijo, pues no era para menos, a ella le toco el padre y este tenía una verga típica de negro, monstruosa, es más, sino fuera mi madre cualquier otra mujer hubiera salido corriendo de aquí, pero no, yo sabía que en el fondo sus pelitos le daban comezón.

-          Hey jefe, la señora solo está acostumbrada a la leche fina, jajaja.

-          Se lo haría comer todo lo que tiro, pero tan mal no lo hizo, la vi tragar bastante, como buena cerda. Dijo estrujando su cabello

-          Discúlpelo doña, hace tiempo que mi padre no está con una hembra y ya ve, todo lo que tenía reservado en sus huevos.

“Rebe mirando a mi madre”

Como diciéndole que tuviera cuidado, pero ella……por poco y se ríe.

-          Uff, hace tiempo que no me la mamaban así de rico, tú debes ser una prostituta de las viejas, seguro empezaste de chiquilla no.

-          Que te importa, ya pagamos. Dijo abofeteando su rabo y haciéndolo rebotar

¡Splash!!

Mordiéndose los labios…

-          Hey hey, un momento, ¿qué creen que comieron? ¿Unos bocados de carreta? No perras, aquí se quedan hasta la noche, sudando las nalgas como nosotros, así que arriba carajo, ya me amargaste.

Las pusieron de pie y ahí me di cuenta que estos las habían desvestido y les habían puesto unos trajes ajustados, como de mujerzuelas (corset y short cachetero) pero claro, como no eran de sus tallas, les quedaban súper ajustados, es especial a mi madre, que tuvo que meterse el dedo bien adentro para sacarse la tela del culo o subirse bien arriba el corset para que no se salieran sus tetorras.

-          No, me largo, tu no vas a decirme que hacer cabron.

-          ¿Qué has dicho perra? ¡Eh!!

Como siempre mamá mostrando su hinchada entrepierna para que viera todos los pelos que tenía en el coño, cual hembra alfa, rebelde y líder de manada, pero claro, el moreno tampoco tuvo reparos en mostrarle quien mandaba por sus tierras, pobre mami, ya podía imaginarla con el hombre encima, castigándola por su insolencia.

-          Repito, ¿qué dijiste?

-          Nada, nada. Dijo sofocada

-          Eso mismo pensé, ahora escuchen, atienden a los clientes, saludan, sonríen, se dejan chupar una teta no sé, pero quiero que consuman como adictos esos cabrones, ¿está claro?

-          Si.

-          Bien, a mover esas gordas nalgas entonces, que sirvan de algo hoy.

Soltándola, pero……creo que mamá quería morir culiando.

-          Gorda tu madre.

-          ¿Que?

Al escuchar eso, este inclino a mamá, para darle una tremenda bofetada en el durazno que no solo la hizo gritar de dolor y caer al suelo como una bolsa de basura, sino que le dejo su mano marcada y la furia en la cara.

-          ¿Quieres más? ¿Estás buscando más? Dijo amenazante

-          Ya Sara, no lo molestes, vamos atender.

Pero mamá terca como ninguna se fue mirándolo desafiante.

-          A esta perra me la dejas hijo, voy hacer que se acuerde de mi madre toda la puta noche.

-          Dale papá, toda tuya.

-          Culona de mierda, ¡te va entrar un brazo después de que acabe contigo!!

Volví con Marcelo y desde nuestra mesa las vimos caminando.

-          Ya lo tengo. Dijo sonriente y como si fuera un chico de la escuela

-          Ay Sara, ¿no te da miedo?

-          No, para hacerme el amor tengo a mi marido.

-          Dios mío contigo, jijiji.

Juro que casi me atoro, pero lo sabía, lo hizo todo al propósito.

“atendiendo la primera mesa”

Ahí había un grupo de cuatro hombres, bebiendo y jugando al póker, habían comprado muy poca chela pero cuando llegaron las amigas, usaron los encantos para su propósito.

-          Hola, ¿estas ganando? Dijo mamá sentándose en sus piernas

-          Hey, si, mira mis fichas guapa, soy el mejor. Dijo agarrando cintura

-          Me agradan los ganadores, siempre tienen dinero para divertirse. Dijo melosa y abrazándolo por el cuello

-          Y no va ser, ¿quieres algo?

-          Obvio papi.

-          ¿Qué cosa? Tu solo pide. Dijo acariciando sus labios con el dedo

-          ¿Una ronda de chelitas no?

-          Ya, ¿algo más?

-          Por ahora esta bi…ops. Dijo tropezándose y poniéndole la mano en el bulto

-          Joder, ¿te agarraste bien? Dijo burlón

-          Si, sino fuera porque había algo colgando aquí me caía, jijiji.

Pero antes que le sacara su linda mano y le ordenara el pedido a su amiga, mamá le metió un par de apretones que dejo al tipo más que sudando.

-          Vamos Rebe, chelas para esta mesa.

-          Ok amiga.

Al ver su traje al detalle y su comportamiento, hizo que este se mandara, si, como si mamá fuera una……, dándole de besos en el hombro, mejilla, cuello, y hasta mordiéndole la oreja.

-          Oye, no seas travieso, aquí no se culean a las meseras, jijiji.

-          Eso es lo que tú crees.

-          Serás…...jijiji.

Todos se miraron de forma extraña, como si fueran hacerle algo a mi madre, que ella no sé si pillando o no, riéndose los animo a jugar.

-          Vamos, quiero ver como lo hacen.

-          Rico y rápido.

-          El juego, jijiji.

-          Si, ¿qué más? cochina. Dijo besándola a la fuerza, a lo que mamá sonriente cerro la boca y solo se dejó, si, que este le lamiera los labios con su lengua, intentando meterla como sea

-          Oye, ya, jijiji. Dijo empujándolo

Ahí nomás….

Llegaron las chelas y mamá agarrando la suya hizo barra por su hombre, así como Rebe por el suyo, pero….

“derrota tras derrota”

Pues el tipo no podía concentrarse, tener a mamá sentada en sus piernas, con esa ropa y ese culazo casi pelado, era para verlo cada segundo, alucinándolo de mil formas, además de eso, ella se lo movía y parecía bailarle en su sitio, al punto que el corset también se le bajaba y a nada de enseñar los pezones ella se lo volvía a subir, dejándole con la miel en los labios.

Por lo que, ya pasada varias rondas, este se desesperó y más que jugar trataba de meterle la mano dentro del short, primero por detrás y luego por delante (mano puesta en su cadera, pasándola a su abdomen y de ahí preparándola para bajarla, lo supe por su cara y como disimuladamente buscaba que mamá se distrajera con Rebe)

-          Trae más chela amiga, se acaban muy rápido, jijiji.

-          Tu que tomas mucho Sara, no es limonada, jijiji.

-          Pues parece, no me marea nada, estoy enterita, hip.

-          Uy si, se nota, jijiji.

En eso que se estaba yendo, el tipo deslizo su mano y clarito vi cómo le hundió el dedo medio hasta el fondo pues lo otros salieron por los costados, no saben la cara que puso, gloria bendita, la chochota mas babosa de la ciudad, creo que ni él daba crédito a como le quedo el dedo.

-          ¡Ahhh!! Cabron.

Mamá sonriente se dejó hacer, pero al escuchar que ya estaba sonando como perro tomando agua, está luchando se quitó la mano y corrió entre risitas al siguiente hombre.

-          Hey, hey, ven acá hija de puta.

-          No, ya casi no te quedan fichas, y yo quiero más chelita, jijiji.

Pero…

En vez de sentarse lo que hizo fue apoyarse en la mesa, para ponerla la vagina a la altura de su cara y que este viera como le salía el vello púbico por los lados, a lo que el hombre sonriendo asqueroso comenzó a jalarlos tratando de peinarlos, pero no, estos quedaron aún más revueltos.

-          Disculpa, no me afeito la zorra, por eso se me escapan.

-          Ohh, típica hamburguesa de veterana, uff, ¿cuantos aguantas?

-          ¿Cuantos? Jijiji, no, solo tiene doble carne, mira, estoy como chiquilla por dentro.

Lo que faltaba, mamá se hizo a un lado el short y abriéndose los labios le enseño su rosado hoyito.

-          Diosss. Dijo el tipo acercándose a verla pues hasta parecía no haber tenido hijos, la verdad que mamá era bendecida por la naturaleza, su cosita estaba impecable y de razón………se volvía tan loca cuando un rabo le entraba

-          Ves, conchita de casa, rica y apretadita.

-          Ohhh.

El tipo no se aguantó y cargando le metió un tremendo escupitajo.

-          Oye, jijiiji.

-          ¿Ni lo necesitas no? Dijo viendo como su saliva resbalaba de su concha

A lo que mamá respondió sin palabras, solo con una coqueta sonrisa y el dedo apuntando a su ombligo, como diciéndole, hasta ahí llega del resbalón.

-          Ven, ven acá.

La sentó de costado y en una de sus piernas, para de arranque meterle la mano dentro del short, inflándolo de los dedazos que le metía.

-          ¡Ahhh!!

-          ¡Ahh!!

-          ¡Ahhhh!!

“Rebe volviendo y viéndola gozar”

-          ¿Qué haces amiga?

-          ¿te golpeaste el gordito?

-          jijiji.

El tipo con una mano jugaba y con la otra retorcía a mi hogareña mami, pero claro, este tampoco duro mucho ganando, estaba más concentrado en hacer que esa peludita se viniera, a lo que mamá le duro dos rondas, ya que sentando en su caballo y poniéndose a su lado no supe si se corrió o se orino, pues la guarra hizo chorrear el short como colcha recién remojada.

-          Pero que carajos.

-          Uff.

-          Madre santa de mi vida.

Todos quedaron alucinando y ella para colmo agarro la tela de su entrepierna y lo escurrió con el puño, una saca leche mi madre, pero de las terribles, si hasta ya podía ver esas vergas saliéndose de sus calzoncillos, rayos, pero ahí no quedo todo, pidió otra ronda de chelas a Rebe y mientras ella se iba obediente, mamá se acercó al tercer hombre, le subió una pierna a su silla y haciéndose a un lado el short le pidió rabiosa y mandona que…….

-          Chupa mi coño.

-          Esta sucia y asquerosa.

-          Vamos, que esperas hijo de puta.

-          Yo ordeno tú haces caso.

Lo cogió del pelo y prácticamente lo enterró en su peluda concha.

-          Eso.

-          Así papi.

-          Rico sacude esa lengua.

“pelando los ojos”

-          Pero sin dejar de jugar.

-          Vamos.

-          A este coñito le gusta el dinero.

El tipo tenía una partida regular, pero con mamá poniéndole ese manjar en la boca lo termino quebrando, al punto que lo empujo molesta.

-          Apártate, eres muy pobre para mí.

-          Jajaja…...jajaja…...jajaja.

Todos rieron y el hombre limpiándose los labios quedo ardido, pero aún faltaba el ultimo, si, el que tenía torres de fichas, por lo que mamá agarro una botella y le dio de beber en la boquita.

-          Lo mejor para el mejor.

-          Oh sí.

-          ¿Que deseas? ¿Qué puedo hacer por ti? Dijo queriendo arrancarle la camisa

-          Una sacada de brillo me vendría bien.

-          Bueno, el campeón es el campeón y hay que consentirlo, jijiji.

Mamá se metió debajo de la mesa y sacándole la polla le dio la mamada de su vida.

¿Pero que creen? La forma, el tamaño, el grosor, hizo que le brillaran los ojos a mi madre, es por eso que no lo dejo correrse y ni bien llego Rebeca, esta le pidió que trajera unos condones de la barra.

-          Corre.

-          Ya voy tonta.

Si, todavía la apuro, pues no podía dejar de sobarse la vagina.

“volviendo”

Mamá tuvo el descaro de quitarse el short y colgarlo sobre esa polla, mientras rompía el empaque del preservativo con los dientes, si, como para que los pocos presentes la vieran y murmuran entre risas lo que iba a pasar.

Pero lo peor….

Es que ella iba por delante, tirando exageradamente de sus caderas, como si ella fuera la que necesitara la verga y no el de su coño.

“tremendo culazo desnudo, metiéndose al baño”

Todos hicieron silencio para escuchar, al menos un poco tal vez dijeron, pero, no conocían bien a mi madre, que, en medio de aplausos de culo, nalgadazos y rugidos del tipo, esta comenzó a chillar como perra, casi dejando sordos a todos, es más, el dueño del restaurante salió a chismear y al ver a Rebe supo quién era la gritona, por lo que esbozó una sonrisa y volvió a meterse.

“pensativo”

Lo de mamá y su amor por los rabos era para no creerlo, que ganas siempre de ancharse la concha más de lo debido, pero ni modo, supongo que ahí estaba el gusto de ella o mejor dicho su vicio, pues la guarra encima pedía más, desatando la burla de todos.

-          No entiendo cómo se casó con el cornudo, la verdad que no.

-          Yo tampoco, mamá es algo rara. Dije para no contarle como la salvo

-          Hablando del rey de roma, mira quien asoma.

-          ¿Que?

Me gire y papá entrando pareció buscarnos, dando con nosotros.

-          Rayos. Dije asustado

-          Te lo dije a ti chaval, tu eres el genio. Dijo bebiendo

-          Ok.

Ni bien llego a nuestra mesa, escuchando los gemidos claro (no sabiendo que era su esposa)

-          Hijo, los vengo buscando buen rato.

-          Hola papi, despertaste.

-          Si, ¿dónde está tu madre?

-          Eee…fue a dar una vuelta con Rebeca.

-          ¿Donde?

-          A las tiendas y eso, ya sabes cómo son las chicas.

-          Bueno, si está bien no hay problema, yo andaba preocupado. Dijo sonriente

-          Eee…vamos a…al billar, hay que jugar unas partidas mientras bebemos.

-          ¿Contigo hijo?

-          Eee…no, con Marce, él sabe jugar bien al billar.

-          Dale.

No podía ocultar mi nerviosismo y las ansias de voltear constantemente al baño, pues conociendo a mi madre, podía salir así como entro, es por eso que lo lleve con Marce a la parte del fondo e hice que jugaran, mientras que yo, salí a esperarla y como lo pensé señores, no solo el tipo salió sin pantalón y con la polla totalmente gomosa de su semen (encima sacudiéndola burlón), sino que…...mamá también lo hizo al minuto, sin short, las tetas fuera del corset y con dos condones girando sobre sus dedos, como diciendo, miren todo lo que le saque, pero no contenta con ello, sonriente se acercó a la mesa y los tiro para que sus amigos lo vieran mejor.

-          Un brindis por mi campeón.

-          Que necesita hidratarse, jijiji.

Mamá se sentó en sus piernas y junto a el bebió besándolo, si hasta la lengua le metía la cachonda de lo feliz que la había hecho.

…………………….

-          Disculpen, disculpen, ven un rato Sara.

No le dije mamá para que no se enteraran, pero claro, ella toda juguetona me dijo….

-          Que quieres mi chulo, jijiji.

“desatando la risa de todos y la suya”

-          Papá está al fondo.

Cuando le dije eso, detuvo la botella y la sonrisa se le borro del rostro.

-          ¿Que?

-          Si, felizmente vino cuando estaban en el baño.

-          Mierda. Dijo alocándose pues estaba pelada

-          Ve por tu ropa y sal con Rebe, le dije que estaban paseando por las tiendas.

-          Ok, gracias cariño.

Mamá corrió al baño a por su short y aun así era demasiado revelador para que su esposo la viera con eso, ni que decir del olor que ya tenía, por lo que le pidió dinero al hombre y este le termino dando unos billetes, luego, cuando se despidió y pensé que se iría, mamá comenzó a escribir en un papel.

-          Toma hijo.

-          ¿Qué cosa?

-          Dale al dueño.

-          ¿Eh?

Vi el papel y dentro estaba escrito el número de su cuarto, la hora y el nombre del hotel.

-          Que rayos.

-          Hay que pagar hijo, nunca se come gratis. Dijo sonriente

-          Pero……podríamos darle dinero.

-          No, deja que mami se encargue de los gastos. Dijo guiñándome el ojo

-          Ay caray, bueno, es tu rollo.

-          Si, vamos Rebe.

De la mano se la llevo apurada y acto seguido yo fui con el dueño.

……………………..

Toc Toc Toc!!

-          Disculpe.

-          ¿Qué pasa?

-          Una señora me dejo esto para usted.

-          Haber. Dijo agarrando la nota y viéndola

-          ¿Qué es papá?

-          Joder, al parecer las chambeadoras se nos escaparon, pero por otro lado….

-          ¿Que?

-          Si van a pagar por la comida, jajaja.

Los dejé cortando su pescado y volví con mi padre y Marce, ahí pasamos buen rato, hasta que la noche llegó y volviendo al hotel, Rebe nos estaba haciendo guardia en el pasadizo, sentada en una de las bancas.

-          Hola chicos, ¿tanto tardaron?

-          Sí, no iba a dejarme ganar por Marcelo. Dijo papá alegrón

-          A bueno, pasa Rubén.

-          ¿Y Sara?

-          Se está duchando en mi cuarto, ya viene.

¿Duchándose? No solo eso me pareció raro, sino que ella entro sola con papá y cerró la puerta, a lo que nosotros nos dirigimos al otro cuarto.

-          Hey preciosa, ¿lista para la acción?

-          Hoy no Marce, tengo que resolver un asunto.

-          ¿Cual?

-          El de ustedes pues hijos de puta, ¿qué creen que no me di cuenta?

-          Jajajaja, fue idea de tu hijo.

-          Lo sé, ahora se aguantan por pendejos.

-          Rayos mami, me sentí ofendido por lo de hijo de puta, jejejeje.

-          No, tu si lo eres, no te ofendas, jijiji.

-          ¿Y qué planes?

-          Pasar la noche con ellos, ¿ya Rebe entro con tu padre?

-          Si, ¿qué hay con eso?

-          Le va dar algo para dormir, no quiero que venga a tocar la puerta. Dijo sonriendo burlona

-          Ya veo.

-          Tu madre siempre pensando en todo, jajaja.

-          Sí, es una infiel experta, todas se la sabe, jejeje.

No solo se había bañado, sino que se estaba maquillando y hasta perfumando frente al espejo, pero ahí no quedo todo, cuando pensé que iba a vestirse o al menos ponerse ropa interior grande fue mi sorpresa, al ver lo que había escogido, unos tacones bien finitos, de esos que usaba para rumbear a escondidas con las amigas, luego se puso una especie de faja, muy pequeña, que creí simulaba lo que era un corset, como queriendo complacer el gusto lascivo de su invitado, pero ahí tampoco quedo todo, en los muslos se ajustó unas correas de cuero, con algunos detalles de corazoncito, por lo que supuse era una lencería de las bravas, pero claro, ahí se acabaron las prendas, no saco más, así que viendo a Marce no sabía si reír o asustarme.

-          Ya va siendo hora chicos, vayan al otro cuarto.

-          ¿Que? ¿Tu sola mami? Dije confundido

-          Si, Rebe se siente un poco mal y ya ni modo, toca sufrirla sola.

-          A vale, igual será uno versus uno, capaz hasta le ganas, jejeje.

-          Eso espero, que mi chochito aguante su polla negra. Dijo de buen animo

“caminando hacia la puerta”

Cuando en eso……sonó el timbre.

Ring Ring Ring!!

-          Ops, creo que ya llegó.

-          Bien puntual el cabron, jijiji.

Menudo paradón el que le iba a dar y no me refería a su corazón.

Ring Ring Ring!!

-          Ya voy.

-          Ya voy.

-          Ahorita abre el chochito.

-          Jijiji.

Abrió la puerta y al ver que venía acompañado de su hijo se mordió el dedo preocupada, pues sabía que estaba perdida, ahora serian dos contra ella y a saber si su otro huequito estaría a salvo (viendo su rechoncho durazno, deseándolo suerte con cierta burla mía) pero claro, si mamá buscaba la forma para que no le sacaran la mierda entre los dos, ellos se deleitaron con la suculenta vista en primer plano, uff, si no rompieron sus pantalones fue por puro milagro.

-          Ohhh, desgraciada puta de mierda, te dije que nos estaba esperando chamaco.

-          Joder jefe, ¿es un puto sueño? Dijo viéndole el chocho alucinando

-          No, pero de este día no te olvidas.

-          Hola, no sabía que venias acompañado.

-          ¿Algún problema? Dijo entrando y rascándole la raja

-          No, ninguno, pasen.

-          ¿Y tu amiga?

-          Se sintió mal.

-          Bueno, ella se lo pierde. Dijo chupándole un pezón, con toda la lengua

-          ¿Puedo jefe?

-          Sírvete carajo, que esperas.

Entre los dos lo hicieron, para que luego el papá la cargara sobre su hombro y manoseando su coño la llevara hasta la cama, tirándola como una puta ebria.

-          Hoy quiero llenarme de orgullo.

-          Si jefe, no le voy a fallar.

Mientras se quitaban la ropa mamá se escapó hacia nosotros.

-          Apura, que tanto estas con ellos.

-          Son mis amigos y ya se iban.

-          Eso justo pensé.

-          Ya chicos, nos vemos mañana.

Mamá nos empujó fuera y respirando profundo cerró la puerta.

-          Joder chaval, felizmente no es mi madre, jajaja.

-          No sabía que iba a venir con su hijo.

-          Ni ella.

-          ¿Crees que le hagan un doble?

-          Uff, quien sabe, pero……aquí tienes la llave, suerte. Dijo revoloteando mi cabello burlón, como queriendo que vea como reventaban a la nalgona de mi madre

-          Jodete.

-          Jajaja.

 

CONINUARA….

Comentarios

  1. Servido mis amigos, dos capitulos para ustedes, la próxima semana estoy subiendo en estreno el 7 y unos días después el 8, quiero avanzar a full está serie para darle un buen final y que al fin quede en el blog.

    Saludos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Visitante23 buen relato, solo espero que no la maten. Y del otro relato de la mami puta, sigo esperando que su hijo se vuelva su chulo y se una la abuela y la ex novia

      Eliminar

Publicar un comentario