Gerflix Series Presenta - Cap7 "Mi madre, mi muñeca"

Amarré unas sábanas y bajando al patio me dispuse a ir en medias, mismo fugitivo, pues el morbo era grande y cada vez que daba un paso más el corazón me latía más fuerte, así que ni bien llegue me asome por un orificio oculto para ver la primera prueba de la entrevista, caray, así quien no querría ser jefe.

El elegido fue Marlon, el más maduro de ambos, algo gordito, casi calvo y con una polla pequeña pero dura, a veces creo que si mi padre la hubiera tenido al menos así de firme mamá no le habría puesto……no, mejor dicho, tanto cuerno no le hubiera metido, jejeje, pues conociendo lo golosa que era si se hubiera casado con tres hombres feliz viviría con todos en la misma casa, pariendo niños a montón.

“sacando lustre a sus títulos”

Como en cualquier entrevista uno trata de lucirse demostrando ser el mejor del resto, pero claro, como mi madre no tenía documentos ni títulos que mostrar, lo que hizo fue entregar unas experiencias complementarias, que solo se aprendían en la calle y con el día a día, ¿a que me refería? Pues a una descomunal garganta profunda, que esposa, que novia, que chiquilla, que pre pago, la forma como se la tragó entera y encima como empujaba solita su cabeza hizo delirar al tipo, pero ahí no quedo todo, no, al no tener problemas con su pqueño pene, la guarra no solo le metia lengua a sus bolas sino que en cierto momento lo quizo matar de un infarto al comerse también sus pelotas, que desgraciada para mamarla asi, creo que ni a su propio esposo le hacía eso, pero claro, como el viejo Marlon estaba en la gloria, viendo con la nariz de mi madre se aplastaba con su peluda pelvis, este no tardo en venirse.

-          Me corro.

-          Carajo me corro.

El primer reflejo de él, fue querer sacarle la verga y echárselo tal vez en la cara o en la boca, pero mamá como toda una dama de mirada dulce y sonrisa tierna, lo que hizo fue arañarle las nalgas y empujarlo nuevamente contra ella, como diciéndole “a dónde vas hijo de puta con ese biberón”, pues si, el tipo incrédulo y no pudiendo aguantarla más, le tiro todo su semen en la garganta y mamá apoyada sobre los dedos de uno de sus pies y de perfil, nos dio la vista más guarra del momento, el de sus ojos hinchados y lagrimeados, su cabello rubio alborotado, la baba espesa cayendo de sus labios y para coronar……la garganta contrayéndose con cada arremetida, que locura, un real y puta becerra, succionándole la leche de las bolas.

-          Oh dios mío.

-          Quiero una igual maldita perra. Dijo el otro tipo, sacándole filo a su venosa verga

Y es que repetir la misma hazaña con este hombre sí que iba a ser difícil.

-          Ya no tengo nada.

-          Suéltame.

-          Carajo que me sueltes.

Si tuvo que golpearla para que mamá liberara su pene, pues esta guarra después de recibir la ración y no contenta con eso chupársela como una aspiradora, ya se la estaba mordiendo con fuerza, clavándole los dientes.

Splashh!!

-          ¡Ay!!

No sé si habrán visto a un perro luego de copular, pero el tipo con su miembro quedo igual, todo colgando, recontra hinchado, rojo y con un dolor de los cojones.

-          Que paso Marlon, solo estaba mordiendo su hueso, jajaja.

-          Me duele el jodido chorizo, mira, no hay ni semen. Dijo con intención de querer agarrarlo, pero se contuvo

-          Descansa, por lo visto la señora es exigente.

-          Uff, disculpa perra, pero ibas arrancarme el pene con los dientes.

A lo que mamá sobándose la mejilla sonrió burlona.

-          Pasa que el solo se mete con chiquillas sangronas, y esas no chupan rabo como ustedes las veteranas puercas, tú me entiendes.

-          Con el tiempo lo voy a poner en forma.

-          No lo dudo doña, pero ahora sigo yo, y a mi si me encantan los culos gordos y los chochos bien peludos, le voy advirtiendo.

-          Jijiji, haber si es cierto.

Mamá se puso en posición como buena campeona, abriendo la boca y estirando la lengua, pero claro, la diferencia de calibres era abismal y si bien con uno fue un picnic con este la cosa cambio, pues por más que se exigió desde el inicio, ese rabo no le cabía en la garganta y para colmo cuando quiso retroceder para tomar aire, el tipo cogió su cabello y le apretó la nariz, como una muestra de caballerosidad.

-          Hey, ¿a dónde va doñita?

-          Pedí uno igual.

-          Así que, como buena secretaria atenta y responsable, tiene que darme lo que pido.

-          No todo va ser café y galletas, jajaja.

Mamá no dejaba de atragantarse y de echar saliva a borbotones, es más, en cierto momento movió las manos de forma desesperada y arañaba el aire como queriendo sacárselo de la boca, provocando la risa del otro empresario.

-          Jajaja, ahora te quiero ver puta.

-          Succiona esa verga como la mía.

-          Exprímela igual haber.

La estaba llevando a su límite y cuando pareció desmayarse el cabronazo la soltó, tirándola como una basura hacia atrás.

-          Cuando llegue, tenía una linda ropa de mujer hogareña.

-          ¿Así? Jajaja.

-          Si, una blusa simple, un pantalón suelto y unas zapatillas de color blanco, también estaba acompañada de su hija.

-          ¿Qué paso? ¿Te invito el té la señora?

-          No, al parecer venia esperándome ansiosa, pues ni bien me hizo pasar y me presento a su hija, la muy zorra se quitó la ropa detrás de mí y caminando hacia la escalera se reventó las bragas con las manos, te juro que mi polla se erecto en un segundo.

-          Uff, quien no.

-          No pude ni decirle mi nombre a su hija, la cachonda me apuro y encima le ordeno a la nena que recogiera todo, por si su marido llegaba antes.

-          Joder.

-          Al parecer, todos están al tanto de lo que hace en esa casa, pues su hijo también me vio. Dijo sacándose la ropa

-          ¿También el muchacho?

-          Si, y justo cuando le estaba bombeando la concha a su madre.

-          Joder, esta perra no perdona ni la familia.

-          Te lo dije, la doña es diferente, tiene esa mirada viciosa en sus ojos, con ella la vamos a pasar de maravilla.

-          Bueno, ¿empiezas tu o yo?

-          Tengo la leche en la punta, no tardare mucho.

-          Ok.

Se puso un preservativo, haciéndolo sonar para que mamá viera lo ajustado que le entraba, luego la llevo a una mesita pequeña y ahí se puso encima de ella, jugando al tragamonedas con sus ojos.

Madre mía…

Seguro que estaba recordando el día de su boda, ¿no? (sarcasmo) 

Que forma de gozar la vida y de entregar al resto todo lo que la naturaleza le dio, pues no imaginaba a mamá siendo de un solo hombre, es más, recuerdo que de pequeño, a veces papá iba por helados o se distraía con Sofí, por lo que algunos hombres pensarían que era soltera o no sé pero se le acercaban y hablaban bajito para que no escuchara, luego esas charlas terminaban con mamá entregando un papel y yo recuerdo bien claro que ella me decía que era una dirección de la calle y que solo ayudaba a las personas, caray, me pregunto de cuantos moteles baratos habrá salido sin que lo supiéramos, ojala algún día diera con alguno.

-          Así vas a sudar las nalgas hija de puta.

-          Para que veas lo duro que es ganarse la vida sin estudios.

-          Puta perra de mierda.

-          Vas a pasear ese gordo culo como siempre.

-          Pero con el chocho y el ano bien reventado por dentro.

-          Ohh, dile adiós a tus hilos.

-          Porque solo tus bombachas te van a cubrir.

Y el primer lechazo no tardó en llegar, pero como habrá estado de rica su vagina que el tipo no la desmonto y luego de llenar el globo siguió raspando su jugoso hoyito, provocándole una segunda corrida que hizo que la leche saliera goteando por sus bolas, y claro, cómo no, si esa punta de goma era muy pequeña, además no se rompió, pues cuando este lo saco y se lo fue a enseñar (burlón y sacudiéndolo sobre su pene), mamá sonriendo adormilada se lo quito para acto seguido échaselo en la boca.

-          Como buena doña humilde, se ve que no desperdicia nada, jajaja.

-          Aquí tengo más para ella.

-          Toda tuya.

El viejo Marlon fue con su polla pequeña y mamá sabía que no representaba peligro, es más, creyó que sería un descanso, pero no, al estar demasiado sensible, sentir el resbalón del preservativo y este tenerla dura como una piedra hizo que su conchita reaccionara y le provocara unas buenas muecas de placer.

-          Eso Marlon.

-          Dale duro a esa puta

-          Que sienta tus doce centímetros.

-          Vamos.

-          Chiquito pero picoso.

Sumado a que le hizo tronar las nalgas, llevo a que mamá se excitara de sobre manera, teniendo su primer orgasmo.

-          Carajo, se está orinando.

-          No cabron, se está corriendo, así se hace, sigue, sigue, sigue.

La barra que le hacía llevo a que este sonara a mi madre (dándole caña) y le provocara un segundo orgasmo que me la liquido, dios mío, quien lo diría, el pequeñito tocando su punto g.

-          ¡Sacala!!

-          ¡Sacala!!

-          ¡Ayyy!!

-          ¡Sacalaaaa!!

Asombrado retrocedió y mamá volteándose se rasco la vagina con desesperación soltando los chorros que tan feliz la hacían, pero ahí no quedo todo, cuando esta termino, quedo abierta de patas, toda mareada y no sabiendo ni donde estaba, que postal les había regalado.

-          Ohh, sírvete amigo, no dejes que la conchita se le escurra mucho, esos jugos son un manjar.

-          Concha de tu puta madre, te la voy a comer como un perro.

El tipo cumplió y pasándole toda la lengua se la dejo luciente, fua, si hasta algunos pelos le saco.

“sintiendo unas piedritas volar”

-          ¿Que? Dijo volteando confundido

-          Aquí, cochino mirón.

Alcé la vista y Sofí estaba desde mi ventana.

-          ¿Con que amarraste sabanas no? Dijo subiéndolas

-          No, como voy a subir, no seas cabrona Sofí.

-          Te trepas entonces, como el hombre araña, jijiji.

-          No, espera.

Me acerque y ella se detuvo.

-          ¿Se la están follando?

-          Si.

-          ¿Los dos?

-          Si.

-          ¿Está bien o la están aporreando?

-          No tan bien, uno la tiene grande.

-          Vaya, entonces necesita ayuda. Dijo mordiéndose el dedo, al igual que lo hacia mi madre

-          ¿Que?

De pronto tiro las sabanas y bajando en short y polo de pijama casi me da un culazo.

-          Oye.

-          No suelo juntarme mucho con ella, pero ya que tuve un sueño húmedo, le daré una manito. Dijo rascándose la entrepierna

-          ¿Un qué?

-          ¿No creerás que solo tu sueñas con coños no?

-          ¿Pero tú?

-          Si, herencia de mamá, quéjate con ella, jijiji.

-          ¿Pero cómo?

-          ¿Como? Pues muy marranos como los suyos, hasta me levanto gimiendo, jijiji.

-          Pero que rayos.

-          Además tonto, mamá también ha sido buena conmigo.

-          ¿Que?

-          Alguna vez también me saco de un apuro, con una deuda de drogas que tuve.

-          ¿Eh?

-          Si, pago entero la deuda y solo le costó una cojera y su ano, jijiji.

Casi me caigo como condorito…

-          ¿Qué está pasando aquí?

-          Llego la hora de unirme a la fiesta hermanito, total, ya sabes muchas cosas.

Sofía ni toco la puerta, está la abrió, viendo de saque como Marlon enculaba a mamá en cuatro, cual perra callejera.

-          Ay princesa, ¿no tienes prepa mañana?

-          Sí, pero tuve un sueño muy cochino, no puedo dormir. Dijo jugando con su top que no cubría su ombligo

-          Bueno preciosa, ahí tienes un buen pene, sírvete si gustas.

Pero que cara….

-          Gracias mamá, justo como pensé.

No podía creerlo, y el tipo también incrédulo rodeaba a mi hermana como una presa, pues a pesar de tener el durazno redondito era obvio que ese rabo se lo haría trizas.

¿Segura muchacha? Era su mirada, con el hongo apuntándole en medio del cachetero, ¿pero saben quién tomo la iniciativa?, ¿quién dio el primer paso? la Portillo, como buena sucesora de sangre, provocando la sonrisa traviesa de mi madre, pues si, era igualita a ella.

-          Hola, perdón por el olor, pero no me lave mi zorrita. Dijo estirándose el short para que la viera y como su calzoncito se despegaba de ella

-          Ohh, ¿te depilas? Dijo pasándole el dedo

-          Si, todavía no soy lo suficiente puerca como mi madre, para tenerla llena de pelos.

-          ¿Ahora te vienes hacer la santa no?

-          Mamá, yo no como culos marrones y feos cuando me embriago, jijiji.

-          Ohh, ven acá.

El tipo ya no pudo más con la erección y levantándola en peso la llevo para tirarla sobre un sillón, ahí la abrió de piernas y se comió su shortcito de bob esponja, justo en la entrepierna, donde estaba su cara, es más, lo tenía tan suelto que su enorme lengua se lo revoloteaba con todo y ropa interior.

-          ¡Uhm!! Que rico me lo hace mami. Dijo quitándose las sandalias y agarrándose los pies, toda cachonda

-          ¿Tu padre sigue dormido?

-          Ss-siii……Ayyy!!

-          ¿Tu hermano?

-          Ta-tan bien. Dijo pelando los ojos

-          Oye, tampoco me la vuelvas loca, jijiji.

-          Yo que tú me preocupo por tu culo cabrona.

Marlon enrollo su cabellera rubia y como si fuera una potra salvaje le monto el culazo como si no hubiera un mañana.

“rechinando la mesa y empujándola con su polla”

Tanto que mamá lanzándose hacia adelante tuvo que apoyarse de manos en el suelo, empinándose más y con el tipo ya rompiéndole la espalda, wao, que forma de quebrársela, el culo casi le llegaba a la cintura.

-          ¡Ahhh!! ¡Que rico, así mi macho, dame más, mas, quiero más durooo!!

-          ¿Mas? Si la tienes toda adentro cañera hija de puta.

-          Vamos, tu mételo más duro, como si quisieras voltearme el ano.

-          Ohh, ¡esta perra no tiene llenadera!!

Al ver que su amigo la estaba sometiendo a la mami, Nilton echando humo dejo de comerle el coño a mi hermana (por un lado del short), para no quitarle la ropa sino destrozársela.

Scrapp!! Scrap!! Scrap!!

Todo voló, top, short, brasier, y su calzoncito blanco con imágenes de fresas en el triángulo, ese sin duda ya no iba a ponérselo más, pero ahí no quedo, no, antes de tirarlo le metió una olfateada que hizo llorar su verga con el aroma.

-          ¿Fuerte como el de su puta madre?

-          No, dulce como el de una chiquilla.

-          Ohh, provecho, jajaja.

-          Tierno por favor o mi padre se va dar cuenta cuando camine. Dijo sonriente y mordiéndose un dedo

-          Apura puta de mierda, pon ese rosado coñito aquí. Dijo pelándose la verga para que luciera más hinchada, ya con el preservativo también brillando

Ahí pensé que Sofí lo pensaría, que escaparía, pero no, la hija de su madre, no solo se mordió los labios al verle el tremendo hongo, sino que se escupió saliva en la mano, para lubricarse la conchita y metérsela toda adentro, si, toda, no dejo nada de carne afuera.

“chillando más que ella”

Y no era para menos…...su cuquita lucia más estrecha y menos carnosa, encima soportaba las bombeadas de esa manguera, que como un martillo de las ferias, llegaba hasta su ombligo y bajaba, ombligo y bajaba.

Fua, que locura, jamás hubiera imaginado que las vería a ambas cogiendo en la misma habitación y peor todavía……a madre e hija pelando los ojos, por culpa de dos vergas que les daban placer, a una por el culo y a la otra por la línea.

Si no sabía a quién mirar, fue sencillamente brutal, una postal para el recuerdo, al punto que me desesperado apreté mi bulto y sentí como mi semen fluía a borbotones, dios mío, no paraba de venirme, era el morbo más grande que mis ojos podían presenciar.

-          ¡Ayyyy!! ¡Asiii!! ¡Reviéntame el culo cabronn!!

-          ¿Tu gordo culo? ¡Eh!!

-          ¡Siii!! ¡Mi gordo y vicioso cuuulo!!

Para coronar el momento mamá ni mostraba interés en su hija, su placer estaba por delante, con decirles que no le importo que Nilton la reventara en su cara, no, si hasta creo le producía más placer, el verla, escucharla, como recordando su yo del pesado al que usaban como muñeca inflable y desechable, pues cuando este acabo con Sofí y llena el preservativo de leche, la tiro como cualquier cosa, como si no sirviera ya, provocando la sonrisa de mi madre y acto seguido pidiéndole rabiosa a Marlon que hiciera lo mismo con ella, por lo que este enloquecido cumplió, fundiéndole el ano hasta correrse y tirándola al suelo de una arremetida.

Ploff!!

-          ¡Para que me recuerdes cuando te sientes!!

Fue lo último que se escuchó en la habitación, el aplauso de su cachetón, quedando tirada como su hija y gimiendo adolorida al igual que ella.

“calma en la trinchera”

-          Uff, mira como me zumba la polla Marlon.

-          Carajo (limpiándose el sudor) no pensé que acabaría así, que regalito nos terminamos llevando.

-          Si, vinimos para cerrar un contrato y terminamos follandonos a la tetona e hija, oh que ricas ubres, aplastadas y sudadas se ven mejor.

-          Si. Dijo agarrándole los pechos y manoseando sus pezones

-          ¿No quieres venir aquí? Mira que también hay tesoro. Dijo abriéndole las nalgas y mostrando su arito casi imperceptible

-          Ohh, ¿eso está virgen o me parece?

-          Si, solo hay que hacer las cosas bien, uno de los dos será el primero.

No se aguantó en meterle el dedo y Sofí reaccionando contrajo el durazno.

-          Prieto como su conchita. Dijo chupándose el dedo

-          ¿A que sabe?

-          A culo, jajaja.

-          ¿Guarro?

-          No, guarro es el que tienes, hasta debe apestarle a puro pene ese hoyo.

-          Si, típico culo de veterana tubera, con olor fuerte. Dijo dándole de bofetadas

Splash!! Splash!!

-          Así que ya sabes, todavía hay mucho por disfrutar aquí, tu solo ten paciencia.

-          Eso es lo que más me gusta de ti Nilton, no hay hembra que no me haya follado por tu habilidad.

-          Es cuestión que aprendas nada más, todo cae con paciencia y buen humor.

-          ¿Despedida?

-          Si, con dos besos como buenos caballeros que somos.

-          Eso sí, jajaja.

Ambos las empinaron y primero les comieron el coño, al punto que vi sus lenguas bien adentro, luego pasaron a los culos y parecían no querer irse, pues el banquete estaba buenísimo, con Marlon también metiéndole la lengua dentro del culo a mi madre y Nilton luchando para que la suya entrara, pero no había forma, mi hermana estaba sellada por detrás.

-          Ohh, que rico, estoy babeando del puro gusto.

-          Así alguna vez lo tuvo y así va terminar su nena. Dijo apretándole las nalgas y abriendo su ano como una flor

-          Jajaja, debe ser una cagona.

-          Oh sí, claro, de puro cagazo lo tiene así, jajaja.

Volvieron a comer asterisco pues ninguno quería irse sin quitarle el dulce al caramelo, que barbaridad, estos dos adoraban los culos como nadie.

-          Podría quedarme todo el día así.

-          Yo igual, esta hija de puta tiene un culazo infernal. Dijo metiéndole la cara y casi perdiéndose entre las nalgas de mi madre

-          Jajajaja, vamos cabron, luego no podre sacarte la cabeza de ahí.

-          Que rico carajo, los gordos son otra cosa. Dijo golpeándose con ellos

-          Oh si, y esta nena también va en camino a tenerlo así.

Le metió el dedo forzando la estreches, al punto que mi hermana gritando se tiró hacia adelante, mientras que el otro tipo en vez de meterle un dedo a mi madre lo que hizo fue querer meterle todo el puño, haciendo que también gritara y se tirara como Sofí, aun con Marlon detrás.

-          Ayyy!! Cabron!!

-          Jajaja, dale Marlon, dale.

Pero…

Al no poder, este se conformó con darle una nalgada a mano abierta y humillarla delante de su hija.

-          ¿Usa tanga o hilo tu madre para taparse ese hoyo?

-          En la casa tanga, para que papá no se dé cuenta en la noche.

-          Cállate Sofí.

-          Y no se deja dar de perrito, solo lo cabalga para que no vea como se lo dejan.

-          Maldita puta, jajaja.

-          Encima oculta sus ropas interiores, no las tiene todas el cajón.

-          Ay dios mío, para que quiero enemigas así, jijiji.

-          Joder con esta familia, es la casa del vicio.

-          Bueno chicas, un gusto y un placer haberlas conocido, gracias por la atención y la buena comida que nos dieron.

-          De nada, espero hayan quedado satisfechos. Dijo mamá sonriente y moviendo el trasero

-          Sí, yo no puse la cena como mi madre, pero al menos hice el postre. Dijo Sofí imitándola con su melocotón

-          Jajaja……jajajaja.

De tal palo tal astilla, no había ninguna duda de que eran madre e hija, sangre de su sangre, pero claro, la reunión ya había culminado y ni bien se fueron los empresarios, ambas salieron abrazadas y modelando, como la prostituta veterana del burdel y la nueva.

-          ¿La llave cariño?

-          Aquí mami.

-          Gracias, y duerme, mañana tienes prepa.

-          Va-vale.

Como buena madre, no podía estar sin recordarme la responsabilidad de mis estudios, caray, a la orden solo me falto decirle.

-          Un pequeño favor Gerardo. Dijo antes de voltear hacia la casa

-          Dime mami.

-          Recoge la ropa y limpia ya sabes que, por si tu padre saca alguna herramienta mañana.

-          Dale.

Tirado en el césped vi como las cachondas iban caminando desnudas y muy tranquilas por la calle, si a mamá solo le faltó revisar el correo, pero ni modo, Portillo tenían que ser, herederas del linaje de mi abuela, así que resoplando me dispuse a recoger la bata y lo que quedo de la pijama de mi hermana, guardándolo en una bolsa junto a sus rotos interiores, luego agarre papel toalla para recoger los preservativos tirados por el piso, claro, recordando donde estuvieron y de qué forma fueron usados, caray, no podía dar un paso sin pensar en cada momento del encuentro, como una película venían a mi mente, calentándome más.

-          Uff, y pensar que hace algún tiempo, tenía a mi hermana como una normal y gruñona muchacha, ni que decir de mamá que con esa cara no parecía ni hacerle una paja a mi padre.

-          Y todo se lo debo a Carlos.

-          Por cierto…

-          ¿Qué será de él?

Terminé el mandado y entrando a la casa vi que mamá se estaba dando una buena ducha, no solo quitándose el hedor de su cuerpo sino el que tenía su peluda concha, si hasta se echó jabón por fuera y por dentro, tres veces, fregándola con la esponja.

-          ¿Borrando las huellas del delito? Dije asomándome

-          Por supuesto cariño o no habrá más acción si meto la pata. Dijo sonriente

-          Vaya mami, mereces un premio del engaño.

-          Ya lo tengo.

-          ¿Así? ¿Cual?

-          Eres tu mi vida, contigo me siento ahora más segura.

-          Rayos. Dije alagado

-          Que duermas bien.

-          Igualmente mami.

“Unos cuatro días después”

…………………………….

Si no era Marce reventándome el teléfono, era el vecino invitándola a su casa, y eso que me decía que venía escapándose del gym y otras veces del mercado, pues como podrán imaginar su carnosa vulva era demasiado solicitada.

-          Vaya, por lo visto no te falta carne con vena, jejeje.

-          ¡Ay cariño!! Jijiji.

-          ¿Y no aflojaste mami?

-          Andaba con toalla.

-          Oh, ya veo.

-          Si los cerdos hasta me piden que se las regale.

-          Fua, deben amar tu chochon.

-          Si supieras todas las cosas que me han pedido no te lo creerías cariño.

-          A ti si mami, jejeje.

-          A bueno, ya sabes de que pie cojeo, jijiji.

Estábamos viendo televisión en la sala, cuando de repente sonó su teléfono y era el taxista.

-          Hola Bruce, ¿vienes a tomar el lonche?

-          …………………..

-          Ay, ¿tu cumpleaños? ¿Y porque no me avisaste antes? Pude haberte comprado algo.

-          …………………..

-          ¿Ahora? (viendo el reloj) claro que puedo eres mi amigo, faltaba más, además es tu onomástico, no se cumplen años todos los días.

-          …………………..

-          Si, mándame la dirección y yo te caigo en un par de horas.

-          ……………………

-          Ok, bye.

Mamá colgó y apurándome me pidió que la ayudara con los quehaceres.

-          Tráeme toda la ropa sucia cariño y métela a la lavadora, yo iré barriendo.

-          ¿Qué hay mami?

-          Es el cumpleaños de Bruce y recién me aviso.

-          Rayos.

-          Hagamos la casa rápido y alistémonos.

-          ¿Iré?

-          Si, de lo contrario tu padre no me dejara ir o podría ir a recogerme.

-          Vale vale, tienes razón.

Era increíble como maquinaba tan rápido su estrategia para escaparse.

-          ¿Alo? Rubén?

Mientras poníamos manos a la obra ella fue quitando el último obstáculo, mi padre, al que convenció con mi presencia y que juntos volveríamos antes de la media noche.

-          Si gordito, será un brindis y ya, no es necesario que vengas.

-          ……………………..

-          Además estará toda su familia, no es bueno incomodar.

-          …………………….

-          Ya en la noche te cuento como nos fue.

-          …………………….

-          Ok, bye mi amor, no te estreses tanto en el trabajo, jijiji.

Mamá colgó y contenta todavía bailo con la escoba, pero que guarra, si hasta pude ver como los corazones salían de su entrepierna, imaginándose todas las hormigas que morirían ahogadas esta noche.

8:30pm. -

Mamá fue la primera en bajar pues me había pedido que buscara una casaca para el regreso, no entendí el porqué, pero al bajar ya pude enterarme el motivo.

-          ¿Ya cariño? ¿Listo?

-          Eee…si mami. Dije aguantándome la risa

-          ¿De qué te ríes?

-          De nada, obvio que de nada. Dije mirando sus pechotes

-          Que, ¿es transparente?

-          Si, hasta la tonta nomas. Dije chinito

-          En serio, no sabía, jijiji.

-          Ya vamos mejor.

Al levantarse y darse la vuelta, se me ocurrió subir su falda para ver si también iba con algo debajo, pero…solo apareció su rechoncho culo, terso como sus mejillas maquilladas y sin una tela que lo protegiera.

-          ¡Eres una puta!! ¿También te olvidaste abajo? Eh.

-          Jijiji, disculpa cariño, metiste todas a la lavadora, jijiji. Dijo corriendo

-          Pero tú guardas tus calzones en uno y en otro cajón, mentirosa cachonda.

-          Apura, se nos hace tarde, jijiji.

No podía con su genio, para poner duro los rabos era una campeona.

“tomando un taxi en la avenida”

Habremos tardado unos veinte o treinta minutos tal vez, pero llegamos a la fiesta y esta estaba en su esplendor, banda de música, comida, mucha gente bailando, cajas de cervezas por montón, todo el en patio de su casa, así que para mamá este pareció ser su paraíso, si hasta le brillaron los ojos.

-          Quédate cerca cariño, que no puedo tomar ni una gota.

-          Vale mami.

Y claro volver con olor a cerveza en la boca o peor mareada hubiera generado en papa una molestia, y eso también, si volvíamos, pues mamá cuando pillaba el trago era casi seguro que terminaría en una cama hasta el día siguiente, por lo que me puse alerta.

-          Hola Gerardito.

-          Hey, ¿que cuenta señor Bruce?

-          Pues aquí, celebrando como los bravos mi cumpleaños, jajaja. Dijo algo tomado

-          Que la pase bien y se vengan muchos más.

-          Oh que sí, gracias campeón.

En eso mamá paso al frente y coquetona le dio su mano, para que este sintiera el olor de su perfume.

-          Wao, que preciosa has venido hoy. Dijo arrodillándose y rindiéndole pleitesía

-          Así me gusta y el regalo te lo doy más rato. Dijo poniéndole su tacón en la frente

-          Ohh, creo que ni voy a tener que quitarle la envoltura, ¿no? Dijo viendo algo negro por ahí

-          No, despeinada como te gusta.

Hizo tronar los dientes, como si quisiera arrancárselos de raíz, y como no, si esa veterana iba a darle lo que más le gustaba a un hombre, pero ahí no quedo todo, no, mientras avanzábamos entre los invitados, ellos comentaban el bombón que tenía a su lado, diciendo que se había pagado una puta de las caras, una solterona por el cuerpo, que solo se pasaba de uñas y en el gym, y que como era su cumpleaños ese gusto se daba, pero claro, sonriendo burlón dentro de mi decía “si supieran que era mi madre” “que ese anillo en el dedo no era simple adorno” “que antes de venir estaba haciendo las cosas como cualquier madre de familia”, rayos, eso me ponía aún más, que hablaran cosas asquerosas de ella y que como regalo seguro le comería el culo, creo que eso fue lo más puerco que escuche, pues imaginarme a mi madre con esa ropa, su piel tan reluciente, sus joyas y su cara bonita, haciéndole eso al taxista fue todo.

-          ¿No han buscado otro bebe con tu marido? Dijo bailando y mirándole su transparente top

-          Por ahora no, creo que no le gusta chupar tetas con leche, jijiji.

-          Ohh, que marica. Dijo deseando dormir con ella cada noche

-          Si, a veces hay tontos que no saben lo que tienen en su casa.

-          Si tu vivieras conmigo, yo te lo haría cada vez que quisieras.

-          No lo dudo, pero tengo familia Bruce, no puedo irme contigo.

-          No lo digo ahora, pero ya sabes, si alguna vez tienes problemas, dificultades y no tienes con quien estar o quien te escuche, aquí estaré yo para ti, siempre.

-          Ay que lindo eres, lo tomare en cuenta. Dijo abrazándolo

Así la rumba empezó para mamá y cada vez que el señor Bruce le quería dar un vaso de chela, yo estaba ahí para hacerle recordar a mi padre.

-          No, debemos volver temprano.

-          Jajaja, solo lo hice para ver si estabas atento, jajaja.

-          Te estaba probando Gerardo, jijiji.

-          Buen chico, me agrada.

-          A mí también, mi hijo ha demostrado ser team mami siempre.

-          Si quieres comida campeón solo sírvete.

-          Gracias.

No se separaron en toda la noche, bailaron rock, perrearon y hasta se metieron unos cumbiones cual pareja, la verdad que todo muy divertido y relajante, pero claro, las horas iban pasando y el señor Bruce cada vez más ebrio se descontrolaba, hasta que mamá se dio cuenta que la gente miraba mucho los manoseos y diciéndole algo al oído se lo llevo a la casa.

“viendo mi reloj”

Eran casi las once y ella supo que era el momento, ya que pasada la hora acordada seguro papá iba a reventarle el teléfono.

Solo que…

El taxista, al estar ebrio y cachondo, no iba a perdonar que estuviera casada o que su esposo ya la estaba esperando en su cama, no, para él mamá era su regalo y lo iba a destrozar como un paquete.

“caminando hacia el cuarto y escuchándola gritar como una loca”

Y no era para menos, al asomarme le recordaba lo doloroso que era ser mujer y más si aflojabas.

Pobre mami, creo que lamento no haber traído su calzón para morderlo y arañarlo, pues sus medias pagaron el precio, no solo se las rasgo, sino que las rompió a jalones para tratar de apaciguar en algo esa polla dentro de su vagina.

-          ¡Qué ganas de cumplir años todos los días hija de puta!!

-          ¡Ohhhhhhhh!!

-          ¡Que pedazo de concha!!

-          ¡No hay nada mejor en el mundo que esto!!

Mientras gritaba eufórico, no dejaba de raspar a lo bruto y de salpicarle todo el caldo al sillón, dios mío, en ese momento pensé en mi padre con cierta burla, pues seguro no sospechaba ni se imaginaba, ni por asomo, la circunstancias en la que estaba su hermosa mujer, así, con la boca bien abierta, clavando las uñas donde podía y con la pierna bien arriba, dejando indefenso su chochete para esa verga cochina y erecta le anchara su delicado pellejo, ese que tanto lo cuidaba con cremas y masajes cuando se bañaba, quien lo diría, en el caso de mi padre, nadie sabe para quién trabaja, ¿no?

-          ¡Donde la quieres!!

-          ¡Donde la quieres!!

-          ¡Dentro maldito perro vergon!!

Lo que faltaba, y ya no sabía si era un regalo por su santo o por el puro gusto de sentir la leche hirviendo disparada dentro de ella, pero claro, cuando esta llego pude enterarme, pues mamá al sentir los bombeos de rabo, no solo pelo los ojos, sino que su musculoso muslo empezó a temblar recorriéndolo hasta su pie.

-          Carajo, que rico, polvos así son para morir en paz.

Soltó su pierna y me di cuenta que mamá boca abajo contrajo los tacones, como si……entrelazara sus deditos del pie.

-          Ohh, ¿contento muchacho? Dijo hablándole a su flácida verga, toda embarrada de semen

-          Yo sé que sí.

-          Hasta parece tu cumpleaños cabron, jajaja.

Y como el señor Bruce iba muy ebrio este se recostó, quizás para descansar y volver al ruedo, pero no, se quedó dormido como un borracho.

-          Mami.

-          Mami.

La desgraciada miraba como perdida en el desierto, escuchando mi voz a lo lejos y no reconociéndola, caray, ¿le samaquearon el coño o la cabeza? ¿O es que le llegaba hasta arriba?

-          ¡Mami!!

-          ¿Cariño?

-          ¿Ya te divertiste?

-          Pues yo creo que sí. Dijo mirando noqueado a Bruce

-          Apúrale, ya se va hacer tarde.

-          Si, tu padre va llamar.

¿Y creen que se pudo poner de pie? Mamá se cayó y riendo me pidió un favor.

-          Tráeme una chela, bien helada, rápido.

-          ¿Vas a tomar?

-          No, es para otra cosa.

-          A vale.

Fui corriendo y volviendo se la di en la mano.

-          Gracias.

Mamá puso la botella en su vagina y aguantando el frio se mordió los labios.

-          Rayos.

-          Pequeño truco cariño, se aprende con el tiempo.

-          Ya veo.

Estuvo como cinco minutos, hasta que la cosita se le adormeció para pararse o al menos eso pensé.

-          Casi nueva. Dijo pateando y sintiendo un hincón en la pelvis, que la doblo hacia adelante

-          Ay, ay, ay.

-          Jejeje, mejor ya vamos, antes que te caigas de nuevo.

-          Mierda, ya estoy vieja.

Poco o nada sirvió, ya que, ayudándola a caminar la saque en medio de la fiesta, por supuesto que no pasó desapercibida y todos burlándose entendieron cuál era el motivo de su cojera.

-          Para la próxima pide medida antes de venir, jajaja.

-          No te preocupes, los accidentes laborales suelen pasar, más en tu oficio, jajaja.

-          Hey güera, ¿qué paso? ¿tenía un maní el Bruce? Jajaja.

-          Yo que tú lo denuncio por apuñalamiento chochal, jajaja.

-          A la próxima embárratela con aceite de cocina, esa es más efectiva, jajaja.

-          Y encima seguro cobraste barato, que ni te va cubrir los días fuera de servicio, jaja.

Mamá y yo nos reíamos, pues si supieran que vino por absolutamente nada y para colmo pidiéndole permiso a su marido.

-          Taxi, aquí.

La ayude a subir y rumbo a casa íbamos pensando como entraría o que diría, pero, las cosas no siempre salían como planeaba y esta vez tuvo que improvisar.

“papá esperándonos en la sala”

-          Rápido, dame tu casaca y quítame los tacos.

-          Ok mami.

-          Rompe uno también.

Entramos y papá sosteniendo su café nos fue a saludar.

-          Hola, ¿cómo les fue?

-          La fiesta muy bien, lo único malo fue al salir, tuvimos un accidente.

-          ¿Así?

-          Enséñale Gerardo.

-          Se voló la patita. Dije mostrándole el tacón que había roto

-          Y me caí mi amor, doblándome feo el tobillo. Dijo cojeando

-          Caray, ¿quieres que te compre algo? ¿O te llevo mañana temprano al doctor?

-          No Rubén, como vas a faltar a tu trabajo por esto, además ya compramos algo en la farmacia, no es para tanto. Dijo sentándose

-          Bueno, si crees que fue leve no pasa nada, no me preocupo tanto.

-          Si, ¿qué hacías despierto? ¿No tienes sueño?

-          Estaba dormido, pero sentí que algo te estaba pasando, que estabas sufriendo.

Mamá me miro de reojos y por poco se ríe, recordando seguro como entraba todo ese grueso sufrimiento.

-          No, lejos de la caída no pasó nada, ¿verdad cariño?

-          Eee…si papi, mamá la pasó de maravilla, bailo hasta decir basta.

-          A qué bueno, me gusta que te diviertas y que no te aburras estando solo en casa, y dime, ¿qué le regalaste?

-          ¿Yo? Dijo agachando la cabeza y tosiendo

-          Si, ¿no me digas que fuiste con las manos vacías?

-          No, para nada, le-le regale un peluche.

-          ¿Un peluche?

-          Si papi y bien esponjoso. Dije aguantándome la risa, a lo que mamá me metió un cortito sonriente

-          ¿Le gustó?

-          Pues yo creo que si mi amor, con decirte que lo abrió al final de la noche.

-          Eso es buena señal y dime, ¿no te mando saludos para mí o no pregunto porque no vine?

-          Eee…obvio que se acordó de ti Rubén, en especial cuando abría su regalo (mordiéndose un dedo) pero le dije que estabas trabajando y que llegabas cansado.

-          Ya veo, que bueno, no me hubiese gustado quedar como un descortés, Bruce me cae bien.

-          A mí también, por eso fui a su cumple sin dudarlo.

-          ¿Y cuantos cumplía?

-          Eee…ni idea, ya sabes que ponen esas velas incógnitas.

-          ¿Ni le preguntaste Sara? Capaz se sentido mal por eso.

-          No creo gordito, estuvo tan feliz que hasta me hizo soplar la vela a mí. Dijo apretando los labios para no reírse

-          Vaya, eso sí que es amistad.

-          Hubo orquesta, comida, la verdad que muy bonito.

-          ¿Y no tomaste no?

-          No, Gerardo me estuvo cuidando, ¿verdad cariño?

-          Si papi, ni una sola gota, todo se lo mandaron de un chorrazo.

-          ¿Que? Dijo confundido

-          El agua, como estaba bailando demasiado, el señor Bruce fue tan amable de darle de beber directo en su boquita.

-          Oh, ya veo.

-          Si Rubén, la sed que da bailar y no echarse una chelita, la verdad que necesitaba mucha agua. Dijo llevando su mano hacia atrás y dedeandome el ano encima del pantalón

-          Jejeje.

-          ¿Qué ocurre?

-          Nada papi, estoy tan cansado que también me tambaleo.

-          Bueno, vamos a dormir entonces, ya estamos todos aquí.

-          Ve subiendo mi amor, yo me daré un baño.

-          Eso justo te iba a decir, estas oliendo raro Sara.

-          Es por el bailongo, ya sabes lo intensa que soy…… para moverme en la pista.

-          Yo creo que es baile y algo más amorcito, a buena hora te di el permiso. Dijo alegrón y sobándose las manos

-          Ay dios mío, tu padre vino tigre hijo, jijiji.

-          En esas cosas ya no me meto, provecho papi, jejeje. Dije golpeando su espalda y yendome

-          Estoy seguro que mi muchacho va salir mucho más reaton que su padre.

-          De eso ni lo dudo gordito, él va salir como su padre. Dijo con un tono burlón

“veinte minutos después”

Me dio curiosidad como iba la cosa, mas con papá en ese estado y mamá resentida, pensando tal vez que este sería el día donde al fin la deje con la lengua afuera, pero no, si bien al asomarme vi a mi padre recontra fogoso y dándole caña según él, mamá estaba durmiendo de costado, con la bombacha de la abuela en las rodillas y roncando de lo más tranquila, es más, con ella ni era, creo que se lo metía por el culo y ni así la despertaba.

“sacándola de rato en rato”

Aquello me hizo entender lo que era un esposo y un amante lechero, no había punto de comparación, el amor no podía ganarle al deseo, mas con el problema de mi padre, que no lo tenía tan firme y para no correrse lo sacaba, no logrando nunca ese raspado tan delicioso que le gustaba a mi madre.

-          No.

-          Por favor no te vengas.

-          Aguanta. Dijo aplastándose el tronco

-          Caray.

-          No puedo.

-          Mi esposa tiene el trasero muy grande.

El semen le chorreaba en toda la mano y sabiéndose que sería el último remojón, lo metió a toda máquina, haciéndola aplaudir un par de veces, de forma leve, pero corriéndose al fin, ¿y saben dónde? Sobre su mano, rayos, quizás para no correr el riesgo y provocarle un embarazo accidental.

-          Ay papá, tu cuidando su pancita y el señor Bruce disparándola toda para hincharla.

Pero bueno, ojos que no ven corazón que no siente, para papá mi madre estaba invicta y este mes, como que no tenía nada de qué preocuparse, al menos eso pensábamos, pues….

“baldazo de agua fría”

Martes, 4:32pm. -

Como de costumbre Sofí se iba con sus amigas a pasear y yo con mamá nos quedábamos a ver películas, de paso que platicábamos cositas de su pasado, pero este día, este día, un pequeño e insignificante papel le cambiaría la cara.

-          Súbele más el volumen cariño me da risa su risa, jijiji.

-          Ok mami.

Estábamos viendo una comedia, comiendo canchita y riéndonos hasta que el estómago nos doliera, pero claro, como cuando revisas tu celular de repente, algo así paso con mi madre, pues agarro un sobre, con el logo de una clínica y rompiéndolo vio el documento, leyéndola sonriente hasta el punto que la dejo fría.

-          Mira mami, quedo embarrado de pas…… ¿qué paso? ¿ocurre algo?

-          Eee…no cariño, nada.

-          ¿Segura?

-          Si, sigamos viendo la peli.

Guardo el documento lo más rápido posible y escondiéndola entre sus libretas volvió a reír para tratar de distraerme, lo supe de inmediato, algo extraño pasaba, pero en ese momento le seguí la corriente.

“unas horas más tarde”

Ya en la noche Sofí y papá llegaron, sentándonos a cenar en la mesa, por lo que era usual que mamá mimosa le preguntara a mi padre como fue su día, que comió, si tuvo algún problema, pero toda aquella conversación nunca fluyo y más bien mi padre quien buscaba hablarle a mi pensativa y preocupada madre, que también notándolo le respondía al igual que a mí, que no pasaba nada, que le dolía un poco el estómago, excusas y más excusas, por lo que ni bien terminamos de cenar ella subió a su habitación para descansar.

-          Bueno, parece que hoy nos toca lavar.

-          Papito, yo soy una princesa, no puedo malograrme las uñas, pero Gerardo mi esclavo si puede.

-          ¿Tú qué? Dijo mosqueado

-          Jajaja.

-          Vamos hermanito, no me hagas cerrar los puños. Dijo golpeándome los riñones

-          Ok ok, si lo hago con papá.

-          Gracias, tu siempre atento con tu hermosa hermana. Dijo aplastando mi mejilla

-          Condenada jirafa consentida.

-          ¿Qué dijiste? Dijo apuntándome en la boca del estomago

-          Que eres bonita y que duermas bien, muy bien.

-          Eso mismo me pareció escuchar, hasta mañana papi.

-          Hasta mañana princesa.

“lavando a mi lado”

-          No suelo ver a tu madre con ese ánimo, la conozco bien, ¿crees que algo le este pasando?

-          Pues ni idea papi, a mí tampoco me ha dicho nada.

-          Capaz son sus días, a veces solo quieren estar solas y que nadie las fastidie.

-          Pues si papi, tal vez sea solo eso y cuando le pase se va reponer.

“dos días sin cocinar”

Extrañamente no fue al mercado y se la pasaba escribiendo en su celular, como si buscara a alguien con insistencia, por lo que toco pedir delivery.

………………………

-          ¿Vas a salir? Dije viendo que agarraba sus llaves y su bolsa, ya por la tarde

-          Si, iré un rato con mi dentista.

-          A vale.

Me hubiera quedado tranquilo y hasta me hubiera subido a mi cuarto, si es qué, no veía que agarro el sobre y metiéndolo dentro de su cartera saliera con él.

-          ¿Que?

Como presentía algo, apure el paso para ponerme unas zapatillas y salir en su alcance, no quería que me viera mucho menos interrogarla pues sabía que aquello que ocultaba nunca se sabría, por lo que espiando sus pasos me di con la sorpresa de que llegamos al mercado, si, el mismo donde solía hacer sus compras al salir del gym y luego tomaba el camino a casa.

-          Pero si está cerrando.

-          ¿Que busca aquí?

A esta hora pocos locales quedaban abiertos y era evidente que más que comprar venía a visitar una persona, lo cual no tardo en revelarse, pues al llegar al local del carnicero, como misma dueña o repartidora de confianza, abrió la puerta e ingreso.

-          ¿Que?

El puesto tenía toda la reja cerrada y solo había dos opciones, o bien no había nadie o bien el carnicero estaba dentro esperándola, pero si ese era el caso, ¿con que motivo?

“sintiendo un estrujón”

De pronto comencé a sentir un miedo intenso y una voz dentro de mi decía que me fuera, no de tantas ojeadas hoy no era la correcta, pero esa sensación, ese escalofrió, me empujo a la curiosidad, fuese lo que fuese debía saberlo.

“entrando y asomándome en silencio”

-          ¿Segura que es mío?

-          Si, una mujer siempre lo sabe y estuve contigo los días peligrosos.

-          Carajo y ahora que haremos.

-          Te dije que nos cuidáramos, no me hiciste caso.

-          Si claro y bien que no protestabas cuando chillabas.

-          Es culpa de los dos entonces.

-          Ok, pero que putas hacemos.

-          Yo no sé, pensé que tu podías ayudarme.

-          Carajo perra, ¿solo sabes abrir las piernas?

-          Oye no me hables así, tampoco contestabas.

-          Sabes que mi trabajo no es de oficina, tengo que dormir temprano y chambear como esclavo, encima todavía vienes a que te de polla, ta madre, con que energía te contesto.

-          Tengo miedo, nunca me ha pasado.

-          La cosa es simple, vamos con un doctor y que te de algo.

-          ¿Que? ¿No piensas tenerlo?

-          Pero sí que eres una puta bruta, como se supone que vas a tenerlo si estas casada y yo soy tu amante, ¿qué quieres que vayas a tu casa y le diga a tu marido que te preñe el coño?

Pero que cara….

-          Piensa, no quiero joderte el matrimonio mucho menos el cuerpo. Dijo besando su cabeza

-          Perdón, es que estoy muy nerviosa.

-          Mira, tranquila, hacemos eso que te digo y asunto arreglado, aquí no pasó nada.

-          Ayer sentí mareos.

-          Pues mientras más rápido vayamos con el doc mejor.

-          Ok, está bien, sabía que ibas a ayudarme.

-          Como te voy a dejar sola en esto mi reina, si además los dos lo hicimos.

“empujando su cabeza para que se la chupe”

-          Pero ya que estamos en calor, ¿hay que echarnos uno no?

-          ¿Tienes preservativo?

-          Carajo perra, tienes la panza llena qué más da, un poco de leche no te va hacer daño.

-          Ok ok, tienes razón.

El carnicero aplasto el documento y tirándola a la basura disfruto de su mamada, hasta que el palo le quedo bien duro y mamá golpeándose la mejilla con este pareció no aprender la lección, pues a voluntad se dejó cargar por los aires, para recibir por el coño esa misma manguera que la había metido en un lio de los grandes, aunque, por su cara de guarra y como miraba fijamente como se la acomodaba, no sé qué tan arrepentida o nerviosa ya estaba.

-          Tú y solo tú tienes la culpa.

-          Por venir a mi puesto todos los días.

-          Sin necesitar carne y hablándome para calentarme los huevos.

-          Ahora ahí tienes carajo.

-          Mi semen bien pegado en tu útero.

-          Ay cállate hijo de puta, mi concha también tenía hambre y quería su pedazo de trozo favorito. Dijo mordiéndose los labios

-          No digo, eres una cerda de mierda.

“sexo, sudor y lágrimas, pero de felicidad”

Madre santa de mi vida (ploff, ploff, ploff, ploff) si algo podía decir de sus amantes, era que la empotraban como una callejonera, si, esas mismas que cogían en donde sea y que terminaban tiradas con las patas abiertas, sufriendo con la zumbada, pues no había hombre que le hiciera el amor, no existía, todos la taladraban y la hacían gritar de forma escandalosa y es que también…(viendo sus tacones sacudirse)…mamá no ayudaba mucho al bienestar de su vagina, pues conociéndola para calentona número uno, seguro llegaba en prendas provocativas, vacilando con su risita, agachándose, hablándole demás o en doble sentido, cosas que solo ella hacía para volarle la cabeza a cualquiera…(recordando que a veces ni necesita comprar, como él dijo)….fua, menudo tío con suerte, se rompía el lomo trabajando, sudando, hasta manchado con la sangre de las carnes en el mandil, para que de pronto llegue la caserita, a pedirle su oferton, caray, seguro que la empinaba, le aplastaba las tetas y le agarraba el culo como tambor para quitarse todo el estrés de los machetes, como no embarazarla así.

“su seguridad”

Ha de haber venido varios días sino fueron seguidos, para que mi madre supiera quien fue, además, ella conocía mejor que nadie su calendario y si aun así lo hizo era porque le agarro el dulce a su rabo, que maldita cachonda, en serio, ¿que no podía aguantarse una semana y volver? ¿Tan grande era su necesidad?

Ahora entendía….

El por qué estuvo pensativa y nerviosa estos días, si sabía lo que venía en camino.

“la solución final”

Ya no eran las típicas clínicas que visitaba o los doctores que saludaba, el carnicero la llevo a un lugar recontra turbio, donde le aplicaron una inyección y le dijeron que estaría bien, según escuche, pero no, los malestares aparecieron y duraron al menos unos tres o cuatro días, donde le mintió a mi padre diciéndole que tenía fiebre, igual a nosotros, al parecer no quería que nadie lo supiera y es por eso que preferí no decirle nada.

-          Vale mami, recupérate pronto, hasta mañana. Dije dándole un beso en la frente

Pero…

¿Aquella habrá sido suficiente para darle una lección? ¿O es que le encantaba desafiar a la naturaleza?

“una semana después”

El llamado llegó y con ello su primer día de trabajo, se le notaba emocionada y hasta se rascaba el monte de venus (por encima de su falda ejecutiva) mientras se alistaba, fueron muchos días en angustia, sin nada de nada y creo que esa conchita traviesa ya estaba pidiéndole a gritos despegarse.

-          ¿Ya mi amor?

-          Si, ahí voy gordito.

Acepto que papá la llevara todos los días en el auto y que la recogiera, pues no quería que caminara de noche por el barrio, típico detalle de esposo atento y cariñoso, por lo que ella y los empresarios estuvieron de acuerdo, quizás para ganarse más su confianza.

-          Nos vemos al rato mami.

-          Ok Gerardo.

Ellos a la chamba y nosotros a la prepa, por supuesto que mi hermana saltaba en un pie, más tiempo para estar con las amigas o con su cagante novio, en cambio yo, opté por comer en la empresa y esperarla a que termine sus labores, así que ni bien salí de la prepa, deje mis cosas en la casa y zarpe al punto.

“llegando al centro”

Según la dirección que me dio mi madre, este era el edificio de la empresa, pero como llamándola no me contestó lo que hice fue marcarle a Rebe, diciéndome que estaban en el último piso.

“entrando al hall”

Wao, pedazo de edificio empresarial, había gente por todos lados, con maletines, con pizarras, hablando de cifras y más cifras, y eso que este era una sucursal, pero ni modo, donde había dinero había dinero.

“caminando al ascensor”

No podía negarlo estaba algo tímido, pues no conocía a nadie, es más, uno de los agentes de seguridad pillo mi nerviosismo y agarrándome del brazo me interrogó.

-          Hey muchacho, ¿qué haces aquí?

-          ¿yo?

-          Sí, no te he visto nunca.

-          Solo vine a….

-          Vamos, afuera.

Ya me estaba echando, cuando en eso se abrió el ascensor y vi pasar a Marlon y a Nilton, acompañados de un grupo de empresarios.

-          Señor Marlon.

-          ¿Gerardo? Hola campeón, ¿qué haces aquí?

-          Vine acompañar a mi madre.

-          Está en el último piso, la deje trabajando.

-          Ya veo.

-          Si, nosotros vamos a una inspección en el almacén y volvemos al rato.

-          ¿Puedo subir?

-          Por supuesto, esta es tu segunda casa hijo (revoloteando mi cabello), si tienes hambre vas a la cafetería, si quieres relajarte también tenemos una sala de juegos arriba.

-          Vale, muchas gracias.

-          Oye, ¿porque lo tienes así? Dijo mirando al agente

-          Perdón señor, pensé que era un extraño.

-          A la próxima que me lo jodas te echo yo a la calle cabron, ¿me estas escuchando?

-          Ss-sí, entendido señor.

-          Faltaba más, toma esto. Dijo colgando una especie de identificación en mi cuello

-          ¿Qué es?

-          Con esto van mis socios, para que tengas carta libre aquí y no te vuelvan a fastidiar.

-          Gracias señor.

-          De nada, sigue apoyando a tu madre y todos ganaremos aquí. Dijo guiñándome el ojo

-          Jejeje, con mucho gusto.

-          Chau.

Marlon era el que inspiraba más confianza y parecía ser el cerebro empresarial, pues Nilton solo me saludo y por lo visto su único interés era reventar a mi madre, pues por la cara que puso creo que pensó en su durazno empinado.

“yendo al cafetín”

Al verlos irse supe que mamá quedo trabajando cual secretaria, atendiendo llamadas, revisando documentos y seguro adaptándose al entorno, pues no todo sería abrirse de piernas, rayos, si hasta orgullo por ella sentí.

-          Quién lo diría.

-          Que mi calentona madre terminaría chambeando para una empresa como esta.

-          Vaya, sin dudas el destino es incierto para todos.

“comiendo”

El bufet era brutal, nunca había visto tantas exquisiteces juntas y mostrando mi carnet me atendían en alfombra roja, ya que más podía pedir, ser hijo de mi madre me había traído la bendición también.

“satisfecho”

Hinchado como un puerco me dispuse a darle un recorrido a todo el edificio, donde me enteré que era una empresa de lencería y productos para adultos, hacían de todo, ropa, videos, golosinas, frascos, capsulas, cremas, preservativos, revistas, dildos, hasta me pareció que usaban tecnología en los calzones, la verdad que todo era nuevo para mí y si mamá no hubiera llegada aquí capaz nunca me habría enterado que existían.

“fin del tour”

Ya conociendo los ambientes y cada rincón de este lugar subí en el ascensor al último piso, ahí pensé que habría el mismo movimiento, pero no, el silencio y los salones vacíos (de reunión) me hizo entender que aquí solo venían los dueños, sus socios y por supuesto ahora las dos nuevas empleadas, pues vi a la primera bien sonriente.

-          Hola Gerardo, que cuentas.

-          Hola Rebeca, ¿de recepcionista?

-          Sí, yo me encargare de recibir a los socios y de coordinar las juntas.

-          Ya veo, ¿y mi madre?

-          Al parecer quiere ser la mano derecha de Marlon y está metida en su oficina, viendo los productos y los costos. Dijo mordiendo un lapicero

-          Rayos, menos no esperaba, está en su parque de diversiones.

-          ¿Viste el rubro?

-          Si, les eche un ojo a los pisos.

-          Pues tu madre no deja de hablar de todo lo que hacen y hasta ya le pidió unos regalitos.

-          Caray, me imaginaba, jejeje.

-          La verdad, ha encajado mejor de lo que pensaba, no va extrañar la casa para nada.

-          Eso suena bien, y dime, ¿dónde está ahora?

-          En la oficina de Marlon, deja que la llamo.

-          Vale.

Levanto el teléfono y marcándole hizo que viniera.

-          ¿Tú le dijiste que venga en falda larga?

-          No, fue su idea, para que papá no sospechara me dijo.

-          Y yo creyendo que iba a venir en mini y con los cachetes saliéndose, jijiji.

-          No te fíes, que debajo de esa recatada falda seguro hay un calzón con hueco en el medio, jejeje.

-          Si, conociéndola, engaña a Rubén por fuera nada más, jijiji.

-          Seguro tiene tan enterrado el hilo por detrás que se lo saca a cada rato con las uñas, jejeje. Dije remedándola

-          Si, de razón lo tiene redondito, jijiji.

“sonando sus tacones”

-          De que tanto ríen eh. Dijo sonriente

-          Hola mami, que tal va la chamba.

-          Excelente cariño.

-          Oye Sara, tu sí que sabes hacerla, déjame felicitarte amiga, cuantos años de matrimonio y no te ha pillado ni una.

-          Para que aprendas amiguita, la apariencia lo es todo (dándose una vuelta y riendo juguetona) vamos Gerardo.

-          ¿A dónde?

-          Quiero enseñarte algunas cosas.

-          Oh vale.

-          Se me cuidan chicos, usen goma, pero no los de aquí que la vuelves loca a tu madre, jijijiji.

-          Será tonta, me hace reír demasiado, jiji.

-          Si, la Rebe es a todo dar.

Entramos a la oficina y me dio como un pequeño tour, sillón del jefe, lo que hablaban, las visitas que tenían y luego luego ya pasamos a su escritorio, si, su lugar en la empresa, justo al lado del señor Marlon, y ahí muy emocionada me presento unos productos.

“sorprendido”

-          Marlon me dejo escoger, para tratar de vendérselos a un potencial socio.

-          ¿En serio?

-          Si cariño, me dijo que si lo hago me dará un 20% de las ganancias.

-          Caray, eso está buenísimo mami.

Nunca la había notada tan motivada con algo, pero creo que esto de solo ser su secretaria había quedado de lado y viendo más allá del horizonte pensó también en una oportunidad, por lo que agradecí al señor Marlon que pudiendo cortarle las alas no lo hizo y prefiero que lo intentara, vaya jefazo tenia.

-          En la computadora tengo los efectos y como se usan, ya me los aprendí para la presentación.

-          Rayos, estudiaste mami, jejeje.

-          Si, será pan comido. Dijo sonriente

-          ¿Y con quien lo usaras? Veo que hay píldoras, cremas y alguno que otra sticker raro.

-          Conmigo.

-          ¿Eh? Dije confundido

-          Sí, no creo que todo lo que diga en el inventario sea real, seguro lo exageran para vender, yo me aplicare las cosas y bueno, fingiré.

-          Eee…mami, no creo que sean productos chinos, yo mismo vi los laboratorios abajo.

-          No te preocupes, estas cosas siempre se exageran en el empaque, pero después no hacen nada.

-          Eee…bueno, tú debes estar más informada que yo, te deseo suerte, sé que lo harás muy bien.

-          Eso esperaba de ti cariño, que me apoyaras. Dijo abrazándome

Así que mientras esperábamos…

Mamá fue alistando los productos en la sala de reunión con una presentación en ppt muy bonita.

6:25pm. –

-          Sara, están llegando.

-          Ay dios mío, gracias Rebe. Dijo arreglándose en el espejo

Era evidente su nerviosismo, deseaba hacerlo lo mejor que fuera, y para su fortuna, tanto Marlon como el socio llegaron algo picaditos, como si hubieran ya cerrado el negocio.

“saliendo del ascensor”

-          ¿Dónde está? Quiero quiero. Dijo apretando con sus manos el aire

-          Jajaja, ahorita te la llevo.

-          ¡Sara!!

-          Dime Marlon.

-          ¿Lista para la presentación?

-          Si, ahí voy.

-          Ok, te esperamos en la sala de reuniones, por aquí por favor. Dijo llevándolo

-          Ya hacía falta celebrar los contratos así, te lo vine diciendo.

-          Era difícil conseguir modelos dispuestas a probar nuestros productos.

-          ¿Y cuánto le pagaste?

-          Se ofreció solita, es la nueva secretaria.

-          Ohh, esto me gusta más, jajaja, no sabe lo que le espera.

Escuché toda la conversación, pero no le dije nada a mi madre, no quería arruinar su ilusión.

-          ¿Ya entraron cariño?

-          Si mami, apúrale.

Se dio la última peinada y sexi como toda una señora refinada entro a la sala.

-          Buenas noches, buenas noches.

-          Uy, hola señorita, cuál es su nombre. Dije viendo su figura, de tacos a cabeza y saboreando su ancha cadera

-          Sara y no soy señorita, soy señora. Dijo enseñando su anillo

-          Joder, una casada. Dijo sonriendo asqueroso

-          Si, y con dos hijos.

-          Madre mía, bien dicen que los niños o te mejoran o te empeoran, en su caso ya sabemos cómo le fue. Dijo dándole una vuelta, para deleitarse con esa jugosa sandia, que parecía iba a romperle las costura a su falda en cualquier momento

-          Jijiji, también hago ejercicio.

-          De razón todo se ve macizo, uff, buena contratación eh Marlon.

-          Paso la rigurosa entrevista ya me conoces lo exigente que soy, jajaja.

-          ¿Entrevista?

-          Sí, me hizo sufrir mucho con Nilton. Dijo sonriente y mordiéndose un dedo

-          Epa, ¿entre los dos?

-          Sí, me hicieron sanguchito, jijiji. Dijo la picarona

-          Carajo, osea que le metieron harto chorizo a su pan.

-          Por los dos lados y con crema mayonesa, jijiji.

-          Pero que cojones, jajaja.

Las risas y las bromas soltaron más a mi madre y relajándose se preparó para la presentación.

-          Bien, voy a empezar.

-          Por favor señora, somos todo oídos.

Apago la luz y lo primero en su ppt fueron unas pegatinas de pezón.

-          Estas se ponen en los pechos y pueden variar del diseño, muy útil para las chicas que no quieren llevar brasier.

-          Al punto Sara. Dijo ayudándola

-          Ay perdón, pero lo más importante, es que tiene unas feromonas en el centro que estimulan los pezones.

-          ¿Así? ¿Te lo puedes probar?

-          Si, justo traje unos de calaveritas.

Mamá se abrió la blusa y quitándose el brasier se los pegó en forma de “x”.

-          Uff, pero que par de tetorras, como para volver a ser un bebe, agu agu.

-          Jijiji, hoy me trajo mi marido, pero en casa no suelo usar sostén, por obvias razones (dijo agarrándosela como si fueran melones de mercado) y déjeme decirle que se sienten súper cómodas, es más, creo que me llevare algunas, para no estar enseñando tanto los pezones, jijiji.

-          ¿Así? ¿Te los pondrías en tu casa?

-          Sí, y no lo digo por vender, en serio son muy cómodas.

-          Haber ven.

Mamá se acercó y este sentándola sobre sus piernas la encaró.

-          Diosss, son muy sexis y en tus pechos se ven impresionantes.

-          Si su público está dirigido a tetonas como yo este es su producto señor.

-          Y dime una cosa.

-          ¿Que?

-          ¿En cuánto tiempo hacen efecto? Dijo acariciando las pegatinas

-          El manual dice que cinco minutos, pero como vendedora responsable no creo, la mujer debe llevarlo toda la noche, si va de fiesta cae de lujo ponérselo con la ropa.

-          ¿Escuchaste Marlon? Tu secretaria duda de tus productos. Dijo burlón

-          ¿Con que no pasa nada en cinco minutos no? ¿Quieres una copa?

-          Oh si, esto se disfruta más con whisky.

Mamá confiada también pidió su vaso y al cabo de los cinco minutos ya la cara le empezó a cambiar (como sedienta) y hasta sentía comezón en las gomitas.

-          ¿Ocurre algo doña?

-          Si, que extraño, siento ardor en los pezones. Dijo rascándose

-          ¿Poco o mucho?

-          Bastante, están hirviendo. Dijo soplándose

-          ¿Qué más?

-          Comezón, también me pica. Dijo adormilada

-          ¿A esos efectos se refería?

-          Si, son estos, pero no pensé…que fueran tan intensos.

-          Ohh, ¿puedo ver? ¿Para saber que no me engaña?

-          Ss-sí, claro, adelante.

El tipo relamiéndose los labios despegó las pegatinas con fuerza (¡Ras!! ¡Rass!!) y viendo su pezón erecto, cual ubre de vaca, no dudo en agarrarlo, alucinando con su dureza.

-          Carajo, es usted una guarra doña.

-          ¡Espere!! ¡espere!!, no jale tanto.

-          ¿Porque? ¿Le gusta?

-          Por favor, ya va venir mi marido, no está bien que me….

De pronto retiro su mano y llevando su boca le sacudió la lengua en el pezón y en su cochina cara, alborotándole cada pelo del coño.

-          ¡Ay dios mío!! Dijo gritando y mordiéndose los labios con rabia, como una puta a punto de copular

-          Pero que rico, si así lo pone me lo llevo.

De las lamidas paso a chuparlo y mamá por unos minutos paso a servirse en bandeja, lo digo porque se abrió de piernas como invitándolo a que subiera su falda y le metiera su mano en medio o jalándose la blusa como queriendo romperse los botones, ni que decir de su cara, el pavo estaba listo para ser rellenado, pero en una de sus tantas retorcidas ella vio la ventana y el sonido de los autos pareció decirle que su marido estaba por llegar.

“clavándole los dientes a su gomita y estirándolo con su mordida”

-          ¡Ahh!! Ya, suficiente, no puedo. Dijo empujándolo, parándose y quitándose la otra pegatina que ya había hecho su trabajo

-          Mierda, que sustancia tienen. Dijo dándose un golpe con los dedos que no lo movió nada

-          ¡Ahh!! Tampoco puedo tocarlas.

-          ¿Todo bien doña? Dijo burlón

-          Si si, sigamos.

-          Ok, para eso estamos, jajaja.

“Pasando de diapositiva y arreglándose la blusa”

Pero, por más que quiso….

Mamá no pudo ocultar sus gemelas, pues estas empitonadas le pedían guerra a gritos, detalle que no pasó desapercibido y más que mirarle la cara le miraba la blusa como un cerdo, tal vez alucinando una rusa o golpeando su duro pene en ellas.

-          Ya (notándolo) lo siguiente es una crema, para hombre y mujer.

-          ¿Qué hace? Dijo separando una pierna y aplastándose algo por el muslo

-          Ayuda a los que tienen un problema… (mirando a la mesa, traspirada y dándose aire) …con el de abajo.

-          Qué bueno escuchar eso doña, porque justo yo tengo uno, ¿me lo podría poner? Para ver si funciona claro.

-          Vaya, que pena, no sabía eso, y ojalá pueda solucionarse, aunque no creo en los milagros. Dijo sonriendo con esa cara sedienta

-          Venga, su mano y su producto va a curarme.

El tipo se desabrocho la correa y bajándose el cierre saco una trompa de medida estándar, quizás unos 11 o 12 cm flácida, pero claro, como mamá ya estaba con el hormiguero alborotado lo vio como si fuese un rabo, es más, lo miraba de perfil, como imaginándose la dimensión que podía agarrar.

-          ¿Qué paso?  ¿le dio hambre? Dijo burlón y sobándose

-          No, disculpe, tengo cara de puta.

-          Jajajaja.

“abriendo el frasco”

Mamá comenzó el proceso y untando la crema sobre su tronco este no tardo en pararla, viendo como le hacía la paja esa delicada mano.

“sentada a su lado”

-          ¿De verdad tenía un problema? Dijo sin detener los jalones y haciéndolo más rápido

-          Ohh, estoy curado, esa crema funciona.

-          No parece que lo tuviera, se le está poniendo más dura. Dijo abriendo la boca

-          Imposible, yo era impotente.

-          No me engañe, yo sé mucho de penes. Dijo babeando

-          Duda de tu producto Marlon.

-          Me está ofendiendo.

-          Si, quizás debamos probarlo con ella, para que se dé cuenta que funciona.

-          Adelante. Dijo bebiendo con una sonrisa de oreja a oreja

-          Ven acá.

-          ¿Qué va hacerme?

-          Darte una muestra del producto.

El tipo la puso de pie, levanto su falda hasta la cintura, casi rompiéndola de lo larga y ajustada que era, pero cuando revelo lo que tenía debajo un chisgueton de semen salió eyectado por su hongo y clarito vi cómo iba resbalando hasta sus bolas.

“goteando al piso”

-          Puta madre, ¿eso se ponen ahora las casadas?

-          Carajo Sara, ¿no había uno más grande? ¿Uno que te cubriera esos ricos pelos? Eh, mendiga cochina, al menos debería decirle al marido que la peine, ¿no? Dijo burlón

A lo que mamá avergonzada se quiso tapar con la mano, pero el tipo acercándose con la silla no solo se la quitó, sino que aspiro su aroma con profundidad.

-          No haga eso.

-          Oh que rico olor tiene esta señora, se ve que la edad no pasa por las puras.

-          ¿Lo tiene como el vino?

-          Totalmente.

En eso se puso de pie, con intención de hablarle cara a cara, pero……también se aseguró que su hongo presionara su triangulo.

-          Oye, tu cosa está en mi…Dijo viendo el encuentro

-          Shh, dime, ¿Tu marido vio lo que te pusiste?

-          No.

-          ¿Te lo pusiste para que otro hombre lo vea?

-          Si.

-          ¿Tu marido te folla?

-          No.

-          ¿Quieres que otro te folle?

-          Si.

-          Entonces déjame darte una mano, una que nunca vas a olvidar en tu perra vida.

El tipo recogió la crema, como mermelada sobre su mano, ¿y creen que solo unto como ella? No, este cabronazo se lo metió dentro del coño y clarito vi como hacía que todas sus paredes vaginales quedaran impregnadas con la sustancia.

“hinchándole el calzón, con toda la mano revoloteando dentro”

-          ¡Ayy!! Yaaa, no me eches tanto.

-          ¡Ni lo metas tan profundo!!

Mamá luchó, pero este mas fuerte lo hacía sacudiendo su brazo, hasta que su mano quedo limpia, si, limpia.

“enseñándosela a Marlon”

-          Jajaja…jajajaja.

-          ¿De qué te ríes Marlon? ¿Qué sabes? Dímelo, no seas así conmigo.

-          Sabes Sara, parte de ser vendedora en esta empresa, consiste en asumir riesgos y beneficios, tu recién estas empezando y es bueno que vayas conociendo de tus errores.

-          ¿Que?

-          Primera regla, conoce el producto, segunda regla, no subestimes el producto, y tercera regla, no te metas el producto. Dijo sonriendo burlón

-          Y todavía falta la píldora, ¿le hago tomar?

-          No, ahí ya no vuelve a su casa, jajaja.

-          ¿Qué me ocurre? Dijo mamá sintiendo espasmos en la pelvis

-          Digamos que la presentación fue buena, que convenciste al socio, y que seguro va comprar, pero ahora, por lo visto tu necesitaras otra cosa más que el dinero.

-          Dios mío, ¡mi conchaaa!! Mi conchaaaa!! Dijo arañándose el monte de venus

-          Uff, no me imagino como se pondrá una mujer como ella con esa crema.

-          No te preocupes ahora lo averiguaremos.

-          Diviértete.

Marlon salió de la sala y cerrando la puerta me dijo muy tranquilo.

-          No te preocupes campeón, mami ahora sale, solo va darle el toque final a su trato.

-          Eee… ¿va estar bien?

-          Si, tu solo espera a que termine, y si ya no sale y tu padre llama pues le avisas.

-          ¿Sss-si ya no sale? Dije confundido

-          Nos vemos.

Marlon revoloteo mi cabello y entrando al ascensor desapareció.

1min mas tarde…

Escuche como volaba todo por el suelo, correas, falda, pantalón, camisa, blusa, zapatos, y seguro hasta las prendas íntimas, ya que al siguiente minuto lo único que sonó fue un preservativo rompiéndose y la campana.

¡Ploff!! ¡Ploff!! ¡Ploff!! ¡Ploff!!

-          ¡Duro a esa zorra hijo de puta!!

-          ¡Asiii!!

-          ¡Viólame con un convicto!!

-          ¡Quiero me que me duela cuando acabes conmigo!!

-          ¡Estas escuchando perro de mierda!!

-          ¡Me empino más para ti!!

-          ¡Asiiii!!

-          ¡Quiero sangre en esa chucha!!

-          ¡Golpea lo más duro que puedas con ese rico pene!!

-          ¡Ayyy mi conchitaaaaa!!

“montándola como una perra y seguro amasándole las tetas”

A lo que Rebe me miró y sabía que la cosa estaba seria…

-          ¿Paso algo?

-          Se echó una crema como muestra.

-          Ay dios mío, y tu padre ya va llegar, Sara sí que no se mide.

-          ¿Qué hacemos?

-          Rogar que Rubén demore, trae su celular.

-          Ok.

Pero como es la vida de canija, ¿no?...

A los diez minutos, papá comenzó a llamar y mirando a Rebeca no sabía si contestar o no.

-          ¿Tu padre?

-          Si.

-          Dile que la espere abajo, que no suba.

Obediente lo hice y papá acepto encantado, pero como pasaron no diez sino otros veinte casi para media hora, papá volvió a llamar, no dándome tiempo esta vez a decirle que se quedara.

…………………………

-          Mejor la espero arriba Gerardo, hace un poco de frio.

-          ¿Que? ¿Estas subiendo?

-          Si, ¿qué piso era?

Rápido le di el teléfono a Rebe y con señas le dije que haga tiempo, mientras yo iba corriendo por mi madre.

“entrando a la sala de reuniones”

-          ¡Mami!!

-          ¡Mami!!

-          ¡Papá está subiendo a este piso!!

-          ¡Ya llegó!!

-          ¡Ya llegó!!

Pero….

No tuvo cabeza para escucharme, estaba tan cachonda que siguió reventándose la peluda concha, pues si, el tipo delirando se había colocado de cuclillas mientras ella con rabia subía y bajaba la pelvis, como si quisiera partírsela en dos, una locura, pues encima se veía como salpicaban los jugos al piso y como le sonaba el caldo cada vez que se la hundía, anchándole todo el pellejo.

-          ¡Reacciona mami!!

-          ¡Mi padre está subiendo en el ascensor!!

-          ¡Te va pillar!!

Me tuve que acercar y al verme entro en razón, bajando el ritmo.

-          ¿Tu padre?

-          Si, ya llamo, está subiendo.

Poco a poco iba enterándose de nuevo que estaba casada y que tenía una familia, por lo que, al momento de querer empujarlo este cabronazo más hábil, lo que hizo fue agarrarla de las nalgas y tirarla hacia su pene mientras él se la follaba como un mono, ahí me la volvió a liquidar.

-          ¡Ayyyy!!

-          ¡Miiii conchaaaaaaa!!

-          ¡Asiiiii!!

-          ¡Dameee durooo papiiiii!!

-          ¡Soy solo tuyaaa!!

Qué barbaridad….

El tipo no solo le colgó la lengua, sino que le pelo los ojos, no tardando en hacer que se corriera, como una jodida manguera toda taponeada, ¿y creen que se la saco? No, el hombre riéndose siguió dándole disfrutando como se retorcían sus piernas.

“llegando al clímax”

El tipo ya no pudo más y sacándole la verga de un raspón, se la puso en la cara para que viera como rebotara y como…...llenaba el condón con su semen, sí, como diciéndole “mira todo lo que ordeñaste granjera y sin usar las manos”.

-          Ohhh.

-          Que rico.

-          Cuanta lechita.

-          Ohhh.

-          Lo que hubiera dado por dejarte todo esto dentro.

-          Puta cachonda.

Lo decía mirando su musculoso abdomen, deseando seguro querer arruinárselo, mientras mi madre, apoyada en el sillón, miraba desorientada de lado a lado toda sala, como si anduviera perdida.

-          Ya, lárguese, mi padre va llegar en cualquier momento.

Lo tuve que empujar para que se apurara y este burlón me miraba, pues no solo había tenido lo que quería, sino que además la había dejado como un trapo.

-          ¿Esta sordo? ¡Apúrese!!

-          Volveré por más.

-          No me interesa saberlo, solo váyase.

-          Ok ok, solo déjame despedirme de tu madre.

Confiando como un tontillo lo deje y este desgraciado lo que hizo fue meterle los dedos y hacerle un squirting brutal, sacándolo los chorros como pileta.

“gritando desesperada”

-          ¡Oiga!! ¿Usted no entiende?

-          Cállate chiquillo pendejo.

-          Se lo voy a decir al señor Marlon.

-          ¿Así?

-          ¡Que la sueltes!!

Me la dejo temblando y encima le metió un bofetón a su vagina para que la pobre se sacudiera.

-          Joder, pero que rico hacerle eso a estas perras.

-          Hacía tiempo que no dedeaba una así.

-          Ohh, que ganas de chuparle esos pelos.

-          Como gotean carajo.

“agarrando la asta de una bandera”

-          Lárguese o no respondo.

-          No estarás siempre para cuidarla.

-          Si claro, como no.

-          Adiós, adiós señora, me llevo cada uno de sus productos, jajaja.

El tipo se fue fresco como una lechuga y todavía tuvo el descaro de bromear con mi padre afuera.

-          Caray, no, ya está aquí.

-          Rápido mami.

-          Rápido.

Le hice tomar agua fría para que despertara, la arrastre al baño y lavando su cara fui por su ropa, el corazón me latía a mil y solo me quedaba confiar en Rebeca.

“vistiéndola yo mismo”

La peiné, la perfume y hasta le puse hielo en la nuca, pero saben que…...no había forma de quitarle el deseo, su hedor, su porte al pararse, su melena inflada, su expresión en la cara, me hizo entender que el cuerpo era sabio y el suyo……pedía guerra a gritos.

-          Compórtate mamá, mi padre esta fuera.

-          Lo intentare cariño, pero no te aseguro nada, solo pienso y veo penes rozándome.

-          Ay caray.

-          ¿Lo que saco por entusiasta no?

-          Tranquila, esto te pasara, tu solo trata de pensar en otra cosa.

No sabía si sacarla o no de la sala, el miedo me embargaba, pero felizmente, ella tomo iniciativa.

“abriendo la puerta”

-          Hola Rubén, ¿tan temprano?

-          Es la hora amor, más bien te tardaste.

-          Perdón, es que estoy tan ocupada que veo el reloj.

-          ¿Te fue bien?

-          Excelente, vendí un par de productos. Dijo sonriente

-          ¿En tu primer día? Me estas sorprendiendo Sara.

-          Para que veas que tengo talento.

-          Y que usaste? ¿La persuasión?

-          Ay Rubén, eso mejor no te lo digo, es secreto, jijiji.

-          Bueno, tienes razón, espera, ¿y ese olor?

-          Es mi cuerpo, como fui de un lado a otro preparando la presentación he sudado mucho.

-          Pero……es otro olor mi amor.

-          Ay gordito, ya sabes los pelos que tengo ahí, eso bota aroma.

-          Jajaja, no puedo con el genio de mi mujer, afortunadamente estamos solos.

-          Si, vamos mejor.

Les di el alcance y apagando las luces con Rebe fuimos detrás de ellos.

……………………

-          Mamá es insaciable, con o sin drogas, ¿antes era así?

-          Fue de las pocas amigas que se metía con negros y no porque les parecían guapos.

-          Rayos.

-          A veces me pregunto que hubiera sido de ella sino se casaba.

-          Lo mismo digo Rebeca, lo mismo digo.

-          Si retrocedemos en el tiempo, imaginar que esa güerita de piel blanca y sonrisa coqueta iba a casarse y peor formar una familia era para reírse.

-          ¿Era más dulce de chiquilla?

-          Ay Gerardo, distraída parecía nena de convento, pero una vez que bebía salía toda su puteria.

-          ¿De la nada?

-          Si, era copia exacta de tu abuela, si ella se metía con dos, tu madre le hacia la competencia, es más, varias veces se las follaran juntas.

-          ¿Que?

-          A saber que tratos hacían o que amigos tenían, pero una vez que fui a buscarla para salir la vi en pleno encule con un viejo atrás, le dejo el culo enorme.

-          Rayos.

-          Con todo eso, sorprende todavía verla siendo ama de casa, se lo repito muchas veces y nos reímos.

-          Bueno, si es curioso, jejeje.

“viéndome extraño y haciéndome ojitos de repente”

-          Oye Gerardo.

-          Dime.

-          ¿No quieres llevarme a casa?

-          Si claro, te acompaño.

-          Vale, no me gusta caminar muy de noche, jijiji.

Así que ni bien llegamos al barrio…

Me bajé del auto para acompañarla, todo muy tranquilo la verdad, el barrio de por si no era tan peligroso y más lo vi como un gesto de caballerosidad, pero, como dice el dicho más sabe el diablo por viejo que por diablo, yo todo inocente la acompañé a su casa y lo único que la veterana quería era……chuparme la polla

-          Eso puta, así, comete tu helado.

-          Que rico esta tu pene precioso, ¡Chomps!! Chomps!! Esta como me lo receto el doctor.

-          Mendiga vampira, quieres succionarme la juventud, ¿no?

-          Si, necesito tu tierna y dulce lechita, ¡Chomps!!

-          Ohhh, sigue, sigue, sigue.

-          Y pensar que antes te cambiaba los pañales, ahora te chupo la polla, jijiji.

-          Que sigas cabrona, mete esa boca hasta el fondo.

-          ¡Arhhg!! ¡Arghh!! ¡Arghh!!

A un lado de su casa, me había bajado los pantalones y de cuclillas me hacia la garganta profunda, cuando en eso, una voz me saco de mi suspiro.

-          ¿Gerardo?

-          ¿Pablo? ¿Qu-quee haces aquí amigo?

-          ¿Yo? Esta es mi casa, más bien que haces tú aquí amigo con una…… ¿puta? ¿Estas con una puta?

-          Eee…si, me la pague de regreso. Dije agarrando su cabeza y cubriéndole la cara con su cabello

-          Se ve buena, hasta traje trae, ¿me la prestas?

-          Eee…no, como vamos a compartir no seas cochino, págate la tuya.

-          Es que no consigo una milf rubia.

-          ¿Ru-rubia? ¿Milf? ¿Porque buscas una así?

-          Perdón perdón, no debí decir eso, lo lamento amigo, ya me voy, mi madre debe haber llegado, tenía oficina hoy según me dijo.

-          Eee…si, está trabajando con mi madre.

-          Vaya, la señora Portillo, me la saludas amigo, ahora si me voy, tengo algo urgente que hacer.

-          Eee…bueno, adiós.

Ni bien entro Rebe se limpió los labios con su mano y para adentro, me la chupo hasta correrme.

-          Ya precioso, otro día cerramos también nuestro negocio.

-          Jejeje, vale, me gusto, gracias.

Que más podía pedir, una buena mamada antes de dormir, pero claro, no era la única con ganas, había otra mujer deseando usarme como muñeco y no importándole a que costo.

………………………..

-          Hola mami, ¿todavía despierta?

-          Si cariño, toma esto.

-          ¿Qué es?

-          Una soda, bébetelo antes de echarte.

-          Vale.

Confiado me la bebí toda y a los pocos minutos unos mareos inundaron mi cabeza, pero no era lo único, mi polla se puso más dura que un fierro y no sabía lo que me pasaba.

-          ¿Qué me diste mami?

-          Tranquilo hijo, ni te vas acordar de lo que hiciste.

-          ¿Que?

En medio de la oscuridad me llevo a mi habitación, ahí me quito la ropa y me amarro de brazos a la cama.

-          Tu padre es muy poco.

-          Yo necesito un macho erecto.

-          Uno que me sirve de dildo de carne.

En mi mareada cabeza vi que rompió un preservativo y colocándomelo apenas en la mitad escupió el resto con su saliva.

¡Scrup!! ¡Scrup!! ¡Scrup!!

Si hasta sentí la fuerza con la que golpeaba mi tronco.

-          No, bájalo todo.

-          Ay cariño, no seas así, déjame un poco de carne cruda, ¿no?

Se acomodó de espaldas a mí y lo último que vi fue como me desapareció la polla un sentón.

¿Sera que ella no dormiría esta noche? Como saberlo, pero me hizo quizás, lo mismo que le hacían a ella, usar su coño para vaciar huevos en fiestas.

 

CONTINUARA…

Comentarios

  1. Listo mis amigos/as, en unos días estoy subiendo dos "nuevos" relatos en estreno, que irán para la categoría cortos, es decir de un solo capitulo, ahí voy a trabajar los proyectos independientes de ahora en adelante, con diferentes temáticas pero con el mismo estilo de siempre, ya se enteraran de que trata.

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  2. Buenas geradito no hay nuevos capitulos para leer se que es tardado y se agradece tu esfuerzo de antemano gracias por la atención

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    1. Hola, ando corrigiendo una serie completo de 9 capítulos, pronto habrá contenido.

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